Capitulo 4: Pelea.

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Ya va pasando la semana! Que tal os ha ido? Vais bien con las notas? a ver si este capítulo os alegra el viernes para todos aquellos que no tienen nada que hacer o son más de estar en casita. (El próximo viernes tendréis dos capítulos) ;D 

Besos! J. S

-Dicen que hay alguien que se venga de las personas que hacen Bullying a los demás, lo llaman La Sombra, no se sabe quién es, ni cual es su sexo. Tuve que escribir sobre ello en uno de los apartados del periódico escolar-

Emma se empezó a reír.

-¿La sombra? ¿Enserio?, parece sacado de un cómic de Marvel- dice a carcajadas mientras daba golpes a la mesa.

-A mi me gusta es muy Cool- habló Bady con un puchero .

-Esa persona es Increíble- dije

-Además también dicen, que es muy inteligente, se sabe todas las instalaciones del instituto. Así que si quieres colarte en un lugar, esa es la persona indicada-

Volvió a decir Veronica muy entusiasmada, estaba claro que las noticias la apasionaban.

-Wow yo quiero conocerlo- hable impresionado.

- Parece una persona interesante- dijo Emma.

-En este instituto, hay un grupo donde está la gente más popular y rica. Se creen superiores a todo el mundo, no me extraña que La Sombra hiciera eso. Están  todo el día metiéndose con la gente. Pero son muchas personas en el grupo, y él solo no podrá con todos, no puedo soportar ver a las personas haciendo daño a otras-

Veronica apretaba su puño con fuerza. La timidez se le había quitado de golpe y parecía una adulta con la seriedad que había dicho esas palabras .

Emma apartó la mirada por lo que ella dijo, parecía triste.

Bady, solo le daba grandes bocados a su bollo.

Al terminar de comer salimos de la cafetería todos juntos. Por fin había acabado el primer día, al parecer todos íbamos hacia la misma dirección, tiene sentido porque el barrio era pequeño. Seguramente viviéramos todos cerca. Al girar en una esquina vimos al grupo de los chicos que se metían con Bady y molestaban a las personas. Estaban dando una paliza a un chico. No lo podía ver muy bien porque había un cúmulo de personas pegándole patadas y puñetazos. La persona Gritaba y lloraba, suplicando que lo dejaran. Era una imagen horrorosa.

Mis piernas no se movían, simplemente no reaccionaba. No había vivido nunca esto en mis carnes. Creía que esto solo pasaba en las películas, que todo era ficción y dramatización. Nunca creí que la realidad me daría un golpe tan directo y seco para que me diera cuenta de la situación. Ellos no se percataron de nuestra presencia y solo estaban centrados en la persona que estaban dando múltiples golpes.

Y lo único que hicimos fue echar a correr, todo lo que pudiéramos sin descanso. No sabíamos a dónde íbamos, pero todos estábamos igual de aterrados y impactados. Después de correr más de 10 minutos seguidos paramos a descansar en un parque. Mi respiración agitada, el sudor que se resbalaba por mi frente no dejaba de recordarme lo que acababa de ver.

-Nosotros vamos a ser los siguientes, si damos las espaldas a la situación- habló Emma cruzada de brazos apoyada en una farola, descansando.

Trague saliva ante su comentario. Sus palabras no dejaban de retumbar en mi cabeza.

-No podemos hacer nada, son más fuertes y más numerosos- habló Veronica jadeante apoyándose en su rodillas.

Bady se tumbó en el suelo agotado.

Todos estábamos igual de impresionados. Y eso me hace pensar que los héroes que tanto dicen que tenemos que ser no existen, todos damos la espalda a las situaciones que no nos convienen. Ese es el mundo real.

-Chicos, tenemos que hacer algo, no vamos a ser héroes ni mucho menos, pero que el error de esos tíos sea nuestra corrección, no podemos dar la espalda como todo el mundo hace-

-¿Tu estas mal? Yo con evitar que me den una paliza voy bien, no me metáis en vuestros líos- habló Bady levantándose del suelo.

-Kevin estoy con Bady, no podemos hacer nada contra ellos, míranos, somos una panda de 4 chicos, que tienen como integrantes, un gordo, una periodista inútil, una chica misteriosa y el chico nuevo que se inventa cuentos. Lo digo sin ofender, pero es la verdad-

Las palabras de Veronica me habían dolido.
Mientras que Bady se hizo el "ofendido" poniéndose una mano en el pecho y abriendo la boca de manera irónica. Emma solo se mantuvo en silencio.

-Muy bien, como queráis- conteste

Me recoloqué la mochila y me fui directo a mi casa. No quería saber nada de nadie ahora mismo. Fui el primero en irme dejándoles atrás.

Metí la llave en el cerrojo  de la puerta, pero no giraba la maldita llave. Lo intenté una y otra y otra vez, pero nada. Llame al timbre repetidas veces pero mi madre no estaba en casa. Un Grito se me escapo de pura frustración. Estaba totalmente enfadado y ahora mismo no tenía paciencia para nada.
Llame a mi madre por teléfono, pero como no y que cosas de la vida, justo hoy y justo en este momento se encontraba en fuera de cobertura. Que día de mierda estoy teniendo.

Me senté en el porche y me puse mis cascos para poder escuchar música y relajarme un poco de todo este tema.

La verdad no se cuanto tiempo estuve esperando ni cuantas canciones escuche en mi móvil. Pero ya era de noche y estaba empezando a refrescar.
Un Bmw rojo apareció, aparcando en la otra casa que estaba enfrente de la mía. Vi cómo un chico bajito y regordete entraba a la casa y pude reconocerlo. Era Bady.

Así que... Mi primer amigo aquí es mi vecino de enfrente. Ahora mismo estaría feliz, de no ser por la escenita en el parque que hemos montado antes  y el simple hecho de la paliza que he visto hace unas horas.

Por fin apareció mi madre y salió de nuestro característico coche. Algún día se iba a caer a pedazos.

-¿Pero que haces aquí afuera?-

Podía notar la preocupación en su voz.

No sé si era por mi aspecto  de vagabundo o por mi cara de pocos amigos. O quizás por los dos. Pero en realidad me daba exactamente igual, solo quería entrar.

-La llave no abría la puerta y he tenido que estar aquí, esperándote- conteste enseñándola la llave.

Ella la cogió y intentó abrir la puerta, pero no pudo. Empezó a comparar la mía y la suya.

-Me han dado una copia defectuosa-

Suspiro y guardo mi llave defectuosa en su bolsillo.
Y sin más dilación, me abrió la puerta. Yo entre sin dudarlo y fui a mi habitación. Tire la mochila al suelo y me lancé a la cama. Nada más tocarla sentía como me hundía en una nube blandita y cómoda. No quería cenar, ni ducharme, estaba demasiado cansado. Y solo de pensar que la semana acababa de empezar me daba más ganas de convertirme en el bello durmiente, bueno más bien, en el feo durmiente, porque Disney te aclaro que nadie es bello cuando duerme.

Pero dentro de poco se me iba a ocurrir la idea, oh si chicos, la idea que cambiara esta situación de mierda, o eso espero, aun que pensándolo mejor... NO, NO Y NO.

Chicos, estoy bien jodido.

SEIS LÁGRIMAS DE ACERO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora