Capitulo 18: Comisaria.

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Ya ha empezado el verano!!!, Así que subiré los capítulos De manera aleatoria, espero q sigáis disfrutando, besos.

J.S

Max gruñó molesto ante el comentario de Veronica. Se levanto del suelo dejando que la chica que tenía debajo pudiera escapar, ella murmuró un simple gracia pero se marchó antes de que pudiéramos contestarla. Nos volvimos a centrar en Max.

-¿Por que estabas haciendo eso?- siguió insistiendo Veronica.

-No os incumbe Nerds-

Es lo único que dijo antes de salir por la puerta, esquivándonos a todos por completo. Dejando un rastro de olor a alcohol por dónde iba. Era casi obvio que estaba borracho. Oh queríamos pensar que por eso se comportaba de esa manera. Estaba a punto de violar a una chica. Él no era así. Eso estaba claro.

Ninguno de nosotros decidimos ir tras él, no sé si fue por el miedo que nos había causado su comportamiento o porque simplemente no estábamos dispuestos a acercarnos a él en ese estado. Aún que algo en lo profundo de mi corazón me pedía a gritos que no lo dejara ahí. Pero como siempre, en esas situaciones, la rabia hizo de su parte y nos marchamos sin él. Convenciéndonos de que era lo suficiente mayor para cuidarse solo. Primer error.

***
-¡¿Que ha hecho que?!- gritó Coco saltando de su sitio.

Veronica empezó a juguetear con sus dedos nerviosa.

-Hoy me han comentado unos amigos míos del club de periodismo que fueron a la fiesta de ayer y vieron a Max meterse en diferentes peleas. Ahora mismo está en comisaría- dijo Veronica casi en un susurro.

-Le voy a matar, y le daré de comer a mi Chihuahua con sus restos- dijo Coco entre dientes.

Se levanto de la silla y salió la de la habitación, pero casi se choca con Bady que tenía una bandeja llena de vasos de cristal que ahora mismo bailaban. Un poco más de fuerza y casi tira todo. Pero a Bady consiguió controlarlo y por suerte mantuvo el equilibrio.

-¿Que le pasa?- comentó Bady con el ceño fruncido.

-Pues que Max está en comisaría- dije suspirando.

-Ahora ya sé por qué estaba así- Se paró y se giró mirando a la puerta por donde había salido Coco con una mirada de cierta tristeza.

Veronica se estremeció ligeramente, apretando sus puños. Esto que había pasado con Max la estaba afectando más que a ninguno de nosotros. Pero ella no es como Coco que dice lo que piensa cuando quiere y se enfada. Por alguna extraña razón, ella oculta lo que siente. No nunca es como quiere ser.

-Vamos a ir a verlo- confirmó Emma con voz sería.

Será lo mejor.

Por suerte Coco estaba esperando en el porche de brazos cruzados y moviendo el pie nerviosamente.

-Ya era hora, llevo esperando una eternidad-

-Pero si no han pasado ni cinco minutos- dije yo enseñándole la hora.

-Da igual, habéis tardado más de la cuenta en decidiros- siguió diciendo Coco ignorando por completo lo que le acababa de decir.

Yo puse los ojos en blanco.

Caminamos hacia la comisaría, que parecía que Coco se sabía el camino de memoria. Llegamos a las puertas de cristales donde tenían algún que otro folleto de perros desaparecidos y nos dispusimos a entrar. Menos Coco que se quedo en la puerta.

SEIS LÁGRIMAS DE ACERO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora