Ya es la hora

1.8K 123 4
                                    

Había pasado el tiempo y había llegado el día en el cual Sakura y sus amigos debían enfrentar al Dragón Oscuro.

- ¡No sabemos nada! -gritó Sakura-. ¡Esto es imposible! ¡No sabemos nada, el día es hoy, y para colmo, no tenemos ni siquiera un plan!

- C-Cálmate -le sugirió Sai desde una distancia adecuada.

- Así es -le dijo Yona-. No sabemos absolutamente nada, pero estoy segur de que podremos hacerlo.

- No estoy tan segura -le contestó Sakura-. Desde que has salido de mi cuerpo, el poder de los dragones en mí ha decrecido. Apenas puedo utilizar los Ojos del Dagón. Tampoco las garras y mucho menos las piernas... Y el poder de Ouryuu no quiero probarlo.

- Lo sé -dijo Yona-. Los siento. Mientras que tú los has perdido, todos los chicos los han ganado. Ahora mismo están disfrutando de ese aumento de poder.

- ¿Y qué pasará con las personas que han sido revividas? -preguntó Sai.

- Sus almas serán devueltas. Su estancia en la tierra de los vivos se terminará en cuento nosotros volvamos a nuestro mundo. Además, nuestros seres queridos también han revivido. Se supone que ninguno de los portadores anteriores de la sangre del dragón están todos muertos.

- Ya veo... -dijo Sakura-. Bien, pues es esta noche. No tenemos ningún plan, tampoco sabemos a lo que nos enfrentamos... Es imposible que algo salga mal -dijo con con tono irónico.

- No te preocupes -le dijo Sai-. Todo va a estar bien... eso creo. Porque si no sale como queremos, vamos a morir todos.

- Gracias Sai. Eso ayuda -volvió a decir en tono irónico Sakura.

- Sai-san tiene razón. Tiene que salir todo bien.

Sakura se quedó pensativa. Sabía más o menos a lo que se enfrentaba... Se enfrentaba a la muerte. No sabían nada, o eso creía ella. Gracias al extraño sujeto que ayudó a Sakura y a los Cuatro Dragones, sabía lo que tenía que hacer.

Para volver a poner a todas las vidas en paz, debía dar una vida. Él estaba dispuesto a dar la suya. ¿Qué era una vida comparada a las miles y miles que iba a salvar?

Sai había hablado con el sujeto en varias ocasiones descubriendo así que todo esto había pasado por dos motivos. Estaba la causa de las ruinas del mundo de Yona y el desequilibrio de poder y chakra que hubo en Sakura la noche en la cual sus compañeros la destruyeron.

- Supongo... que esta será mi último día con Sakura... -dijo con algo de tristeza en su voz observando los últimos rayos del sol.

- ¿Ocurre algo? -le preguntó Sakura al ver la tristeza en los ojos de su novio. No era normal que mostraran sus sentimientos, pero lo que era aún menos normal era que fuera tan fácil de leer.

- No ocurre nada... Es solo que... Estoy preocupado de que algo no salga bien cuando estemos peleando contra el Dragón Oscuro.

- Sí... A mí también me preocupa. También tengo miedo de que algo no salga bien.

Sakura y Sai miraron como se ocultaba el Sol y fueron al punto de encuentro, el campo de entrenamiento 7. Allí estaban Sasuke, Naruto y Kakashi con Obito, Rin, Itachi, Minato y Kushina.

- ¿Qué hacéis vosotros aquí? -preguntó Sakura.

- Estamos entrenando -le contestó Rin.

- Ya veo.

- ¡Sakura! -dijo Yona cuando llegó con todos.

- Hola -le contestó ella-. Me alegro de haberos conocido -les dijo.

Sakura, La Princesa De Los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora