Odio

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Los años habían pasado y la búsqueda de los fragmentos seguía. La aldea estaba callada por lo que el agua del río se escuchaba correr, hasta que escucharon al pequeño youkai gritar "Inuyasha". Todos los que estaban en la cabaña de la anciana Kaede se le quedaron mirando.

Shippo: ¿¡Por qué te comes mí comida!? - el hanyou devoraba lo que había robado.

Inuyasha: No te lo comías - muchos de sus acompañantes suspiraron por tal acción.

Durante tres años han estado buscando a Naraku y los fragmentos, pero no han tenido suerte. La anciana Kaede sabía que no iban a lograrlo al menos que estuvieran con Kagome, pero por alguna extraña razón ella se había ido a su época y nunca más regresó.

Shippo: ¿A dónde vas Sango? - la mencionada lo miró con una sonrisa.

Sango: Voy a buscar unas plantas medicinales ¿me puedes acompañar? - mintió, el pequeño youkai no dudo y se fue con la chica.

Caminaron largo tiempo, hasta que Shippo se dio cuenta que la chica había mentido. Durante tres años Sango mentía y siempre era para ir al pozo, ella sabía que Kagome había elegido irse a su época, pero había algo que no la dejaba tranquila.

Shippo: Sango... - la chica lo miró - ¿Por qué no sólo dices que vas a venir para aquí?

Sango: Imposible, eso sería un insulto para Inuyasha - suspiró por lo que acababa de decir - Sé que ella regresará

Shippo: ¿Cómo puedes estar tan segura? - preguntó con cierta curiosidad.

Sango: Por que ella y yo somos amigas - el pequeño youkai asintió.

No sabía si creerle a Sango sería bueno, pero lo iba a hacer. Caminaron por el pequeño camino que llevaba al pozo hasta que llegaron.

Shippo: Me siento nervioso - Sango sonrió.

Sango: Es normal - ambos se acercaron y se sentaron en el borde del pozo - Siempre lo miro y veo a Kagome salir de aquí

Shippo: Si la vieras, ¿qué le dirías? - miró a la chica.

Sango: "Te extrañé" - sonrió mirando el interior del pozo.

La anciana Kaede se encontraba en el huerto de la aldea junto a Inuyasha y Miroku, ambos la ayudaban a sembrar los cultivos de alimento. Mientras que ambos chicos cababan hoyos para los cultivos, la anciana Kaede los cultivaba.

Luego de un largo tiempo el hanyou y el chico se encontraban en la cabaña tomando agua y secándose las gotas de sudor que bajaban por sus cuerpos. Inuyasha pudo notar que Sango aún no regresaba con las plantas medicinales que había mencionado.

Inuyasha: ¿Dónde está Sango? - Miroku lo miró algo nervioso.

Miroku: Debe de estar con Kirara y Shippo buscando las plantas medicinales - trataba de sonar lo más serio posible, pero sus nervios lo traicionaban.

Inuyasha: Ya llevan mucho tiempo ¿vamos a buscarlos? - el chico comenzó a negar con rapidez - Tal vez se perdieron

Kaede: O tal vez estén visitando - Miroku cerró sus ojos mientras que Inuyasha la miraba con curiosidad.

Inuyasha: ¿Visitando? ¿A quién? - su curiosidad era aún más por el silencio de la anciana y su amigo - ¿Alguno puede decirme?

Kaede: No es difícil de adivinar, Inuyasha - el hanyou suspiró ya sabiendo la respuesta.

Inuyasha: Les he dicho que no se acerquen a ese pozo - su voz se notaba furiosa.

Miroku: Sango se niega a eso, ella cree que Kagome regresará - el piso de la cabaña retumbó al momento que Inuyasha golpeó su puño en el suelo.

Inuyasha: Estoy cansado que diga eso... Kagome NO volverá - contestó al mismo tiempo que se acostaba en el suelo.

Sango: No pienso igual que tú - colocó las plantas medicinales a un lado - Kagome regresará

Inuyasha: Quítate eso de la cabeza Sango, ella se fue, nos dejó - Sango negó - Eres una terca ¿cuándo entenderás que ella decidió abandonarnos?

Sango: Cuando ella me lo diga - el hanyou se volteó de lado.

Inuyasha: Piensa lo que quieras, a mi no me interesa - sus ojos se cerraron viniendo a su mente la imágen de una Kagome sonriente, algo que lo irritó - Traidora - pensó para luego levantarse del suelo e irse del lugar.

Sango: Kagome volverá - Shippo la abrazó.

Miroku: Si saben que ese tema es prohibido para Inuyasha ¿por qué la mencionan? - Kaede, la cual llevaba tiempo haciendo la comida seguía revolviendo los ingredientes que se encontraban en el recipiente.

Shippo: ¿Por qué no sólo olvidamos ya el tema?

Miroku: Es mejor - Sango comenzó a ayudar a la anciana Kaede mientras que Miroku y Shippo buscaban donde servir la comida.

Inuyasha estaba más que irritado, estaba molesto. Siempre era lo mismo, ya habían pasado tres años desde que Kagome se había ido ¿por qué todavía se empeñaban en que Kagome regresaría? Su mandíbula se tensaba más de lo normal, sabía que debía controlarse, pero pensar en cómo los engañó para luego irse de la nada, eso lo enfurecía.

Sus garras se enterraban cada vez más en el tronco del árbol por la furia. ¿Cómo podía tranquilizarse si siempre pensaba en ella? Ya furioso sacó sus garras y con su espada cortó el árbol en dos.

Inuyasha: Te odio Kagome - su respiración comenzaba a acelerarse, sabía que estaba enfurecido - ¡Te odio! - gritó mientras hacia su técnica del viento cortante, destruyendo así los arboles que habían en su camino, pero algo llamó su atención.

Pudo visualizar que a lo lejos algo resplandecía, por lo que optó a acercarse. Cuando estuvo lo suficientemente cerca del objeto pudo ver que era un fragmento de la perla de Shikon. Pensó que tal vez algún demonio lo tenía a su poder y al realizar el viento cortante lo matara.

Inuyasha: Con éste suman tres - recogió el fragmento y lo guardó - Tres - se irritó, pensar que sólo tenían tres fragmentos y habían pasado tres años lo molestaba bastante. Odiaba admitir que de verdad necesitaban la vista de Kagome.

Engañados [Inuyasha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora