Narra ____
—¡Paul por favor! --volví a gritar cuando su automóvil ya estaba a más de 10 metros de distancia-.
Lo que me terminaba de suceder estaba claro que me había destruido. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Estaba sola, parada a la mitad de una carretera con una noche obscura. Los nervios me estaban consumiendo y mis lágrimas querían salir sin detenerse. Tenía miedo.
Estaba rezando por que Paul se apiadará de mi y se diera vuelta para recogerme, pero a medida que pasaban los minutos entendí que aquello no sucedería y la sensación de miedo que hace tiempo no sentía se apoderó de mi.
Estaba varada en la nada y la noche estaba obscureciendo, debía comenzar a controlar todas las emociones que me consumían.
La venganza, el coraje y la triste estaban haciendo conjeturas en mi ser.
Tenía que hacer algo o aquí terminaría muerta en un par de minutos.
Alze el pulgar en forma de ayuda como los clásicos filmes del cine.
Los primeros dos coches me ignoraron triunfalmente, pero el tercero freno apenas a un metro de distancia.
Bajo de coche un chico de tal vez dos años mayor que yo. Se acercó hacia mi. Por las luces traseras de su coche pude distinguir la buena estatura que tenía y aquel cabello castaño penetrante al igual que sus ojos llenos de tupidas pestañas.
Tenía buen porte. Me miró de arriba a bajo y yo hice lo mismo. Pude ver sus vaqueros caros y supe que era uno más de aquellos niños ricos, aquello me produjo alivio y al mismo tiempo desconfianza. No quería lidiar con otro Paul McCartney.
—¿Estás bien? --me preguntó un segundo después con preocupación.
—Si, un idiota me ha dejado aquí --dije sintiéndome tan estúpida por permitir tal acto.
—¿Aquí? ¿En medio de la nada? Por Dios son las 23:00.
—¿Puedes llevarme al club...? --pregunté ignorante su anterior comentario, realmente no quería responder-.
—¿Cuál club?
—Ah... --no sabía ni el nombre de aquel lugar donde seguramente seguía mamá--, lo siento, soy nueva en la ciudad... Y yo...
—No preferirías ir a una buena fiesta en una de las mansiones en la playa, podríamos disfrutar de nuestro desafortunado encuentro --sonrió encantador.
Aquel chico era tan atractivo. Al principio dude de la forma en la que me podría tratar. Pero su rostro reflejaba una calidez y amabilidad pura, como si estuviera dispuesto a ayudar al que le necesite.
—Ya he tenido suficiente esta noche y no veo la hora de llegar a casa, por favor --suplique.
—Bueno, pero por lo menos dime tu nombre.
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Maybe I'm Amazed • Paul McCartney y Tú (EN REVISIÓN)
FanficMe enamoré de la persona prohibida, mi hermanastro. Fue difícil aceptar que gustaba de la última persona de la que debía. Pero para cuando nos dimos cuenta, ya estábamos metidos hasta el cuello.