Capítulo N° 17

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Tal vez habían compartido muchas cosas juntas. Siempre estaban muy unidas - Becky sugirió.

- Fui su sirvienta personal durante seis años - Camila dijo.

- Eras su amiga - Becky dijo en un tono bajo. Los ojos de Camila se ensancharon y miró hacia abajo. Sus manos empezaron a temblar - No diré nada. Dañaría la reputación de Lauren y nunca haría eso - Pero una sonrisa malvada tocó las esquinas de sus labios de Becky. Camila se removió en su asiento.

- Siempre he pensado en Lauren como más que mi ama, pero nunca lo diría en voz alta.

En nuestros cumpleaños, sabes; íbamos al jardín por la noche e intercambiábamos regalos. Y nos quedábamos cada una haciéndonos compañía más allá de la hora de dormir - Camila comenzó a llorar. Becky se lo llevó todo con calma aunque la revelación la hizo retroceder un poco. No sospechaba que su relación fuera tan profunda. Pero luego se dio cuenta de lo maravilloso que era para su plan.

- Significa mucho para ti? - Becky dijo. Camila soltó otras lágrimas. Becky buscó en sus ojos - Le echas de menos?

- Mucho - Camila admitió - Yo amo a mi familia, no se confunda, pero al ver que ellos están todos bien... y...durante todos estos años, bueno, Lauren ha sido mi familia. Ella es todo lo que había necesitado - Becky se agachó delante de ella.

- Quieres verla? - Ella pidió. Camila dudó por un momento y luego asintió lentamente. Becky sentía clavar sus garras metafóricamente. La tenía casi totalmente en sus manos - Entonces, sé mi sirviente personal.

Camila hizo una pausa esta vez. Miró la pequeña casa de piedra donde su familia estaba mirando hacia fuera desde las ventanas. Amaba a cada uno de ellos. No quería dejarlos, no después de que habían sido separados por mucho tiempo. Pero ella sabía donde vivían y Becky, ella bien le había prometido dejarla ir a visitarlos. Los muchachos estaban creciendo y nunca se sabía cuando los trabajos de sus padres escasearían. Necesitaban todo el dinero que podrían conseguir. Pero todas estas razones eran simples excusas del por qué ella realmente quería ir con Becky.

Inexplicablemente se sentía atraída por Lauren y no podía dejar de pensar acerca de su ex ama. Quería ver cómo sea a Lauren, para animarla si era necesario. Su familia estaba bien, se habían desenvuelto muy bien sin ella. Pero de lo que le dijo Becky, al parecer Lauren estaba teniendo un momento difícil.

- Sólo quiero volver a verla - Camila le susurró. En su cabeza, Becky oyó el sonido de la victoria y sonrió, ya no tenía cuidado para contener la maldad detrás de su sonrisa. Camila apenas se dio cuenta.

Una semana más tarde...

Lauren duró más de dos días encerrada antes de que sintiera que iba a saltar por la ventana de su balcón. Su madre, pensó fríamente, había sido muy paciente en cuanto a la espera. Cuando Lauren entró finalmente, su madre estaba parada en la puerta y le dijo unas cuantas palabras a Lauren.

- Ciertamente llevó bastante tiempo - Su madre se burlaba de ella - Las lecciones de francés comienzan antes del almuerzo. Tu maestro me informó que trabajará duro para compensar el tiempo que has pasado tendida en la cama estos últimos días.

Lauren volvió a su horario normal. Ella había tenido a su servicio a una nueva sirvienta que la atendía todo el tiempo, pero después de un día, descartó a la pobre muchacha. Era la misma chica que la había atendido el día en que Camila cuidaba a su hermano herido.

Para la seguridad del sirviente, le dijo a su padre que ella conseguiría más adelante a alguien más paciente. Michael sólo gruñó en respuesta. Su actitud fría significó que no la había perdonado por el incidente. Para el resto de la semana, su padre apenas le dirigía la palabra y Lauren perdió para con él sus cálidos saludos en las mañanas y en las noches cuando era hora de irse a dormir. Pero sobre todo porque perdió la mitad que era más importante, Camila.

Una Caja Musical me Llevo a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora