IV.Deivid

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No puede ser que me haya alterado tanto, realmente estoy mal, no puede ser que esa chiquilla mimada haya roto mi autocontrol, prometí que nadie volvería hacerme débil,
pero a quien engaño encontrarla herida en el bosque me afecto demasiado, a tal punto de aceptarla como mía.

Flashback

-Alejandra tu hija debería saber que es única y que está destinada a mí, que la he marcado.

-Te he dicho mil veces que no
ella ante todo es mi pequeña, y debe vivir una vida lo más normal que se pueda.

-Tiene razón Deivid te respetamos y te seguiremos siempre pero como tus consejeros, y padres de Esmerald debemos hacerte entrar en razón a penas tiene 16 años, ella es una niña que aún está molesta,
que cree que tu eres la peor persona del mundo, no tiene amigos, está aislada no puedes ir decirle eres mía... de la noche a la mañana, ella no sabe más que cuentos e historias de este mundo

-William esto es su culpa, ustedes desearon que viviera una vida de mortal que no era de ella, y lo del aislamiento todos estábamos de acuerdo en ello no me vengas a reclamarme sobre eso, al contrario fue toda idea de ustedes dos, si no mal lo recuerdo ustedes fueron los que implantaron esos recuerdos, haciéndome ver a mi como el peor ser, alejándola de sus padres, cuando la verdad es que ustedes no podían protegerla.

-No nos faltes al respeto Deivid , si bien es cierto manipulamos su mente a favor de que ella no cometiera locuras contigo, era una niña y la tenías en tus aposentos, se que romper la maldición es importante para el mundo y detener a Miranda pero es mi pequeña y si él la encuentra la matará debes protegerla, ella nos prometió que no le pasaría nada si la manteníamos aislada de él, pero no significa que confiemos en ti.

-Te he explicado mil veces que ella no se sentía bien y no pensé más que en ayudarla, solo.

-¿Solo qué?

-Alejandra olvídalo yo la amo, es mía la quiero cerca, su olor me mata, él no puede llevársela.

-Espero sea así porque aunque tú seas el rey de los licántropos, señor de los vampiros y guía de los vivos prefiero mil veces, morir por traición a que te atrevas a lastimarla.

-William sabes que si permití que ella se alejara del castillo y viviera todo este tiempo pensando que es normal y que soy la peor persona fue para protegerla de los que se han infiltrado en mi reino para hacernos daño, pero ya no soporto que se mantenga en ignorancia de lo que sucede, no puedo protegerla desde tan lejos, la necesito aquí para protegerla yo.

Me frustra tener que darles tantas explicaciones pero con el tiempo se han ganado mi respeto y confianza, sus consejos han sido sabios para su corta edad por ello siempre han sido mis manos derechas, Alejandra es noble astuta y una muy buena estratega mientras que William tiene una fortaleza y perseverancia que en ocasiones envidio, es la persona más sabia que conozco.

-Deivid, William y yo queremos pedirte algo.

Veo como William se tensa al escuchar las palabras de su mujer pero no dice nada.

- Hemos decidido que si Esmerald va a vivir acá, queremos que sea como tu esposa, y antes que digas lo contrario, debo decirte que ella es una joven que no te permitirá que te acerques a ella por su voluntad, debes cuidarla de cerca y ganar su amor y confianza antes que él la reclame.

Maldición esto no puede estar pasándome.

Fin flashback

Y así fue como termine metido en este embrollo con mis nervios de punta, sabiendo que ella no me la pondrá fácil.

Marcos mi fiel guarda espalda, debo decir que es mi favorito, es discreto, leal y nunca me cuestiona una orden es perfecto para que cuide a mi pequeña prometida.

Dioses que me está pasando, ella me vuelve débil, ella me hace pensar en cosas que creí muertas en mi.

No puedo enamorarme, las mujeres no son buenas, mas si tienen poder, es mejor que me cuide de no dejar que me afecte Esmerald o estaré perdido.

Aunque ella hoy ha sido la ruina de mi autocontrol verla ha sido como un balde agua fría estaba realmente divina, toda una diosa, como me hubiera gustado saber que le pareció mi obsequio es una pena que el vestido se haya dañado, los elfos no siempre hacen un obsequio tan fino para alguien que no conocen.

Dejo de pensar tonterías y le hago señas a Marcos para que venga.

-¿Señor?

-Marcos necesitó que vayas a la habitación de mi prometida y le lleves esta caja, dile que no tarde que la espero en el carruaje.

-Como ordené sus majestad.

Hace una reverencia y se dirige a donde esta ella.

Me pregunto que pensara cuando se entere de la verdad, dejo de pensar en eso y me dirijo a esperar en el carruaje, todos me hacen reverencias por donde paso, saben quién soy y aun me temen y respetan, eso me molesta me siento impotente por no cuidarlos como se merecen llegó al carruaje y me siento admirando por la ventana los alrededores, sabiendo que apenas esto está empezando y que cuando él la encuentre se librará la peor batalla.

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Una doncella confundida dos Reyes que sucederá?

Espero esté siendo de su agrado chico@s 
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Secretos: La Dama del Rey Tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora