→ Dream about you

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34. Dream about you.



Tighs analizaba todo con aquellos ojos cafés oscuros tan curiosos como los de su padre, no había visto a su hermano por unos buenos días y cuando volvió a ir tenía que asegurar ese tema del que había oído de sus padres en esos días.

— ¿Qué? — Cuestionó Bulma incómoda.

— ¿Es cierto? ¿Vas a tener un bebé? Es qué, mis padres se lo esperaban más de mí que de ti y se lo tomaron demasiado bien para como son.

Bulma decidió encoger de hombros, ni siquiera ella misma sabía que es lo que pasaba con sus padres, habían cambiado mucho desde que se habían separado, a lo mejor es lo que necesitaban más que ir a terapias juntos, eso que hicieron por largos años de discusiones.
Era cierto, desconfiaban más de Tighs, Tighs era la rebelde que salía con muchos chicos y regresaba de sus supuestas citas en la madrugada, sabrá que hizo o no pero sus padres ya estaban mentalmente preparados para una notica así de parte de Tighs. Pero ella, tenían muchas más esperanzas de que no.

Algo de que siempre la presionaban era de que tenía que ser la mejor en todos los aspectos. Desquitaban su frustración en ella, siempre con aquella carga en la que la sometieron día a día

— Ya. Han cambiado mucho ¿No?

Bulma asintió sin palabras, este secreto cada vez se iba haciendo más público y sabía que esto iba a suceder así que debe estar lista.

— Me alegro, serás una buena madre — Su hermana le dió un abrazo cálido que verdaderamente disfruta en aquellos momentos, sonrió suspirando — Y dile a Vegeta que es un buen idiota — Ambas rieron con lo último.

Caminando en los pasillos se encontró con Caulifla, como siempre sola y sintiéndose mucho más superior a los otros, aún tenía esos recuerdos malos sobre ella. Era una porrista, a Seripa no le importo su disputa, la metió.

Se sobresalto cuando recibió un beso en la mejilla, estuvo apunto de reír y decir «¿Vegeta?» pero sus labios solo se detuvieron en la «V» cuando miró el rostro de la persona, no pensó que él le volvería a hablar después de tanto.

— Yamcha.

— Bulma, siento mucho lo que pasó, Zaabon era buen tipo, sobre todo mi amigo. Le hicimos un buen rendimiento en las jardineras, ¿Quieres ir a verlo? — Escucho atentamente cada palabra.

— Si, claro. ¿Por qué no?

Acepto, caminando a un lado de su ex novio.

— ¿Y no le hicieron uno a Dodoria? Digo, también estudio aquí — preguntó con curiosidad, Yamcha torció los labios negando con la cabeza, aunque también fue alguna vez su amigo, lo que había hecho, no tenía perdón.

— Zangya y los demás se negaron rotundamente a que eso pasará, le odian.

Bulma guardo silencio, que horrible es eso, que aún muerto te odien y se olviden de tí.

— ¿Han dicho algo de M-Maron?

Yamcha dejó escapar una risa de ironía.

— Ve su casillero y sabrás lo que dice, también el de Tapion, que están muy cerca.

Bulma miró con tristeza el homenaje que le habían hecho sus amigos a Zaabon. Su foto en medio de todos los regalos que le dejan a diario, flores, peluches, cartas y chocolates favoritos que alguna vez fueron de Zaabon. Sonrió y con las yemas de sus dedos tocó el cristal del portaretratos dónde está la foto de Zaabon.

Azul → Bulma BriefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora