A través de Sus Ojos (Completa)

Capitulo 13: El Milagro

Muy temprano, antes que todos despertaran, Max se dirigió al hospital, quería saber cómo estaba Morena y estar a su lado cuando despertara.

La enfermera le contó que había pasado bien la noche, pero debieron dejarle la máscara de oxigeno porque si no se ponía morada.

Max se buscó una silla y se ubicó cerca de la cama de la niña.

Lucca que estaba en su ronda médica de la mañana, llegó a la cama de Morena, la revisó suavemente para no despertarla y antes de seguir su ronda se detuvo a charlar unos minutos con Max.

_ Te has encariñado mucho con esta pequeña.

_ Si, la verdad que sí. No he sido muy amante de cuidar niños, pero al verla tan indefensa...

_ Y ella al parecer te ha elegido como su protector....

Max sonrió mientras miraba a la niña.

_ ¿Qué pasará con ella?

_ No lo sé... primero debemos ocuparnos de su salud y de saber que tiene... después habrá que buscarle un hogar donde vivir hasta que aparezca algún pariente cercano.

_ Eso hablábamos con Priscila ayer, que difícil va a ser encontrar un familiar de la niña sin saber su apellido o más datos de ella...

_ Te llevas muy bien con Pri ¿verdad?

_ Si es una gran chica...

_ ¿Pasa algo más entre ustedes?_ preguntó Lucca

Max lo miró de reojo con una sonrisa pícara.

_ No doc... solo somos amigos... tienes el camino completamente libre!

_ ¿Yo?.... No, no, no creo ser de su tipo...

_ ¿Por qué lo dice?

_ Quizás solo sea mi impresión, pero veo en ella una persona tan decidida, tan segura de sí misma, a pesar de su edad tiene en claro tantas cosas profundas de la vida, su conocimiento espiritual es mucho y su anhelo de servicio se percibe a simple vista... yo aun tengo tanto por aprender... apenas si comienzo este camino de la fe... ¿cómo podría compensar eso?...

_ Creo que no tienes que sentirte así, debes darte la oportunidad de conocerla, ella es más sencilla y simple de lo que piensas...

_ No te hagas una novela de esto, soy consciente de que en un mes esto terminará y cada uno volverá a su vida, ella en Córdoba, yo en Mendoza y no volveremos a vernos.

_ Uno nunca sabe como Dios prepara las cosas... quien te dice...

_ Vamos! Los dos sabemos la clase de ideales de chicas como Pri. Quieres casarse con el hijo de un Pastor, o con un chico de instituto Bíblico, esperan que su príncipe azul sea virgen y haya esperado por ellas toda su vida... y la verdad no califico en ninguno de esos temas!

_ Bueno, son escasos los que calificarían... creo que Priscila solo quiere un hombre que ame a Dios y comparta su amor por las personas y el servicio a los demás... y en eso si calificas.

Lucca sonrió ante aquel comentario. La joven cordobesa le interesaba bastante, pero no quería dejar que su corazón se entusiasmara demasiado, debía ser realista, los dos estaban separados por demasiadas cosas: la edad, la distancia y la madurez espiritual, el pasado, las familias, según lo veía él. Siguió con su ronda, pero sin poder quitar de su mente aquella charla con Max. "Uno nunca sabe como Dios prepara las cosas..." frase que no olvidaría.

.............

Beto también se levantó de madrugada. Preparó su equipo de mate, buscó su caja de herramientas y se instaló en el comedor a desarmar el ecógrafo.