Afuera, Camila se removía en su lugar, preguntándose lo que se estaría debatiendo tras aquellas puertas cerradas. Lauren hacía su mejor esfuerzo para consolarla, ofreciéndole una mano para sostenerla y un beso, cuando estaba segura de que nadie las veía. Cuando finalmente se abrieron las puertas, ambas se pusieron de pie viendo a un Duque derrotado emerger del estudio. Su rostro, hundido y abatido llamaron la atención de la castaña, no habían signos de que pudiera ofrecerle una buena respuesta. Pasó más allá de las dos y subió las escaleras, estaba demasiado cansado como para decir algo, en respuesta a que Camila podía quedarse. Pero Fue Clara, la que caminaba junto a él quien asintió con la cabeza hacia Camila, afirmando antes de seguirle escaleras arriba. Tocó vacilantemente la espalda de su marido, y fue la primera vez que Lauren había visto a su madre tocar a su padre con mucho cuidado. Aún así, esto le llevaba a pensar, que detrás; había una especie de dominación siniestra. Haciendo caso omiso, la ojiverde saltó de alegría cuando vio desaparecer a sus padres en el dormitorio. Se lanzó literalmente en los brazos de Camila que a su vez respondió con un grito de alegría.
Cuando llegó la mañana, Camila tranquilamente entró a hurtadillas al cuarto de Lauren y pacientemente se sentó a su lado hasta que su señorita despertara. Disfrutaba ese momento mágico cuando Lauren despertaba. Ver esos ojos verdes como se despejaban lentamente.
Esa mañana, inicialmente, buscaron el techo ya que no recordaba dónde estaba. Entonces, poco a poco paseó su vista por el resto de la habitación hasta que se encontró cara a cara con Camila.
- Buenos días, señorita - Le susurró como si tuviera miedo de despertarla de su plácido sueño - ¿Hay algo que necesite? ¿Agua? Ropa?
- Un beso - Le solicitó Lauren. Camila estaba demasiado feliz de hacerlo y la ojiverde no podía creer que su vida podría ser más perfecta que aquel momento cuando despertaba con Camila a su lado para darle un beso mañanero.
Las dos fueron a desayunar juntas. Michael y Clara ya estaban allí y el Duque rápidamente evitó hacer contacto con su mirada cuando vio a Camila. La joven criada, se sintió un poco avergonzada ya que deseaba que este volviera a ella ofreciéndole una cálida sonrisa como antes. Pero no se podían deshacer las acciones pasadas. En cambio, trataba de concentrarse en las sensaciones que Lauren le hacía sentir y tuvo que luchar por sacar a relucir una tímida sonrisa.
Después del desayuno, Lauren tenía clases de música y Camila la esperó afuera en la sala, escuchando las piezas que Lauren practicaba junto a su instructor y que nunca había oído antes. Al final del pasillo, el Duque se acercaba a ella pero no la había visto al principio.Sus pensamientos estaban en otra parte igual que los de ella. No fue hasta que casi estuvieron cerca, que se dieron cuenta que ambos estaban allí.
- Le pido perdón, su alteza - Camila se inclinó - Por tener la cabeza en otro lugar - Michael asintió fríamente. Justo cuando iba a continuar con su camino, la castaña abrió la boca para dejar salir unas palabras, las cuales no pudo retener.
- Estoy realmente apenada por lo que hice su alteza - El Duque se detuvo y miró su rostro abatido - Sé que lo que pasó, no se puede olvidar tan fácilmente. Sé que di un paso más allá de mis límites y yo sé que no soy merecedora de la bondad que usted muestra hacia mí. Pero Lauren ha salvado mi vida y daría la mía fácilmente por la de ella. Haría cualquier cosa para pagar su amabilidad y la vuestra - El Duque inhaló profundamente ante su discurso. Nunca conoció a un sirviente tan audaz con sus palabras como Camila. Tenía casi decidido hablarle.
-Mírame - Le ordenó y Camila subió su cabeza. En sus ojos vio determinación y promesa. Pero también había un cierto temor que él conocía muy bien. Lo sentía como propio.
"La bondad más grande es el perdón". No había nadie que entendiera mejor lo que el Duque Jauregui quería decir con esas palabras. Camila bajó nuevamente la mirada y Michael se aclaró la garganta.
- Es bueno tenerte de regreso - Dijo lenta y, deliberadamente pero con el corazón. Al instante, Camila levantó su rostro y sus chocolatosos ojos brillaron con sorpresa. había sido tanto tiempo desde que la había visto con tal optimismo y se dio cuenta de que por más terco y enojado que estuviera, Camila todavía le traía una sonrisa a su cara. Tosió, y de nuevo reanudó su paseo. Desde lo lejos, la Duquesa observó la reconciliación entre Camila y su esposo. Su expresión era ilegible.
- Su alteza - Un hombre alto, delgado, cuadrado y robusto corrió hasta ella - Me ha llamado? - Ella le entregó una pieza delgada de papel doblado.
- Tengo una tarea para ti- Le dijo - Vas a encontrar al hombre descrito en esta carta. Tiene el nombre de la ciudad donde fue visto por última vez y supongo que se hace llamar todavía por su nombre. Si lo encuentras, por favor, infórmeme sobre su paradero. No vuelva hasta que lo encuentre, vivo o muerto - El hombre se inclinó y le quitó la carta. Al abrir la hoja de papel doblada, analizó el contenido y asintió con la cabeza.
- Entendido, su alteza - Le respondió y se marchó. Le vio caminar la distancia hasta el establo. Desde allí, el hombre tomó un caballo y esperó hasta que este hubiera galopado fuera de su vista, antes de moverse desde su posición en las escaleras. Su plan estaba en movimiento, y todo lo que tenía que hacer era esperar.
Después de que la lección de Lauren culminó, ella y Camila salieron por detrás, hacia el mismo camino que habían caminado muchas veces antes. se sentaron en el jardín, en la tranquilidad de la mitad de la tarde. Camila contemplaba maravillada como había cambiado el jardín, cómo crecían diferentes tipos de flores en el lugar que ella recordaba. Un nuevo camino de piedra se había levantado más abajo también. Llegaron al camino donde ambas solían sentarse y era exactamente igual como lo había recordado. Volteó la cabeza ligeramente para mirar amorosamente a su señorita. Lauren, no la miraba desde un principio. Estaba preocupada por una polilla que había aterrizado en su regazo. Cuando se percató, notó la sonrisa de Camila y el brillo de esos ojos marrones. Se ruborizó.
- Tengo algo en mi cara?
- No, señorita - Respondió. Lauren se rió avergonzada y estiró su mano. Camila dudó por un segundo, chequeando su alrededor para asegurarse de que nadie las estuviera mirando antes de enlazar sus dedos.
- Yo... Emh!...- Lauren bajó su rostro un poco avergonzada - Yo nunca...... te devolví el favor.
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Una Caja Musical me Llevo a Ti
FanfictionEn una época donde el mundo era gobernado por reyes, nació en una familia noble una hermosa niña llamada Lauren Jauregui hija del duque. Teniendo como destino desde su nacimiento comprometerse en matrimonio con el hijo del rey. Camila Cabello una n...