Priscila venía distraída. Su pensamientos por más que quería no dejaban de rondar en la partida de Lucca.
Pasó su mano por la cicatriz en su frente pensando que aunque quisiera jamás podría olvidarlo. Cada día, cada vez que se mirara al espejo, allí estaría esa marca. Una marca que le recordaría las charlas, las miradas, los ojos y la sonrisa de aquel joven.
Pero había una cicatriz aun más grande, una que no se veía, pero que sangraba en su corazón, esa... demoraría en sanar.
_ Lindas zapatillas_ resonó una voz ronca y gruesa a sus espaldas
Volteó inmediatamente para ver con asombro y desagrado a un hombre de unos sesenta años que se acercaba a ella.
Intentó caminar más de prisa mientras sentía los pasos acercarse más y más.
_ Oye, tienes un bonito reloj, déjame verlo_ y llegando a su lado la tomó del brazo obligándola a detenerse.
_ Suélteme!_ gritó Priscila
El hombre sin pensarlo sacó una cuchilla y la amenazó
_ Tranquila! Tranquila!_ susurró cerca de su cara_ no te haré daño, eres muy bonita.
Priscila sentía que se le aflojaban las piernas. Podía sentir el feo aliento a alcohol y cigarro que salían de la boca de aquel repugnante hombre.
Tenía tanto miedo. Se sintió perdida y completamente desprotegida.
_ Dios mío! Que no me haga nada malo!_ pensaba mientras el hombre la miraba de arriba abajo y ponía el cuchillo cerca de su garganta.
_ Podríamos divertirnos un rato_ soltó entre risas sarcásticas_ seguro disfrutarás de mi compañía.
Las lágrimas se escaparon a borbotones mientras le tiritaba todo el cuerpo. Cerró los ojos con fuerza. Esperaba lo peor.
Dos disparos al aire se escucharon haciendo que el hombre la soltara.
_ Aléjese de ella!!, si la toca lo mataré_ dijo con firmeza una voz que pudo reconocer de inmediato.
¿Acaso estaba loca? ¿Estaría soñando? Esa voz era de...
_ Lucca..._ soltó con un suave susurro al abrir los ojos y ver al muchacho correr hacia ellos.
Farid le apuntó al hombre con el arma haciendo que huyera por el camino. Mientras Lucca sostenía entre sus brazos a Pri que rompía en llanto.
_ Todo está bien! Ya se fue_ le dijo casi al oído apretándola con fuerza contra su cuerpo.
Ella tiritaba como una hoja. Estaba en un ataque de nervios.
_ Por favor Pri, tranquilízate_ volvió a decirle sin soltarla.
Priscila se aferró a él mientras apoyaba su cara en el pecho del muchacho. Ahora se sentía segura, allí quería quedarse para siempre. Esos brazos, ese aroma, esa presencia que por minutos creyó perdida para siempre, ahora no lo dejaría ir.
Farid se alejó un poco de ellos haciendo una seña a Lucca diciendo.
_ No demoren, los esperaré más adelante_ podía notar que su presencia estaba de más en aquel lugar
Ella se secó las lágrimas y se calmó de a poco soltándose de los brazos del muchacho.
_ Pensé que... el helicóptero... ¿no te ibas??
_ Nadie se fue; Cecilia no dejó que nadie se fuera del campamento, y nos advirtió de asaltantes en la zona...
_ Oh!, no sabía...
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A través de Sus Ojos (Completa)
Novela JuvenilNOVELA CRISTIANA Mica, Yael y Prisci son tres jóvenes cordobesas que acudirán como voluntarias a Perú luego de un gran terremoto en la ciudad de Ica. Por medio de una fundación cristiana llegarán a servir a los refugiados de esa catástrofe. Dios ti...