Los Cuatro Dragones

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~Quedan 14 días para luna llena~

Esa noche, todo el Clan de la Flor estaba trabajando. Los Haku y los Ryouku estaban empujando la nube. Era muy pesada, más de lo que imaginaban. Sus chakra's eran divinos pero aún así eran insuficientes. Se recuperaban en poco tiempo pero habían utilizado más de el que podían generar. Para su suerte, los Ou estaba on fire, todo su chakra se lo pasaban a sus amigos debilitados con ayuda de las damas de compañía y los Guardianes. Mientras, los Sei fijaban un rumbo. Su vista era prodigiosa así que le dieron un gran uso.

Apenas había amanecido y se veía Konoha a lo lejos. Habían estado moviendo esa gran nube por muchas horas.

- ¡Gracias al esfuerzo de todos lo hemos conseguido! -dijo animado Ouryuu.

- ¡Sí! -dijeron todos al unísono.

- Todos debéis quedaros aquí. Solo nosotros, los cabezas iremos. Los demás vais a proteger el Monte Olimpo -dijo Ryoukuryuu autoritario.

Nadie dijo nada puesto que tenía razón. Tal lugar con tal poder no debe quedarse nunca desprotegido.

~•~•~•~•~

Ya había llegado el día en el que el último Jinchuriki se enfrentaría a la capitana de los Anbu's. Dejaron de lado el tema del clan de la Haruno, el tema importante ahora era si los renegados volvían o no a su aldea natal, Konoha.

Todas las gradas habían sido ocupadas. Había mucho escándalo. La Hokage mando callar a todos los espectadores. Quiénes por un lado estaban las cabezas de los clanes importantes protegidos por Anbu's, las personas normales y la Hokage, también protegida por Anbu's.

- ¡Silencio! -todos se callaron automáticamente a causa del miedo y el sobresalto-. ¡Hoy será la batalla decisiva entre Haruno Sakura, la capitana Anbu, y Naruto, el Chico del Nueve Colas!

El público gritaba. Deseaban ver la tan esperada batalla.

Sakura hizo una entrada triunfal. Apareció en el campo entre pétalos de sakura. Dejo al público con la boca abierta de tal majestuosidad. Mientras que Naruto... Pues bueno... Él es Naruto. Nada más entrar, se tropiezó.

- Ejem -se aclaró la garganta la Hokage-. ¡Que empiece la batalla!

- Saku-

- ¡Haruno-sama! -dijo una voz desconocida.

En la arena, cayó del cielo un chico con pelo verde que llevaba sobre él a un chico con pelo azul con el Ryugan y a un chico rubio.

- ¡Malditos bastardos! Me habéis dejado atrás.

Un chico de pelo blanco entró por la puerta de coliseo destruyéndola. Tenía las Garras del Dragón.

- ¡Cállate! Pesas mucho. No puedo contigo -dijo el chico de pelo verde.

- Haruno-sama -dijo el del Ryugan.

- ¿Cómo sabes quién soy? -le pregunté mientras sacaba un kunai.

- Somos nosotros -dijo un rubio.

- Tus leales sirvientes -dijo el peliblanco mientras se arrodillaba.

- Los sirvientes del Clan Haruno -dijo el peliazul arrodillándose.

- Tu familia -dijo el peliverde arrodillándose.

- La familia real del Clan de la Flor, al fin estamos reunidos con usted -dijo el rubio arrodillándose.

- ¿Qué esta pasando? -preguntó-. Primero me encuentro con que Kurama sabe más de mí que yo misma. Después ese chico, Kurogane-kun. Dice que él es un Guardián y que sirve a mi familia. Y sin contar que trajo consigo a personas muertas. Y por último, vosotros cuatro. De verdad, esto supera mi entendimiento.

- A ver si me he enterado... -dijo Naruto-. Sakura-chan ellos también son tus sirvientes o algo así.

- ¿Quién te crees que eres para hablarle de esa forma tan informal a Haruno-sama? -dijo el peliblanco amenazando a Naruto. Sus garras estaban muy cerca de su cuello.

- Hmp. ¿Quiénes os creéis vosotros para venir aquí y atacarnos? -dijo Sasuke.

- ¡Ah! ¡Soy Ouryuu! -dijo el rubio.

- Chicos, cuidemos nuestros modales. No somos como los estúpidos humanos con los que se relaciona -dijo Hakuryuu con un tono con inocencia fingida.

- Que molestia. Yo soy Roukuryuu -dijo el peli-verde-. Y el de aires de grandeza es Hakuryuu.

- ¡Oy! -se quejó con molestia.

- Yo soy... Seiryuu... -dijo el peliazul-. Los Hyugas y el último Uchiha. Que Doujutsu más patéticos. El Sharingan y el Byakugan.

- ¡¿Cómo te atreves a faltarle el respeto a nuestro clan?! -le gritó  Neji desde las gradas.

- Porque es patético.

- ¡Cállate! ¡¿Tú que sabes sobre nuestro clan?!

- Fácil -dijo Ouryuu con una sonrisa que en seguida cambio por una cara más seria-. Los Hyugas les quitan la libertad a la rama secundaria y estos los odian a muerte. Mientras que los Uchiha fueron asesinados por Itachi Uchiha, el hermano mayor de Sasuke. Él se fue de la aldea por tres años. Se convirtió en un renegado.... Mató a su hermano... Y ha querido matar en varias ocasiones a Haruno-sama... Nee, Nee... ¿eso es un motivo para poder asesinarlo? -dijo.

- Y el problema que nos causo Madara Uchiha -dijo Roukuryuu.

- Sí. Estuve medio año manteniendo al Diez Colas en un genjutsu para que se tranquilizará. Fue una molestia. Esa bestia... Casi destruye la mansión. Aunque hubiera sido más fácil si no hubiéramos tenido que lidiar también con "él".

Todos suspiraron. Emanaban un aura de depresión.

- Además también esta Kurama, el Nueve Colas -dijo Hakuryuu saliendo de ese aura.

- ¿Qué problema tienes con Kurama serpiente albina? -dijo Naruto.

- Ya basta cachorro. Ellos son mis superiores -dijo una voz que salía del vientre de Naruto. Kurama salió de su interior. Era una versión más reducida. El público se sorprendió al verlo.

- ¡Kura-chan! -le llamó Ouryuu dándole un abrazo y colgandose del cuello de Kurama.

- ¡Basta! -gritó Sakura llamando la atención de todos y sorprendiendolos (incluso al público)-. ¡Sai! -él apareció junto a Sakura-. Llevalos a la Raíz.

- Hai.

- ¡Pero-

- ¡Pero nada! Sois mis sirvientes, ¿no? Id con él. ¡Es una orden!

- ¡Hai!

Sai se los llevo de allí rápidamente. Sakura estaba irritada, demasiadas cosas en poco tiempo. Pero ahora, lo único que importaba era machacar al Uzumaki.

- ¡¿Alguien más desea interrumpir esta batalla?! -gritó enojada la peli-rosa-. ¡El de allí! -dijo señalando al publico-. ¡Sentadito!

Ahora sí que estaba enojada. Sus puños estaban cargados con chakra. Preparados para golpear al Uzumaki.

- No te contengas... Naruto...

- Tu tampoco... Sakura-chan...

Corrieron el uno hacia el otro y entonces...

¡Gracias por leer!

Sakura, La Princesa De Los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora