5 años después.

18 2 2
                                    


-¡KEVIIIIIN!- una niña pequeña con un vestido blanco y pelo castaño corto corre hacia mi, haciendo que la levante y la abrace con fuerza.

-Aby, te he dicho miles de veces que no vayas corriendo así hacia las personas- le regaña Bady, la niña hace un puchero y se baja de mis brazos. - Hey, Cuanto tiempo sin verte tío-  Bady se acerca a mi y me da un golpe en el hombro de manera amistosa, había cambiado mucho desde la última vez que le vi, esos kilos que le sobraba habían desaparecido, llevaba una camisa gris y unos vaqueros azules.

-Está enorme- digo mientras miro a la niña que juega en la hierba con una pequeña flor.

-La última vez que la viste tenía dos añitos, ahora tiene cinco- dice con bastante orgullo.

-¿Y Que tal con Coco?- le pregunto curioso con una sonrisa de lado.

-Muy bien, el sábado pasado fue nuestro aniversario, hicimos cuatros años saliendo juntos, he traído fotos como dijimos- contesta un poco sonrojado, le miro con ojos de cachorrito abandonado, pero él no tarda en pillar lo que pensaba y automáticamente niega con la cabeza. -No te voy a enseñar las fotos, hay que esperar a los demás-

-DE ACUERDO- contesto levantando los brazos.

-¿Y ese tono?- me doy la vuelta y veo a Verónica sonriendo.

-Verónica- digo riéndome y abrazándola, tenía el pelo más largo aun que no había perdido sus característicos rizos y su piel morena que hacía que sus ojos esmeralda resaltaran, tenía un vestido azul claro con volantes y unas sandalias, se la veía muy contenta.

-Ay Kevin, no me abraces tan fuerte me vas a matar- contesta difícilmente quedándose sin respiración.

-Lo siento- me aparto rápidamente y le da un abrazo a Bady, cuando se separan automáticamente sus ojos se van a Aby, rápidamente va hacia ella y le da un besito en la mejilla.

-Madre mía, cuánto has crecido, estás tan mona- le dice a la niña.

-Hola Tita Vero- la niña le da una flor y se va a un árbol rápidamente a seguir Jugando.

-Si pudiera la raptaría y me la llevaría a mi casa- habla soñadora sin dejar de mirarla.

-Oye que es mi hermana- reprocha Bady.

-¿Y?- Verónica se coloca la flor detrás de la oreja y se acerca a nosotros.

-¿Oye y Max?- pregunto.

Una sonrisa aparece en el rostro de Verónica.

-Ahí- señala detrás  nuestra.

Me doy la vuelta y veo cómo estaba a unos pocos metros de nosotros, cuando ya estaba más cerca me pude fijar en su corta barba rubia, estaba más musculoso desde la última vez que lo vi, no de manera exagerada pero más definido, llevaba una gorra azul y una camiseta negra de manga corta con unos pantalones marrones claros. 

Todos nos lanzamos a él y le tiramos al suelo, aún que fue complicado, tenía bastante fuerza y casi no lo conseguimos, nos empezamos a reír a carcajadas, se estaba bastante bien en la hierva.

-Quitaros de encima- nos aparta y se levanta del suelo. -No habéis cambiado nada-

-Y eso es genial, se te a olvidado esa parte- La voz de Coco se hace presente, llevaba un vestido negro ajustado y corto, su pelo rubio estaba recogido en un moño alto y como me podía olvidar de sus tacones de aguja tan característicos suyos.  Me dirijo a ella con los brazos separados para darle un abrazo pero me pone la mano frenándome. -Ni si te ocurra-

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SEIS LÁGRIMAS DE ACERO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora