Azul → Bulma Brief

→ I cheated

19. I cheated

Los molestos rayos de luz le molestan, entre abrió sus ojos y lo primero que vio fue la pared pintada de rojo con varias fotografías familiares en esta, tal vez después de todo Bulma no era la chica rebelde que quería aparentar. Una con su padre le llamó la atención, está en un triciclo ella y su padre la está animando a que siga.

Bulma.

Se levantó rápidamente sentándose en la cama, mirando a la chica a su lado durmiendo aún, el reloj marca las siete con diez minutos, frota su cara tratando de despertar bien. Suspiro poniéndose de pie recogiendo lo que era de él.

— Bulma — la voz femenina hizo que se quedará quieto sin hacer un solo movimiento, la señora Brief le tocaba a la puerta de su hija varias veces, insistente, Bulma se sentó sobre la cama con el cabello alborotado en su rostro, bostezo mirando al reloj, estaba tan cansada aún.

— ¡Bulma, me voy a trabajar! te veo en la tarde, el desayuno está en el comedor, te quiero

— ¡Espera, mamá!

Gritó levantándose de la cama, su pie se enredó en una sábana provocando que cayera de golpe al suelo, Vegeta se puso nervioso corriendo al clóset, la puerta se abrió y la madre de Bulma entró con una sonrisa ayudando a su hija a volver a la cama y quitándose esas sábanas.

— Siempre te debo de dar un beso de despedida, es mi concepto — dijo Bulma dándole un beso en la mejilla a su madre, la señora Brief acarició la punta de la nariz de su hija como muestra de afecto, salió de la habitación susurrando un
“Cuidate cariño ” Bulma suspiro cansada.

— Bien, tú madre casi me ve — Susurro Vegeta saliendo del clóset. Bulma comenzó a reír

— No me hubiera importado, no hemos hecho nada malo, todo tiene explicación.

— Si, una pijamada conmigo, buena idea.

— Es que así fue, aunque suena gracioso, ¿Quieres comer algo? Ya vamos llegar a tarde, hay que comer, no debes salir así ¡Oh! Puedo llamar a Goku, tengo su número, Tighs me lo dió para cualquier cosa — Explicó Bulma.

— Llámale a ese imbécil, que traiga mi auto y ropa, por favor — Dijo él frunciendo el ceño.

Bulma asintió corriendo por el pasillo para ir al refrigerador donde estaba el número de Goku en una hojita color rosa, Vegeta se quedo en silencio mirando a su alrededor, todo era tan infantil en esa habitación, en un rincón una montaña de peluches, muñecas y demás. Algo más llamó su atención; una caja pequeña.

Cuando se estiró para agarrarla, Bulma entró con el teléfono en su mano.

— Eh, viene para acá, no te preocupes

La vio en el borde de la puerta cruzada de brazos, con una pierna detrás de la otra, una posición de timidez. El sonrió dejando de ponerle importancia a esa caja curiosa.

— Si — susurro — Y bien. Me costará decirlo como tal, pero lo mereces, gracias Bulma.

Bulma sonrió jugando con los mechones de su cabello azul. Su corazón latia con fuerza, algo que jamás había sentido en la boca de su estómago, unas cosquillas o una opresión no sabía cómo decirlo, una emoción en su cuerpo, a eso se le llamaba las famosas " mariposas " a eso se le llama "amor" "cariño" "atracción".

— ¿Quieres comer algo antes de que venga tú amigo? — evitó seguir sintiendo eso. Él asintió poniéndose de pie — Puedes tomar una ducha en mi baño, yo iré al de mamá — cerró la puerta de su habitación y entonces recargo su espalda en la puerta cerrando los ojos y abrazándose a sí misma a la altura de su pecho sonriendo.