Capítulo 40 Estaré contigo para siempre

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Volví a la realidad solo cuando pasé por el casillero de Mateo, los estudiantes del Instituto lo habían cubierto de flores, fotos, pancartas, peluches...''Te Queremos'' habían escrito en uno. ''Te extrañamos''. Me acuclillé en el pasillo y le dejé al pie del casillero un ramo de flores.

-Perdóname por favor. El que ya no estés con nosotros es mi culpa. Y más me corroe al saber que ya no estás a mi lado, tal vez no como tú querías pero significaba mucho. Me siento culpable al ver a Aliss llorar por algo que yo provoqué. Fue mi culpa que murieras, de verdad lo siento.

Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin control, dejé las flores al pie de su casillero y me fui al baño. Me observé en el espejo mientras la culpa me desgarraba por dentro. La puerta del baño se abrió entrando Teresa por ella.

-¿Qué te pasa Katie?

-Yo lo maté. Es mi culpa de que Mateo esté muerto.

-No es tu culpa Katie.

-¡Si lo es!

Ella se calló por mi repentino grito.

-Tú no lo atropellaste.

-¡Pero fue mi culpa que saliera en ese mismo momento, borracho, dolido!

-No Katie.

-¡Todo por culpa de mis malditos sentimientos! Si no me hubiera enamorado y me hubiera quedado siendo una invisible no hubiera pasado esto.

-No culpes a tu corazón, él no tiene la culpa por enamorarse.

-Tú no me entiendes.

Mi cuerpo colapsó contra la pared y me deslicé hacia el suelo. Lloré.

-Él sigue con nosotros, pero al otro lado. Como ''The Vampire Diaries''.

La miré seria.

-¿Enserio?

-Solo quiero ayudarte.

La puerta del baño se abrió y entró Dilan a paso rápido arrodillándose para estar a mi altura.

-Tengo que ir con Aliss al salón.

Ella salió del baño dejándonos solos.

-Katie, tú no tienes la culpa de lo que pasó.

-Si no se lo hubiera dicho...

-No importa, si no se lo decías te mentías a ti misma, él fue quién se emborrachó. Además, si no se lo decías pasaría algo peor.

-Está muerto.

-¿Prefieres que esté VIVO y sufra a que esté muerto y le puedas decir por ti misma todo?

-No pero, ¿cómo le diré todo?

-Según lo que sé los espíritus se quedan por unos momentos antes de irse a donde tengan que ir.

-¿Así es?

-No lo sé pero eso es lo que creo. Puedes intentarlo, cuando mueras lo sabrás.

-Esta es la manera más original de consolación que eh vivido.

-No soy fake, soy muy original-dijo sonriendo.

(...)

Entré al lugar; todo era negro. Bultos negros sentados en las sillas frente al ataúd. Se respiraba el lamento y la tristeza en todos lados. Aliss se encontraba recostada del hombro de su madre mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas. Me acerqué y me senté a su lado y Dilan a mi lado. La ceremonia transcurría lentamente, mientras los familiares y amigos se levantaban y hablaban de la persona que fue Mateo en su vida.

-Katie, tu turno.

Me levanté lentamente y caminé hacia adelante al lado del cuerpo de mi mejor amigo. Adelante, personas dolidas y desconsoladas me miraban esperando que diera mi discurso. Suspiré hondo y hablé.

-Lo conocí en la escuela, típico, nos chocamos en el pasillo, dos veces-sonreí-. Me pidió mi nombre mientras trataba de seducirme-algunas personas rieron-. De ahí salió una amistad muy bonita, tan bonita que pasó a una cita. Mateo fue mi primera cita y...mi primer beso. Fue mi primer te quiero. Hasta hace un tiempo, nos distanciamos porque llegó alguien nuevo a mi vida alguien al que amaba. Eso lo afectó y me siento culpable. La noche que murió, esa noche, le confesé que no podía estar con él porque mi corazón le pertenecía a otra persona-la gente en la sala empezó a cuchichear. Miré a Dilan y él me alentó a seguir con su mirada-. No quiero decirles como fue, solo que fue horrible presenciar la muerte de alguien importante en mi vida. Tal vez el cariño que Mateo esperaba de mí no era el que yo le brindaba. Pero era real, yo le quería. Fue, es y siempre será alguien importante en mi vida. Gracias a él, empecé a confiar en mi misma por primera vez. Y tal vez algunos me odien por eso pero uno no manda al corazón. Mateo ahora me dirijo a ti, si me oyes solo quiero que aunque no estés a mi lado ni de la forma que tu querías ni la mía que...todavía te quiero y te seguiré queriendo.

Dejé el micrófono y me senté en mi silla. Aliss me abrazó y yo la abracé de vuelta. Siendo sincera, pensé que me odiaría, pero ella es una de las mejores amigas que pude tener.

(...)

Mi corazón se apretujaba en mi pecho mientras que las personas llenaban el ataúd de Mateo con flores antes de enterrarlo. Lloraba y lo extrañaba mucho. Ya no estarás con nosotros. Un último adiós. Dejé que la flor que tenía en mi mano se deslizara de ella hasta caer en su tumba para reposar en su pecho. Se había ido para siempre. Su sonrisa llegaba a mi mente a través de las lágrimas que salían de mis ojos.

(...)

-Hola Katie.

Me volteé rápidamente al escuchar la voz de Mateo. Corrí a sus brazos y lo abracé.

-Esto es un sueño-dijo.

-¿Un sueño?

-Sí, quiero decirte que te extraño y... Perdóname.

-Soy yo la que tiene que pedirte perdón Mateo.

-No, soy yo. No acepté que me querías y que lo amaras a él. Por eso estoy aquí, para pedirte perdón. No te culpes por mi muerte, yo fui el culpable.

-Mateo, pero...

-No hables, escúchame. No me puedo quedar por mucho tiempo.

Asentí. Él cogió mi mano y la entrelazó con la suya.

-Siempre te amaré, vivo o muerto. Tal vez no era un amor correspondido, pero no me arrepiento de conocerte. Por favor acéptalo como despedida.

Me acercó a él y me besó.

-Te amo, estaré contigo para siempre.

Abrí mis ojos, empecé a llorar.

-Siempre te querré Mateo, por favor perdóname.

¡¿ENAMORADA DE MI BULLY?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora