SEIS LÁGRIMAS DE ACERO

Capitulo 13: Chocolatinas.

Aquí empezaréis a conocer más a los personajes y haceros una idea de cómo son en verdad, aquí empieza la tira de capítulos de sus pasados junto con bastantes sorpresas, espero que me digáis que os parece por el camino.
J.S (lo siento por todo este retraso)

La noticia de lo que pasó en la casa de Tyler estaba esparcida por todo el instituto. ¿He dicho que está muy cabreado?¿No? Pues lo está. A veces pienso que le va a salir espuma blanca por la boca. Lo bueno es que ya no se mete tanto con los estudiantes. Aún que no sé si celebrarlo o no. Porque ahora está centrado en arrancarle la cabeza a las personas que le hicieron eso. (Palabras textuales). Creía que esto iba a ser más fácil y no iba a haber problemas. Que ingenuo soy.

Me re coloque la mochila y suspire. Abrí la puerta y me senté en mi pupitre. Agarre mi cuaderno y lo coloque en El Centro de la mesa. Solo deje que mi mano se guiará por mis sentimientos. Y un montón de palabras y frases sin sentido adornaron mi cuaderno.
No me di cuanta de la presencia de la profesora y ella tampoco de la mía.
Una bolita de un material que no sabría identificar me dio en la cabeza. Mis pensamientos enredados y descontrolados desaparecieron. Recogí ese papel arrugado y lo abrí disimuladamente por debajo de la mesa.

~Todos Tenemos que reunirnos en el patio cuando termine la clase de historia. Pasa este papelito a otro del grupo~
Emma.

No sabía muy bien que quería decir, pero no era buena idea que estuviéramos todos juntos. Podríamos ser sospechosos para Tyler. Y te puedo asegurar que no está es mis planes. Agarre el papelito y lo rompí en pedazos. Luego lo guarde en mi estuche. Definitivamente no podíamos reunirnos. Por el rabillo del ojo vi como Emma fruncía el ceño y arrugaba la nariz de puro desagrado por mi gesto. Mi vista se fue a los apuntes que estaba escribiendo la profesora en la pizarra sobre la Segunda Guerra Mundial y intenté concéntrame en ellos. Volví a sentir otro papelito. Peor está vez iba con más fuerza.

~¿Pero que haces?, escribe lo que te he puesto en el papel anterior y pásalo señor tic tac. No hagas que una mujer pierda su paciencia~

Puse los ojos en blanco y hice lo mismo que el anterior. Ni siquiera me giré para verla. Esto era una tontería y Es peligroso. Emma se tiene que dar cuenta.

Sentí otra bolita de papel en mi cabeza. Pero más grande. Por el impacto me sobresalte un poco. Ya enfadado abrí el papel.

~Maldito Señor tic tac debería llamarte el señor Rígido. Pasa el puto papel, y ya me estoy cabreando~

Agarre mi boli y arranque un trozo de papel de mi cuaderno. Al terminar hice una bola y se la tire. Pero... la profesora se dio cuenta y en un movimiento veloz agarro el papel antes de que llegara a Emma.

-Kevin Clark al despacho del director-

-Pero... ¿No la vas a castigar a ella...?- reproche.

-Cállese, fuera de mi clase, ¡AHORA!- gritó levantando su brazo y apuntando a la puerta.

Una sonrisa fanfarrona apareció en la cara de Emma. Sacándome la legua victoriosa. Yo solo revolví mi oscuro pelo marrón molesto. ¿Por que siempre las mujeres se salen con la suya?.

Al llegar. Cerré los ojos y me concentré. Coloque mi mano en el pomo de la puerta, pero antes de girarlo pude oír cómo el director hablaba con una persona que no sabía identificar.

-Todas las muestras de su marca han desaparecido, lo siento mucho- habló el director serio.

-Os había enviado muchas chocolatinas de Mars. Para que se pudiera hacer publicidad en vuestro instituto. ¿Y me está diciendo que no sabe dónde están?- comentó el otro señor con voz grave y imponente.