SEIS LÁGRIMAS DE ACERO

Capitulo 32: ¿Pelea?¿Que está pasando?

Salí del instituto como siempre. No tardé mucho en fijarme que había un montón de gente al rededor de unos chicos que se estaban gritando. Pobre desgraciados, solo saben pelear. Aún que me pareciera una tontería en ese momento, la curiosidad me invadía y no podía evitar unirme a toda esa masa y descubrir que estaba pasando. Así que coloqué mi mochila en mi hombro y me convertí en uno más de todas esas personas.

-¿PERO QUE TE PASA?, ¿POR QUÉ LO HAS HECHO?- dijo totalmente histérico.

Esa voz..., me sonaba demasiado, ¿No es...? NO, NO, NO, NO PODÍA SER.

Me hice paso entre todas las personas, apartándolas de manera brusca y ganándome alguna que otra mirada de desagrado. Pero no podía  preocuparme por eso ahora. Al fin llegue al filo de todo ese corrillo, quedando justo en el Centro, con esas dos personas. Todo el mundo, posó sus curiosas miradas en mi, pero solo fue por un instante.

-D-déjame, ¡SUÉLTAME TE HE DICHO!- gritó Veronica entre llantos.

Max la tenía agarrada de la muñeca con fuerza y firmeza. Pero eso a Veronica no le hacía mucha gracia, eso estaba claro.

-¡NO PUEDO HACER ESO!- reprochó Max elevando la voz.

La vista de Veronica se fue a unas personas qué estaban en el círculo.

Me fijé en donde ella miraba, pero solo pude ver cómo una sombra se deslizaba entre las personas, impidiéndome ver su rostro. Ella apartó su mirada rápidamente y apretó sus ojos intentando contener las lágrimas que estaban teñidas de un ligero color negro por el rímel corrido.

-Solo te pido que me dejes, por favor...- La voz de Veronica había perdido fuerza y ya no intentaba zafarse del agarre de Max, estaba totalmente vencida. 

Max quitó su mano de la muñeca, haciendo que esta cayera como si estuviera muerta. Veronica no le dirigía la mirada, solo agachaba su cabeza. Max chasqueo la legua y se fue enfadado.

Ahora mismo estaba como en los  dibujos animados, tenía la sensación de que mi boca tocaba el suelo por el shock que tenía. No era el único que no entendía nada, ¿Verdad?. Osea, ¿Que acababa de pasar?, ¿Por que Veronica lloraba?, ¿Por que Max estaba así de enfadado?. Ahora mismo tenía una lucha mental entre a que dirección ir para poder obtener respuestas. Pero...Veronica había desaparecido de mi campo de visión y a Max todavía podía alcanzarlo. Así que fui a por el plan B.

Fui corriendo a por él, pero tarde unos segundos en alcanzarlo. No me atrevía a tocarlo por echaba humo, estaba a punto de estallar. Ha no espera... ¡Ya lo había hecho!.

-Emm Max... ¿Que ha pasado?- pregunte bastante inseguro.

Ahora mismo daba un poco de miedito y mejor no cabrearle más.

No me contesto, solo siguió andando hasta que no hubiera ni una sola persona. Hasta que acabábamos en el banco donde hablamos por primera vez hace unos meses. Max se sentó en el banco de golpe y apretó sus puños con fuerza. Respiró profundamente hinchando sus pulmones y dejo salir todo el aire por la boca.

-Veronica...- paro un momento y se rectificó- Cuando estaba saliendo del instituto vi a  Veronica repartiendo unos folletos. Fui a saludarla y a ayudarla a repartirlos. Ella sin casi darse cuenta que era yo me dio uno de los papeles.- Max saco el papel arrugado de su bolsillo y lo apretó entre sus manos. - Era curioso y quería saber que ponía, cada palabra que decía me enfadaba más y ya no me creía lo que estaba pasando. Cuando termine de leerlo, Veronica ya se estaba dando a la fuga, pero yo la cogí de la muñeca y la frene a tiempo. Y bueno, después la grite y ella empezó a llorar, luego todo el mundo se empezó a reunir para vernos como si fuéramos un espectáculo- Ya no parecía cabreado, si no entristecido, tenía los ojos achinados y no dejaba de mirar al suelo. ¿Aún que... que ponía en ese folleto?. -Toma- me dijo entregándome el papel.