A través de Sus Ojos (Completa)

Capitulo 30: Amigos distanciados

Al día siguiente. Mica decidió tomarse con calma las charlas con Max. 

Le pareció tierno que él quisiera esperarla, que prefiriera ir despacio, aunque ella esta vez no tenía dudas de sus sentimientos. Quería a Max. 

El poco tiempo que había compartido con él en Mendoza más estos días en el refugio... no tenía dudas, este chico era el indicado.

Sabía que las cosas habían sucedido igual de rápido que con Eric. Un escalofrío le recorrió la espalda. Recordó que por momentos se sintió igual y hasta llegó a pensar que Eric era el indicado... ¿Y si se equivocaba de nuevo?... no quería sufrir de nuevo... y menos lastimar a Max.

Lo cruzó en el patio y ambos se sonrieron. 

Max siempre hacía alguna cara graciosa para llamar su atención y hacerla reír.

_ Buongiorno Princesa!_ dijo haciendo una reverencia

_ Hola Max

_ ¿Puedo acompañarte?

_ Sí, tengo que llevar estas toallas a la pileta de lavado...

Caminaron unos metros y Mica lanzó el primer comentario.

_ ¿Qué opinas de Farid y Yael? ¿No crees que hacen una bonita pareja?

Max sonrió. Pasó una mano por su cabello.

_ Me sorprendió bastante... Farid nunca ha tenido novia...

_ ¿Y como sabes?

Max se encogió de hombros. 

Ella continuó diciendo: _ Solo espero que no juegue con ella ni la lastime.

_ No lo hará, es un buen chico

Mica se detuvo parándose frente al muchacho. Apoyo su dedo en el pecho de él.

_ ¿Cómo estás tan seguro? ¿Por qué lo conoces tanto?...

_ Bueno... él y yo... éramos buenos amigos

Lo miró aun más confundida.
_ ¿Tú y Farid amigos? ¿Qué tan amigos?...

_Muy amigos_ respondió encogiéndose de hombros

_ Pero... ¿Qué sucedió? ¿Cómo que ustedes...?

_ Es una larga historia...

_ ¿Y? ¿Cuándo piensas comenzar?_ insistió ella

Max resignado tomó el brazo de Mica diciendo: _ Dejemos esas toallas y vamos a sentarnos a un lugar tranquilo... de verdad es una larga historia.

........

Lucca tenía el día libre.

Con Cáceres se turnarían para estar unas horas por la mañana y otras por la tarde controlando a los dos pacientes que quedaban. Así que el trabajo les permitía descansar y tener tiempos libres.

Bransen tenía en claro una cosa. Aprovecharía cada minuto de esas dos semanas para acercarse a Prisci. No había otra meta en este momento.
Pero tenía en claro una cosa: Si Dios guía las cosas... debía buscarlo primero a él.

Caminaba con su Biblia bajo el brazo hacia la gran sombra del Roble en medio del terreno. Se sentó y comenzó a leer y orar.

Priscila llevaba las verduras para el almuerzo desde el depósito hasta la cocina cuando a lo lejos pudo ver a Lucca.

Se veía tan lindo con una bermuda gris y su remera azul marino. Era extraño verle tan informal. Luego de casi dos meses de solo usar chaquetilla blanca o ambos grises.