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28. The baby is mine

La semana había pasado demasiado rápido, seguía a cada segundo pensando sobre ello y en su pregunta podía rondar una y otra vez el tema del embarazo, uno que en verdad tampoco le convencía mucho y menos a su edad ¿Que haría con un bebé a los diecisiete años? Muy joven. Su mirada se concentra en el celular a sobre el colchón, apretó sus labios negando con la cabeza, no le diría nada aún, no estaba lista.

— ¿Estás lista? — Cuestionó Zaabon

— Si, vámonos — su tono de voz fue nuevamente bajito, agarró las llaves del coche para irse de una buena vez al instituto, tenía que ser fuerte y también por ahora no tenía mucho tiempo así que no se notaría tanto su vientre. Tenía que estar tranquila ya que no podía detenerse aún, tenía que acabar la preparatoria, al menos.

Al llegar a la institución, camino lentamente por los pasillos cabizbaja con los labios oprimidos, busco en su casillero los nuevos cuadernos para las clases, está vez tenía que estar bien. Al llegar al aula vio a algunos chicos sentados en los pupitres hablando entre ellos, se sentó y dejó el celular sobre la pequeña paleta del pupitre con los puños cerrados, suspiro cansada, no se dió cuenta de una presencia.

— Hace mucho que no me hablas

— ¿Eh? — miro a la persona — Maron, ¿Cómo has estado? — pregunto amablemente.

— Supe que el fin es tú cumpleaños, tengo una buena idea ¿Qué tal si hacemos una fiesta?

Bulma negó con su cabeza, no era necesario eso, no quería ese tipo de fiestas a las que su amiga está acostumbrada, necesita mejorar y no empeorar, si está con Maron es echarse atrás como en los viejos tiempos.

— Buenos días chicos, espero y estén todos por qué no dejaré pasar a nadie más en cuánto acabé de pasar lista ¿Entendido? — escucharon a la profesora, Bulma agradeció a que Miss Millers no le tocará otra vez como profesora.

Sintió ganas de vomitar y odio ese momento, levantó su mano rápidamente, está mareada. Su nombre ya había pasado, ya no importaba, la profesora levantó su mirada y observo a la niña.

— ¿Que quiere?

— De... Deseo ir al . . . baño — Le costo hablar.
La maestra con la simple mirada le dió a entender que si al verla pálida, Bulma salió corriendo del aula dejando a todos sorprendidos

Maron vio de reojo al celular en el pupitre de Bulma, sus dedos tocaron el aparato y lo encendió, lo primero que vio fue un mensaje de Zaabon, sus ojos se abrieron exageradamente.

— Carajo — susurro sin creerlo. No sé equivoco ella ni Launch, Bulma es tan estúpida e inocente pero lo que más le había ardido en su orgullo era de quién, con quién se había enredado Bulma.

“ ¿Le dirás a Vegeta sobre tu embarazo? ”

Bulma limpio su boca con el dorso de su mano inclinada al retrete, dió un gran suspiro bajando la cadena y saliendo del sanitario, se miró a los espejos mientras peina su cabello y enjuaga su boca, volvió a ver su reflejo un tanto abatido.

Limpio rápidamente la lágrima que caía a su mejilla, no debía llorar en ese instante. La puerta se abrió dejando ver a una chica rubia, le sonrió y salió con rapidez de ahí. Al volver al aula vio a Maron sentada dónde la había dejado. Esta vez tenía un semblante de enojo solamente. En silencio se sentó y comenzó a poner atención

— ¿No me dirás nada? — escucho a Maron

— ¿De? — Le preguntó sin entender

— Vaya, eres tan mentirosa — No hablo más durante la clase, tenía tanto rencor en ese instante que jamás le perdonaría eso.