Epílogo → Imagine that you are in space

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Está vez sí había precisado el parto.

Exactamente no era como en las novelas que el padre estaba grabando felizmente mientras su esposa daba a luz. No, el estaba en la sala de espera con su hermano y Tighs. Cuando llegó la enfermera dando aviso que tenía que entrar a petición de la madre. Había entrado a la fuerza.

—  ¡Yo no quiero estar aquí!

— ¡Te vas a la mierda! ¡Tienes que estar aquí!

El doctor mira a la pareja con ojos sorprendidos, en todo momento están pelando en un lugar donde nacerá su hijo.

Aún así ellos pelean, la mujer comienza gritar más fuerte respondiendo a cada insulto. Limpia el sudor de su frente cuando las enfermeras avisan que todo está listo para que la bebé nazca.

— ¡Bien señora Brief! — gritó llamando la atención de la pareja para que se una vez guardarán silencio — Todo está listo para que el bebé nazca, cuando yo le diga puje hágalo con toda la fuerza ¿Entendido? Respire profundo.

Bulma asintió, los dolores comenzaron aumentar conforme pasan los minutos, escucho el famoso aviso del médico, comenzó a pujar cerrando los ojos mientras sentía al bebé salir lentamente o al menos para ella era lento. Sentía el sudor recorrer todo su rostro, su cabello húmedo y pegado a su frente. No podía oír nada más que la voz del médico dando indicaciones

Vegeta miró el rostro de Bulma, lleno de dolor. Era algo jamás que él pasaría. La veía inhalar y exhalar después de dar un gran pujido y gritó que se escuchaba por toda la enorme habitación. Bulma apretaba sus dientes con fuerza haciendo que estos hagan un rechinido

— Te ves horrible ¿Ya te lo había dicho? Mujer.

— ¡Ahhhhh! ¡Qué hijo de perra eres! ¿No puedes decir algo mejor? — le gritó. Vegeta sonrió.

Con esa maldición, el llanto de una bebé se comenzó a escuchar. La enfermera la cargo en una sábana azul de hospital manchando está con sangre y el líquido amniótico. Bulma suspiró llena de alivio al ya no sentir más dolor.

— ¡Es una niña! ¿Ya sabían su sexo?

Bulma miró a la enfermera.

— Sí. Su nombre es Bra — dijo en voz cansada.

— Estupendo, entonces yo la limpió y el papá la viste ¿De acuerdo? — Vegeta abrió sus ojos con miedo ¿Cambiar a la bebé? ¡Está loca si piensa que hará eso! Bulma comenzó a reírse con un gesto de dolor, era tan divertido todo esto.

— Está me la pagarás, Bulma — gruñó una vez que se llevaron a la bebé para hacer todo el procedimiento.

— Bueno, una de tantas que me debes — le mando un beso a Vegeta para después reír, ya se lo podía imaginar vistiendo a Bra.

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Bra está con los ojos cerrados, pero por los pocos cabellos los tiene azules como la mamá imagina que también los ojos pero le habían dicho que pasarían horas para que la bebé abriera sus ojos. La tiene en una cama con la pañalera a un lado de color rosa con ositos.

Vegeta se lo pensó ¿Que demonios tenía que hacer? ¡Nunca había tratado con un bebé! Bulma se hacía cargo de todo con Trunks, no él.

Abrió la pañalera, había la ropita, talco, pañales, calcetines. Biberones, leche, jabones, todo.

Saco la primera prenda que vió, una blusita morada con un estampado de arcoiris. Levantó con cuidado a Bra para comenzar a ponérsela cuando Bra hizo un gesto y se removió, Vegeta había pensando que la había lastimado gravemente, se quedo quieto mirándola fijamente pero no sucedió nada más, aliviado de no lastimar a su hija recién nacida siguió poniendo la blusa hasta que acabó.

Azul → Bulma BriefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora