¡¿ENAMORADA DE MI BULLY?!

Capítulo 3 Pelo... ¡MALDITA SEAN MIS TETAS!

Siento un leve cosquilleo debajo de mi barriga provocando que se me escape una risita involuntaria y abra los ojos. Muevo mi cabeza hacia el lado y...me golpeo contra la pared.

-Mierda-maldigo sobándome en la parte de la cabeza afectada.

¡De cuando acá hay un almacén en mi habitación! Pero luego de entrar en razón, me acuerdo que no estaba en mi cuarto, que Dilan y su amigo me han encerrado en un salón. ¡Qué bien! ¡Estoy tan feliz! -sarcasmo-. Me siento perezosamente y observo a mí alrededor. Me estaba a punto de parar cuando escucho un ronquido. Me asusto, cuando me volteo para ver de dónde provenía. Me asusto de nuevo al encontrar a Dilan a mi lado. ¡Dilan también estaba aquí! ¡¿Cómo se me había olvidado?!

Estaba durmiendo, los mechones de su pelo le ocultaban gran parte de su rostro. ¡¿Por qué tengo que tener una obseción con los chicos de mucho pelo?! ¡Quiero tocarle el pelo! Se ve tan tierno... Antes de que me diera cuenta, mi mano va con la intención de tocarle el pelo. Con mi otra mano aún consciente, le doy golpe a la otra, para que dejara esa tentación. Sigo admirando su figura y al bajar mi mirada por su pecho noto que su camisa estaba desabrochada, se veía tan.... ¡deja de pensar esas cosas Katie! Sus manos me rodean mi espalda y me empiezan a acercar a él. Los estudiantes empiezan a llegar y el no despertaba. ¡Mierda! Si no despierta y nos ven aquí...me muero. Siento que se empieza a mover y que sus manos exploraban más de lo debido. Empiezo a ponerme incómoda.

-¡Despierta maldita sea!-le susurro; ¿o estará haciéndose el maldito?

Abre un ojo y con la mano tapa del sol que le daba en el rostro. Ya consciente, me mira de abajo a arriba pero, su mirada se queda en mis pechos, noto de que mi camisa estaba desabrochada en los primeros tres botones.

¡¿Cuándo me la desabroché?! ¡¿Explíquenme?! Me pongo colorada, tanto, parezco que tengo fiebre. Le doy una cachetada y salgo corriendo al baño. ¡Mátenme! ¡Mátenme! ¡Mátenme!

Narra Dilan

Estaba soñando que abrazaba a alguien, pero se sentía tan real. Se sentía como si abrazara a mi ex novia. Mejor de hecho, no como lo recordaba.

Abro los ojos, lo primero que veo es a la mosca muerta apunto de desmayarse. La observo de arriba hacia abajo, hasta que mi mirada queda en la parte superior de su camisa. Sonreí, los tiene redondos y grandes. Ella me mira y sigue mi mirada hasta que se topa con sus pechos. Su piel se calienta y sus poros se abren. Veo su mano en cámara lenta dirigiéndose hacia mi rostro y luego siento mi mejilla arder ¿Me ha pegado? Ese suelta de mi agarre y sale corriendo del salón; Me golpeó duro esa hija de su madre. Me abrocho la camisa y el salgo del salón. Tengo que pensar en algo para hacerle a la mosca muerta. Llego a mi casillero y lo abro. Tengo una bolsa llena de carbón y colorante azul, una idea viene a mi mente. Para mi odiosa suerte, somos compañeros en química.

(...)

Empieza la clase y todo va de acuerdo al plan. Como siempre, la maestra nos pone a mezclar químicos y Katie empieza hacer su parte. Yo agrego el ingrediente especial en mi parte, y luego derramo el contenido en la probeta. Minutos después, la mezcla empieza a burbujear y a botar humo.

-Todos salgan del salón-dijo la maestra.

Todos salen pero yo le eh puesto una pega especial transparente a la silla de la mosca muerta, ella al tratar de salir no pudo. Corro hacia afuera y al momento que salgo del salón se escucha la explosión. Ni siquiera he visto a la mosca muerta y ya me estoy riendo con solo imaginármelo. Al rato, ella sale con la silla pegada a su trasero, la cara negra con azul y ni hablar de su pelo, ni de su expresión. Todo salió épico. Le tiro una foto y me echo a reír. Ella a ver en el estado que se encuentra, se va llorando al baño. Que estúpida -ruedo los ojos-.