Capitulo 21: La segunda lagrima de acero.

13 0 0
                                    

Aquí tenéis dos capítulos más, la canción de arriba me recordaba mucho a este personaje así q me encantaría q la escucharais, besos <3
J.S

NARRA MAX BROWN

La rabia me dominaba por completo. ¿Como habían podido mentirme de esa forma?. Mi corazón iba a mil. Creía que a Veronica le había pasado algo. Estaba asustado. Pero al final todo era una farsa. Y eso me cabreaba aún más.

Ninguno de ellos contestaban a mi pregunta solo miraban hacia otro lado. No podía estar más con ellos. Ande hacia la salida y le golpeé en el hombro a Kevin se manera brusca cuando pase por su lado. Pero él aprovechó y agarro mi brazo. Mirándome a los ojos fijamente. Suspiraba e inspiraba numerosas veces para no partirle la cara ahí mismo. No pude retener mi mirada de odio. No quería verlo a él ni a nadie.

-Max te pasa algo, estamos preocupados, está era la única manera de que nos hicieras caso- habló Veronica.

Eso hizo que mi atención se dirigiera a ella. Estaba Tan bonita y pura como siempre. Aún que las palabras que salieron de su boca arruino toda la vista.

-No necesito ayuda, vuestras ayuda- dije de manera brusca. Retirando mi mirada de la suya.

Me dispuse a salir de por puerta de una maldita vez y a rezar por no volver a ver.

-¿De que tienes miedo Max?-

La voz de indiferencia de Coco me heló por completo. Ella estaba apoyada en una de las sillas, enrollando uno de sus mechones rubios en su dedo índice.

-No se de qué hablas pero yo me voy-

Mi voz sonaba un poco distorsionada. Me estaba poniendo nerviosa y no sabía porque. Esto es una tontería.

-¿Enserio?, el espíritu puede ser fuerte pero la carne es débil y tú cuerpo me está diciendo lo contrario por como tiembla tu mano- habló de manera directa sin apartar sus ojos de los míos.

Me fijé en mi mano y tenía razón, estaba temblando. Automáticamente, la agarre intentando que cesara el temblor. Yo no tenía miedo. No podía tener miedo.

-Déjame en paz Coco- dije al fin después de unos largos segundos de espera.

-Max, puedes engañarlos a ellos, pero no a mi, ¿Crees que no he pasado por esos síntomas antes?. Desgraciadamente los conozco demasiado bien. Tu frente se está humedeciendo por el sudor, tragas saliva con bastante regularidad, tus manos tiemblan y tu mirada está perdida. Tienes tanto miedo en tu corazón que no te cabe en el pecho y no sabes cómo confrontarlo. Así que permíteme que te pregunte otra vez, ¿De que tienes miedo Max Brown?- insistió Coco de manera fría y seca.

Sentí como algo exploto dentro de mi. Oh mejor dicho como algo se rompió.

-¿Que queréis que os diga?, ¿Queréis que os cuente por qué estoy así? Que tengo todo lo que quiero. Una vida perfecta, con un futuro prometedor, una familia que me quiere, pero que nada ni nadie llena ese vació tan grande que siento y que no puedo rellenar con nada. Yo no soy como tú Coco. No puedo contaros lo que hice, me atormenta ese rostro de miedo lleno de lagrimas suplicándome que parara. Hoy es tú día de suerte. Voy a contestar a tu pregunta que tanto ansias saber. Sí tengo miedo. Tengo miedo de que vuelva a hacer lo que hice. Tengo miedo de que vuelva a perder la cordura. Tengo miedo de ser como soy. Tengo miedo de mí mismo-

Cada palabra que decía era como una daga que se clavaba en mi corazón. Era un dolor horrible. Saber que siempre tuve miedo.

SEIS LÁGRIMAS DE ACERO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora