Azul → Bulma Brief

→ Paradise

3. Paradise

Y como era de esperarse, Tighs había dicho a su madre sobre el comportamiento de Bulma en el instituto y como se había comportado en ese día. Había dado justo en el clavo y lo sabía y ahora observa con una sonrisa de victoria el asunto.

— ¿Que es esa manera de vestir? ¿Ese maquillaje? Te vez mal — Regaño su madre, Bulma tenía la mirada en el suelo ante eso. Sí lo sabía que sus padres iban a reaccionar de una manera diferente y que le iban a prohibir estar con esas personas y su hermana habría ganado la batalla y eso ya no le gusta ¿siempre estar a faldas de su madre? así que con un suspiro cansada de todo el momento se puso de pie y encaro a su madre arrugando la nariz

— ¡Ya casi soy mayor! no me tiene que estar diciendo como me debo vestir y estoy cansada de que por ser la menor tenga que ser la mejor y que esperen más de mí que de mi hermana no creo que solo sea justo para mí, Tighs tiene pareja y yo no por qué me debo estar de acuerdo en quedarme soltera para poder ver de ustedes cuando sean mayores ¿cree que es justo para mí madre?

Su madre hizo un gesto de estar totalmente ofendida aunque eso ya solo era un chantaje más cuando Tighs le responde, lo dice de una manera muy mal educada y aveces hasta con groserías.
Bulma oprimio sus labios arrepentida de lo que había dicho a su madre así que se volvió a sentar

— ¿Me has contestado, Bulma? Sabes que cuando decimos algo lo deberes acatar ¿verdad? Ahora quiero que vayas a quitarte esa falda y bañarte para quitar todo ese maquillaje no quiero que estes con esa niña de la que me habló Tighs.

— No es justo — murmuró Bulma poniéndose de pie mientras clava sus ojos en los de su madre.

— ¿Que has dicho?

Bulma se armó de valor soltando todo el aire de sus pulmones mientras muerde su lengua lista para seguramente iniciar una gran discusión. No era por qué quisiera ser rebelde o así más bien por qué su hermana había ganado esto y no debía ser así. Por qué su hermana es más libre en pensar.

— No es gusto ¡Estoy arta! ¡Mírame! estoy sola no tengo amigos no tengo pretendientes no soy una chica normal de mi edad, no salgo a fiestas no salgo de mi círculo social que son sus amigos no míos de las fiestas familiares y soy una buena hija que jamás les he causado ningún problema no como Tighs que es una maldita drogadicta y ustedes se lo permiten ¡Por qué! Dime el por qué yo tengo que ser la infeliz y no Tighs ¡Eh! Dentro de unos meses podré irme de aquí y jamás verles. ¿Eso es lo quieres mamá? Que me vaya y los odie por ser tan injustos, deberían tenerme más confianza que mi hermana por qué soy mejor.

No lo esperaba pero la bofetada de su madre le había dolido, una gran bofetada que la tiró al suelo haciendo que sangrara el interior de su boca. Tighs dió unos pasos atrás ante la agresividad de su madre quién mantenía un semblante serio. Se puso de rodillas para poder ayudar a su hermana que escupió saliva con sangre al suelo de caoba.

— Te dije que sí me decías cosas así te romperia la boca Bulma. Aquí mando yo y así es como yo digo que hacer con Tighs. Es un caso perdido ¿Que quieres que haga? Ya no hay nada pero tú eres la salvación de la familia Brief, así que harás lo que yo te diga y no me importa nada más. No eres nada sin mi o tú padre, eres inútil Bulma ¿entiendes? Por eso no te dejo estar solo, te mueres si te vas.

Las palabras de su madre habían dolido más que el golpe. No pudo evitar dejar sonar un sollozo lleno de impotencia de una manotazo alejó a Tighs y se puso de pie caminando despacio al piso de arriba.
Escucho los pasos de su hermana detrás de ella así que se apresuró a entrar a su habitación y cerrar pero Tighs empujó la puerta y puso su pie para evitar que se cerrará, ambas hermanas se vieron

— ¡¿Que más quieres!? — Preguntó Bulma.

— Sí tú te sientes así yo también. Ellos jamás se preocuparon por mí bienestar. No les importo y sí muero el día del mañana a ellos no les importa en lo absoluto así que yo también me quiero ir. No importarle a tus padres es peor que lo tuyo.

