Capítulo 2 Sentimientos

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Al próximo día, llego al instituto y me encuentro a Teresa en la puerta de mi casillero, también a otros estudiantes. Me acerco para ver lo que pasa, cuando observo mi casillero lo que está escrito con spray bajó mis emociones completamente y ni hablar de mi autoestima.

¡Hola mosca muerta!

¿Sabes quién soy? Bueno, claro que vas a saberlo. Esta es la portada de lo que le hice a tu casillero. Pues adelante, ábrelo...

Todos me miran y esperan a que yo lo abra. Cuando lo abro, todos se empiezan a reír, no puedo creer que me hizo esto -bueno en realidad sí-. Todo está hecho un desastre. Mis papeles, libros y libretas rotos y sucios, mis... ¡Mis mangas y mis novelas! ¡Me las pagarás bien caro Dilan Johnson! Suelto un grito de enojo y frustración. El timbre suena y todos se dispersan, solo quedamos Teresa y yo. Me arrodillo en el piso y empiezo a recoger todo con ayuda de Teresa. No quiero llorar, pero no tengo remedio, soy una estúpida llorona.

-Tranquila Katie-dice abrazándome y tratando de tranquilizarme.

-Cómo voy a estar tranquila Teresa, me salgo de mi ex instituto por esto y me vuelve a pasar. No puedo con esto-dije con voz entrecortada; y separándome de su abrazo. Me lleva de nuevo a sus brazos y me abraza fuerte.

A veces lo único que necesitas es un simple abrazo.

(...)

Después de lo que pasó, todo el mundo en los pasillos me miran y se ríen o murmuran entre sí. Esta escuela es patética. Llegamos a nuestra tercera clase, Química. Me siento en mi asiento y Teresa a mi lado, ya que eran mesas de dos. Nos quedamos hablando los diez minutos que quedaban hasta que la maestra entra y empieza la clase. Cuánto adoro la química.

Casi terminando la clase, siento que me dan un lapo en la cabeza. Me volteo encontrando a Dilan y su amigo riéndose. Toco mi cabello y siento algo pegajoso en él. Empiezo a entrar en pánico. Este idiota, ¡¿no sabe el sacrificio que es quitarse un chicle del cabello?! Miro a Dilan y su amigo que se estaban partiendo de la risa en su mesa. Teresa lo fulmina con la mirada y sin importarme lo que dijera el maestro salgo corriendo directo a los baños.

Narra Teresa

Mientras el profesor regaña a Dilan y a Jonathan, aprovecho esa oportunidad para escaparme e ir con Katie. Corro hasta el servicio más cercano, abro la puerta del baño y lo primero que visualizo son zorras maquillándose y mirando con horror a Katie.

-¡¿Qué le ven?! ¡Largo zorras!-grito enojada; ellas bufan y me susurran insultos mientras salen del baño. La verdad que sus insultos ni a los talones me llegaron.

-¿Qué le e hecho yo a él para que me trate así?- dice llorando y tratando de quitarse el chicle del pelo; pero con cada intento lo empeoraba más.

-Déjame ayudarte Katie-digo e intento quitarle el chicle del cabello; pero no sale-. Katie, yo creo que tengo que cortarte el cabello-digo; ella solo asiente y busca una tijera en su bulto.

-Por lo menos Dilan trajo algo nuevo-dice tratando de formar una sonrisa.

-¿Qué cosa?-Pregunto confundida.

-Un cambio de look-dice; nos miramos a través del espejo y reímos.

Le empiezo a recortar el cabello, esto va a tardar pero valdrá la pena.

-Mira lo positivo Katie, te queda el corte de cabello-digo tratando de animarla.

-¿Si verdad?-dice pasando sus manos por su cabello.

Narra Katie

Ya es hora de la salida, me despido de Teresa. Empiezo a caminar por la acera para llegar al bus, de repente mis brazos están atados y no puedo hablar. Miro asustada hacia atrás para ver quién era, diviso Dilan y a su amigo. Trato de salir corriendo pero ellos me tienen agarrada fuertemente, así que no puedo soltarme. Pasamos por los pasillos del instituto, y llegamos a un cuarto demasiado de pequeño, solo tenía una ventana y un archivo. Los chicos me dejaron allí y cerraron la puerta con llave. Esta oscuro, no veo casi nada, empiezo a llora. Oigo un ruido proveniente de la esquina del cuarto, me asusto y luego pregunto...

-¿Q-quién está ahí?

-Hola mosca muerta-dice alguien.

Me acerco para ver quién me habla, mi corazón da un vuelco del susto al ver de quién se trata.

-¿D-Dilan?-digo con confusión y miedo a la vez. En todos los años que me han hecho bullying jamás me han secuestrado; siempre hay una primera vez dicen.

-Hola mosca muerta. ¿Te gusto la sorpresa? Creo que sería mejor que te quedaras aquí sin infectar a nadie con tu ñoñez. ¿No crees?-dice con desprecio.

Hace la famosa sonrisa ladeada y da media vuelta para irse por la puerta pero cuando la fue a abrir... estaba cerrada. La forcejea, la empuja, pero nada sirve.

-¡Enserio me dejaste con la idiota Jonathan!

Se me escapa una risita.

-¡¿De qué te ríes?!

-Te salió el tiro por la culata-digo; aguantando la risa.

Me ignora y fija su mirada por la ventana. Por un rato, me le quedo mirando. Se ve tan lindo con ese pelo marrón revoltoso y sus ojos azules. Se ve como el chico de una novela juvenil... N-no olvídalo Katie tú no estás enamorada de él. ¡No lo estás! Me di una cachetada para reaccionar y castigarme por la estupidez que acabo de decir.

-¡Auch! No sabía que pegaba tan duro-me dije mentalmente; sobándome en el área afectada.

Cuando se da cuenta de que lo estoy mirando me sonrojo y lo dejo de mirar. Me acuesto a dormir en el piso para que el tiempo pase más rápido.

Narra Dilan

Ya es de noche y la verdad es que detesto estar aquí con ella. Ojalá que se pudra.







Espero que les haya gustado el capítulo, mis lectores. Me gusta leer sus comentarios así que pongan algunos ahí abajo :b y si les gusta mi historia pueden dejar me estrellitas ahí abajo también 🌟.

¡BESOS TRONADOS!

Con cariño,

#EscritoraLove💙

¡¿ENAMORADA DE MI BULLY?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora