Una Caja Musical me Llevo a Ti

Capítulo N° 42

**Solo tú!**

Camila hizo una reverencia, inclinando su delicado rostro, la cascada castaña que era su cabello se veía radiante. Lauren se quedó muda ante su propia madre. Clara, se tomó un momento para saborear la mirada en el rostro de su hija. No veía con frecuencia a su hija de una manera tan despeinada y sin estar arreglada antes de entrar en casa.
La ojiverde volvió a su realidad, después de haberse perdido en la fantasía de tener de nuevo a su Amada frente a ella para luego mirar a su madre con desconfianza.

"¿Qué le preguntaría sobre mí?" - Pensó Lauren por un momento, sabiendo que había alguna razón detrás de todo esto para que de la noche a la mañana, su madre trajera de nuevo a Camila a la mansión. Obviamente, iba a ganar algún beneficio.

- Bueno, ahora que están ambas aquí, supongo que debo poner mis condiciones - dijo la Duquesa.

Camila inmediatamente giró su rostro hacia Clara.

La Duquesa no le había explicado por completo, porqué la había traído de vuelta. Simplemente le dijo que se vistiera adecuadamente y se presentara cuando Lauren volviera del castillo. Esa fue la primera de todas las condiciones y comenzaba a preocuparse. Lauren no miraba en lo absoluto a la castaña. Sus ojos estaban fijos en su despiadada madre.

- Sabía que había algo más en todo esto. No la habrías traído, si no hubieras preparado antes algún tipo de complot siniestro... - Clara la interrumpió.

- Simplemente, te pido que continúes como lo has hecho hasta ahora en este último año - Contestó, fingiendo inocencia. Aun así Lauren no parecía convencida, la Duquesa decidió continuar con su explicación - No te miento querida cuando te digo que eso es todo lo que pido. Seguirás tu vida como la has llevado desde el año pasado, como si nunca la hubiera traído devuelta. Obviamente todavía continuaras visitando al príncipe, y si el pide tú mano en matrimonio, vas a aceptar.

- Y por qué ¿debería aceptar? - Lauren exigió. Sus ojos se clavaron en Camila, pero la castaña entendía. Fue allí que se dio cuenta de lo que quería decir la Duquesa cuando había llegado a su pequeña casa. Dobló sus manos delante de ella y miró hacia sus propios pies.

- Su madre ya lo sabe, señorita - Camila dijo en voz baja. Lauren le dedicó una mirada llena de asombro.

- Lauren eres demasiado joven para entender esto ahora - Clara comentó - Pero, no hay otra opción. Puedes elegir casarte con el príncipe, convertirte en la reina y tal vez incluso, tengas algunos hijos.- Lauren se sintió asqueada por el pensamiento de tener hijos con Julian - Luego, podrás tomar a Camila como tu sirvienta personal. Nadie se opondría, Lauren sabes que nadie se atrevería a desobedecer a la reina. Y así Ustedes podrían optar por continuar con sus... "citas"... - Dijo la última palabra cuidadosamente y crispando la comisura de su boca, traicionando a sus verdaderos sentimientos acerca de lo que creía que era una relación normal entre un hombre y una mujer pues así lo dictaba la iglesia - En privado y ocultas. Ambas vivirán confortablemente.

- Concluyó la duquesa.

- Y ¿qué pasa si me niego? - Lauren pregunto, aunque sabía que no le gustaría para nada la respuesta.

- Entonces haré todo lo posible para asegurarme de que nunca más en tu vida vuelvas a ver a esta chica - Respondió la Duquesa - No me subestimes, Lauren. Eres una niña que está a pocos pasos de estar en el trono. Si te rindes, o si lo pierdes, esta chica desaparecerá y ni la mejor de las suertes, las volverá a unir. Así que debes convertirte en reina, o no podré controlar mis acciones.

Lauren mordió su labio y miró a Camila quien trataba de ocultar su preocupación por las palabras que Clara había evocado, pero Lauren podía ver a través de ella. Su madre era una mujer de temer.

- Mi padre se opondrá a que me case - Lauren dijo desafiante.

- ¿En verdad crees eso? - Clara le preguntó con una sonrisa. Las palabras de la ojiverde se disolvieron al instante cuando recordó lo que su padre le había dicho el día anterior: "Si te propone matrimonio, tienes que aceptar"; Lauren bajó la mirada.