Bulma suaviza su rostro a uno más triste que enojado, abre la puerta abrazando a su hermana.
Tenía razón, su hermana es como un cero a la izquierda para sus padres y ella es tan débil para dejarse manipular por sus progenitores así es la familia Brief, una matrimonio falso y hijos que nunca han sido realmente felices ¡Vaya! El matrimonio de sus padres fue arreglado por sus abuelos, sólo para unir a empresas y bienes.

Hijos miserables gracias al dinero

— Me tengo que ir — Tighs deshizo el abrazo y Bulma se sintió mal, por un momento ese abrazo le había dado felicidad pero todo volvió a ser igual al ver a su hermana como se alejó por el pasillo y entró a su habitación dónde escaparia por el balcón dónde Tarble la espera en el jardín. Se sujetó del borde de su puerta cerrando los ojos sintiendo dolor en su mejilla y dentro de su boca.
Con pasos lentos sale de su habitación y entra a la de Tighs quién ya no está y solo quedaron las cortinas ondeando y el balcón solitario, Bulma se sentó en la cama de su hermana viendo a su alrededor la cocaína en hileras en el tocador y los porros en los cajones de sus buró. Estupendo las pastillas esparcidas por toda la enorme cama.

— ¡Bulma! — Llamó su padre desdé abajo, Bulma se limpio sus lágrimas y fue ante el llamado. Pensó que sería para otro regaño pero no fue así su padre sostenía una caja rosada con un moño azul. Bulma sonrió tomando aquel regalo de su padre con amor

Al abrir la caja se encontró con un gato recién nacido de pelaje negro. Lo saco con cuidado

— Está muy lindo ¡Gracias papá! — Exclamó dándole un beso en la mejilla.

— ¿Has hecho tú tarea? — preguntó y ella asintió.
Detrás de su padre estaba Hasky, la secretaria de su padre una mujer de cabello rubio muy delgada.
Quién también era amante de su padre está segura de que tenían sus aventuras pero no había nada confirmado, sus sospechas comenzaron cuando de pequeña encontró a Hasky en las piernas de él.

— ¿Cómo le llamaras?

Escucho a Hasky con una sonrisa tierna.

— Tama — Respondió amablemente. — ¿Te quedarás a cenar, Hasky? — Preguntó jugando con Tama. La rubia acepto platicando un rato con la menor de los Brief pero su padre había notado algo en su hija, una mano marcada en su mejilla además de la sirvienta lavando el piso.

Entró al mini bar dónde su esposa se encuentra bebiendo buenos tragos de coñac. Su esposa levanta la mirada observando a su marido dejar su abrigo de piel en el perchero y aflojando el nudo de su corbata color carmín. Sonríe con diversión

— ¿Le has pegado a Bulma?

Fue lo primero que dijo.

— Sí — El señor Brief asintió asimilando eso

— ¿Por qué? ¿Que ha hecho?

— Por mal agradecida, hombre ya deja de ser tan blando con ella la estás haciendo una idiota esa es la verdad. Me tiene arta Tighs con su maldita drogadicción así que llamaré a la policía sí sigue así y no quiero que te metas en todo este asunto.

— ¿Policía? Estás loca. Es más fácil que le llevemos a un centro de ayuda y listo no tienes por qué arruinarle la vida de esa forma mujer. No seas dura aveces pienso que yo debería mejor llevarte a el psiquiátrico con tú bipolaridad y tú alcohol.

— ¿Te fue bien con Hasky? Ya sabes seguramente en la cama están mejor y se llevan mejor. Sí sabes que sí me eres infiel yo te quitare hasta el último centavo — Amenazó riendo con cierta burla

— Sí. Que te dure el gusto mujer por qué cuando tus hijas lleguen al momento de ser mujeres te quitarán todo como tú me lo quitaste a mí. Según tú son unas mal agradecidas y no dudó que lo hagan y tengo más certeza en Tighs que lo hará.

— Tighs para ese tiempo estará muerta seguramente, con tanta toxina en su sangre ni al matrimonio va a llegar y Bulma es tan aburrida que nadie la querrá esa es la verdad. No lo harán. Sí no están casadas por la ley y con un hijo no harán nada por el dinero así que más te vale ser fiel

— Veremos, espero mucho de Bulma y Tighs

Dijo su padre saliendo del mini bar .