Capitulo 20: Estadio de beisbol.

15 2 1
                                    

Hoy el cielo estaba totalmente nublado. Era una de esas tormentas de verano que caía lluvia desde todos los lados y direcciones para que te dieras una buena ducha. Indirecta de la madre tierra para que te duches. Tomo nota.
Ya estábamos en agosto y en septiembre volvíamos al instituto. Las vacaciones estaban pasando muy rápido. Hoy teníamos una reunión en el parque. Nunca creí que en pleno Agosto tenía que ponerme una camiseta de manga larga. Esto es California no pasaba.
Pero obviamente, estoy en la otra punta. Mire mi reloj y eran ya las doce y cuarto de la mañana. Habíamos quedado a y media. Y si no me doy prisa voy a llegar tarde. Me puse mis playeras a toda velocidad y baje por las escaleras.

-¿Hijo a donde vas?-

La voz de mi madre sonaba pastosa. Su pelo rubio estaba alborotado y las grandes ojeras eran visibles debajo de sus ojos color verdes musgo. Llevaba puesto su bata gris de estar por casa y una taza de café en la mano donde ponía. La mejor madre y punto. En letras rojas y bien grandes. Me hacía gracia esa taza. Me volví a fijar en ella. Me miraba con bastante impaciencia. Quería una respuesta y la quería ya. Me había hundido demasiado en mis pensamientos aún que... ¿Cuando no lo hago?.

-Me voy con unos amigos, vuelvo para la hora de cenar- dije a la vez que metía mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

Ella me miró triste y me sonrió. Conocía esa sonrisa, quería hacer algo conmigo hoy. Pero no tenía tiempo.

-Mama, cuando venga pedimos comida china-

Su sonrisa con ropa vida y me asintió ilusionada. Mire la hora y quedaban cinco minutos escasos. Cogí mi móvil y mis llaves y salí corriendo de mi casa. Llegue a tiempo por suerte. Mi vista empezó a buscar a Max instantáneamente, pero no estaba. Suspiré cansado. No creo que vuelva a hablarnos.

-¿Para que nos has reunido Veronica?- preguntó Bady.

-Chicos, quiero que Max vuelva a estar con nosotros- contesto directa.

Abrí ligeramente los ojos por la sorpresa. No me esperaba que fuera tan directa y clara.

-Es imposible, olvídate de él- habló Coco de manera fría y seca.

-No podemos dejarlo así- cogió aire y lo expulsó lentamente, cerrando sus ojos lentamente y tranquilizándose- Le pasa algo, se que no está bien-

-Tú no puedes saber eso Veronica- insistió Bady.

-Da igual, vamos a descubrir que le pasa y fin de la conversación, solo tenemos que conseguir que nos vea-

Emma elevó la voz y dio un paso al frente para que la pudiéramos ver mejor.

-¿Y como vas a conseguir hacer eso?, hemos estado llamándole por teléfono y a su casa, pero se negaba en todas las ocasiones- dijo Coco un irritada.

-Tengo un plan, pero es un poco rastrero-

-¿Cuando tus planes no son rastreros?-

Emma hizo una mueca por mi comentario. Pero ella sabía que era muy cierto lo que decía.

-Le mentiremos... le diremos que Veronica tuvo un accidente enfrente del estadio de béisbol que está muy cerca de su casa y que ella insistía en verlo-

Veronica se sobresaltó ante La proposición de Emma. Nos dejó a todos en silencio. Que puedo decir al respecto... Emma es mala, muy mala.

-No creo que funcione...- susurró Veronica.

-Hay que intentarlo, será nuestra única y última oportunidad de poder saber lo que pasa, si aún así el decide alejarse no hay nada que hacer-

Directa y fría. Ni un ápice de duda en su voz.

-Está bien, pero solo intentaremos eso, si no funciona nos olvidamos- aclaró Bady.

Todos asentimos.

-¿Y cuando lo vamos a hacer?- preguntó Veronica.

-Hoy-contesto Emma.

-¿¡HOY!?- gritamos todos al unísono excepto Emma que se nos quedo mirando.

-Es lo que he dicho- Frunció el ceño- ¿Es que no me escucháis?-

Puse los ojos en blanco. Nos lo acababa de decir ¿Y ya quería hacer el plan?. Primero había que meditarlo, planearlo... y lo más importante de todo, teníamos que hacernos a la idea. Mentir no se me da nada bien. Volví a mirar a Emma. O donde debería estar Emma por qué ¡No estaba!. Todos empezamos a observar nuestro al rededor. No la encontrábamos. Me di la vuelta y vi a Emma corriendo hacia la dirección de la casa de Max. No teníamos opción y tuvimos que seguirla. No íbamos a dejarla sola con ese problema. Aún que me tentaba a hacerlo.

-Veronica ve al estadio de béisbol- le susurró Bady.

Ella asintió y se fue corriendo hacia la dirección opuesta.

Emma llamó Al timbre y casi de inmediato Max abrió la puerta.

-Os he dicho que no quiero saber nada de vosotros, largo- habló Max cabreado.

-Espera, Veronica a tenido un accidente, necesitamos tu ayuda, solo quiere verte a ti, y ninguno tiene móvil para llamar a una ambulancia- dijo Coco con tono de preocupación.

Esta chica actúa demasiado bien.

Max abrió los ojos como platos.

-¿Donde está?-

Max estaba asustado. Me sentía mal por el, porque Veronica estaba perfectamente y me dolía mentirle de esa manera.

-Está en el estadio de béisbol- comunicó Emma.

Sinceramente creo que dos palos se movían más que Bady y yo. Nosotros solo asentíamos todo el rato.

Fuimos corriendo hacia el estadio de béisbol. Por suerte estaba abierto y nos dejaron pasar ya que estábamos junto a Max uno de los mejores jugadores del equipo. Observamos todas las grandes y Veronica estaba sentada en uno de los sitios. Nada más vernos se levanto. Max fue corriendo hacia ella. La agarrar e los brazo y empezó a examinarla haciendo que Veronica estuviera incomoda. Max entrecerró los ojos para verla bien y se dio cuenta que estaba perfectamente y sin ninguna herida.

Se giró hacia nosotros y nos miró con odio sus ojos reflejaban rabia

-¿¡¿ME HABÉIS MENTIDO?!?- Gritó Max totalmente controlado por la furia.

Creo que el cielo también se cabreo con nosotros, porque empezó a diluviar de una manera increíble.

Solo se me ocurría una palabra. Mierda.

------------------------------------------------------------------

SEIS LÁGRIMAS DE ACERO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora