Capitulo 41: Marcos.

6 0 0
                                    

Max al día siguiente vino bastante contento al instituto. No nos había dicho detalles de lo que sucedió con su carta y el dinero pero dábamos por hecho que le había ido muy bien. Después de eso, los días pasaron y los exámenes iban acabando, al fin estábamos en Mayo y eso se notaba en el instituto ya que estaban empezando a recubrir todas las paredes con los cárteles del baile de primavera que se celebraba el veinticinco de este mes.

-¿No tenéis ganas del baile?- comenta Verónica con voz soñadora a la vez que agarraba uno de los panfletos que estaban entregando.

Frunzo el ceño. ¿desde cuando a Verónica  le gustan estas cosas?, Oh no, espera, no estará... Enamorada, ¿verdad?.

Max le regala una sonrisa de boca abierta.

NO NO NO, NO PUEDE SER. Necesita calmarme, le doy un gran trago a mi botella de agua.

-Oye chicos, ¿os gustáis o algo así?- dice Coco con la boca llena de patatas fritas.

Max agarra a Verónica de la cadera acercándola a él, haciendo que se pusiera roja por el repentino acercamiento.

-Puede ser- contesta Max con una sonrisa de lado.

Okey, ¿Os acordáis del gran trago de agua que había tomado? Vale, pues lo escupí.

-¿NO ESTARÉIS...- Comienza Emma súper ilusionada, -SALIENDO?- acabo por ella totalmente impactado.

Verónica asiente lentamente, aumentando todavía más el rubor de sus mejillas.

-¡MADRE MÍA VERO!, ¿COMO QUE NO ME LO HAS DICHO?- Emma abalanza sobre  Verónica. -¡OH DIOS MÍO!, ¡OH DIOS MIO!- continúa diciendo dando vueltas sobre sí misma con los brazos levantados.

-E X A G E R A D A- deletrea Coco.

-No sabes nada- interviene Bady a la vez que le da codazos amistosos a Max y le guiña un ojo.

Max se empieza a reír y Verónica de repente se pone tensa. Max frunce el ceño.

-¿Que pasa?- pregunta.

-Son sus padres- contesta como si ese fuera su último aliento.

-¿Los padres de quién?-

-De Marcos- su voz se rompió.

Me fijé a mi alrededor y vi que había dos señores enfrente de una taquilla, la mujer estaba dejando un ramo de rosas blancas en el suelo, justo enfrente , su rostro estaba entristecido, pero intentaba sonreír aún que fuera un poco, el hombre encendía unas velas y las dejaba al lado del ramo, subí un poco la mirada y me encontré con Una foto de un chico, salía sonriendo, parecía bastante feliz, pero mi piel se erizó al recordar que estaba muerto.  Verónica ando hasta donde estaban ellos.

-¿Pero que hace?- pregunta Bady a Max en un susurro.

Él no contesta, solo se queda mirando, callado.

La mujer la sonríe haciendo que Verónica diera un paso atrás, estaba aterrorizada, entonces, ¿Por que había ido?.

-Hola Verónica, ¿Que tal estás?- pregunta la mujer con una sonrisa sincera.

SEIS LÁGRIMAS DE ACERO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora