Azul → Bulma Brief

I miss you

33. I miss you.

El gato merodeando alrededor de sus piernas la hace perder el equilibrio algunas veces. Deja de lavar los platos y sus ojos se centran en el reloj colgado en la pared, da un suspiro largo y tiene que ir a ver a su madre. Limpia sus manos y corre a la recamara por un suéter para irse.

El taxi la dejo justo frente de la casa de su madre, bajo rápidamente, había dicho que era muy urgente. Tocó el timbre varias veces esperando a que la puerta se abriera, su madre aún seguía en pijama, tuvo que volver a ver su reloj en su muñeca, las seis de la mañana aún.

— Lamento haber llegado temprano, pero me gano la duda y además, no tengo mucho que hacer — explicó entrando a la casa quitándose su suéter — Le he dejado la comida a Tama.

— ¿Y el joven Vegeta?

— ¿Eh? ¡Que va! El se fue muy temprano arreglar unas cosas de la universidad — Exclamo y tuvo que evitar sonrojar, en la noche no la había dejado dormir, solo dos horas habían dormido.

Su madre sonrió con diversión, veía a su hija muy contenta y eso es lo único que importa. Ambas se sentaron en el comedor tomando un café caliente, tenían mucho de que hablar.

— ¿Ayer te fuiste con el?

— Sí, la verdad es que su departamento es cómodo y Tama se adaptó muy bien — sonrió.

— Me alegro y ahora lo primero es. . . ¿Cuando pensabas decirme que estás embarazada? No me lo podías ocultar toda la vida. Tú padre y yo lo hablamos y está bien, si Vegeta se hizo cargo bien aunque eres muy joven hija ¿Es el amor que quieres para toda la vida? Si tal si conoces a más y ahora ya no podrás viajar ni nada de eso.

Bulma la escucho y no iba explotar por eso aunque si la molesto, discutir de manera nada amable sería algo estúpido, algo muy inmaduro así que no le quedó otra más que contenerse.

Dejó escapar todo el aire de sus pulmones

— Mamá, yo sé que es el correcto aunque sea joven y nada experimentada pero una sabe y tiene ese sexto sentido de que es el bueno. Sé que pensarás que soy una chiquilla tonta ¿No? Pues, lo sé, cada vez que lo veo lo sé, no me arrepiento de esto, a lo mejor y si estoy con él para toda mi vida, a lo mejor no. Pero dime algo, el ser mayor ¿Ya me asegura un matrimonio eterno? No, no importa la edad o lo experimentada, es que realmente sientas el amor. Que estés segura de lo que vas querer.

Su madre asintió y tomó su mano con cariño acariciando el torso de su mano con delicadeza, Bulma hizo un semblante de estar bien, tranquila y sin ningún rastro de reproche o de molestia.

— Está bien hija, te entiendo — Mencionó con resignación — ¿Has pensando en un nombre para mi nieto o nieta? — Hablo más feliz.

— Si, es Trunks si es niño y niña . . . eso no me lo he pensando, tal vez me puedas ayudar — Guiño el ojo a su madre — Eres muy creativa para eso.

— ¡Has elegido el que te iba poner si eras niño!

Bulma asintió con rapidez. Pero entonces su madre se puso seria, ahora venía lo más difícil seguramente, hablar sobre un tema un tanto delicado y que ya estaba más que asegurado.

— Bulma, hija. Recordarás que tú padre tiene una hija fuera del matrimonio — Hizo una larga pausa para después seguir — Hasky, su hija se llama Maron, la chica que trato de hacerte daño es tú media hermana — Soltó de un golpe aunque para Bulma ya solo era la confirmación, ya lo había sospechado, llegado a su conclusión

Bulma tuvo que solo parpadear varias veces, ahora era. ¿Tendría que meter a la cárcel a su media hermana? Muy probablemente sí.

— Lo sé, lo sospeche — murmuró — Pero mamá, no la puedo perdonar, me hizo daño, mató a mi mejor amigo ¿Acaso tiene perdón?