XXXIII.Eres parte de mi, como yo de ti

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Siento como Roth me pone en el suelo, hay un silencio abrumador en el sitio, pero no me permito ser consciente de mi alrededor el dolor me esta matando, no lo soporto y no se como podre aguantar mas.

-Largo, no quiero que nadie este acá, esto es entre ella y yo.
Dice Roth muy molesto sin apartar la vista de mi

Intento levantarme pero el brazo de Roth me lo impide y solo puedo ver como todos marchan con rumbo al castillo, sin decir ni una palabra, recuesto mi cabeza en el pecho de Roth y dejo que me sostenga, e intento buscar desperadamente con mi mirada a Félix pero no logro encontrarlo y eso me pone muy nerviosa, solo espero no cometa ninguna locura.

-Tranquila Esmerald el esta bien solo nos esta dando espacio, pero puedo jurar que el esta mas cerca de lo que puedo tolerar.

Roth empieza a tararear una melodía que no logro identificar, y siento como empieza a romper mi vestido lentamente, intento detenerlo pero el me impide hacerlo, estoy tan atenta a sus manos que ya no siento el dolor en mi pecho, retira el exceso de tela de mi vestido, dejándome con una fina tela intima muy transparente, siento el frío de la noche y  me hace estremecerme y provoca que mi piel reaccione, poniendola muy sensible a su tacto.

-No sabes lo hermosa que te ves.
Dice Roth

Intento hablar pero una punzada muy dolorosa en mi pecho me lo impide, haciendo que un grito ahogado surja de mis labios, siento como Roth me toma mas fuerte en sus brazos y la melodia se vuelve mas rápida en sus labios, cierro mis ojos y me concentro en sus palabras, hasta que un dolor diferente abarca todo mi cuerpo provocando que me separe bruscamente de Roth, no puedo respirar es un dolor indescriptible, toco mi pecho y siento una daga, Roth me ha apuñalado, no lo puedo creer,la sangre brota como un manantial de mi, provocando que la poca ropa que llevo se pegue a mi cuerpo, el frío cala en mis huesos y el dolor es algo que no puedo describir, observo a Roth que sigue concentrado en esa melodía, sin hacer nada mas, solo observandome como me desangrado ante su mirada.

Siento mis párpados pesados, nunca pensé que todo terminaría así, sin poder decir nada, ni poder defenderme, solo mirando esos hermosos ojos plateados, que tanta calidez me brindaron, mi cuerpo arde, es como si se estuviera quemando, necesito agua, la necesito con urgencia.

-Por favor Roth ayudame.
Suelto esas palabras, como un susurro.

Y veo como Roth se inclina ante mi y retira la daga de mi pecho con mucha delicadeza, lame la daga y veo como cierra sus ojos parece disfrutar de mi sangre y en un rapido  movimiento la clava en su pecho, en su corazón al igual que ha hecho conmigo, intento levantar mis brazos y ayudarlo pero el me lo impide, su sangre cae sobre su pecho descubierto, huele muy bien pero como si supiera lo que estoy pensando el retira la daga, e intenta ponerla en mis labios pero me resisto un poco.

-Prueba pequeña.
Responde Roth

Sus palabras suenan como una suplica y hago lo que me pide, pruebo su sangre y es algo muy bueno sabe como ha  uva pero un poco mas dulce y fresca, levanto la mirada de la daga y solo veo la sonrisa de Roth en su rostro, deposita un beso en mi frente, y continua cantando esa melodía que provoca que me relaje, me acomoda mejor en sus brazos, permitiendo que mi cabeza descanse en su hombro, y sus brazos me sostengan, observo mis ropas que ahora son solo una fina capa pegada a mi cuerpo que hacen ver mis pezones duros por el frío de la noche, pero me detengo a contemplar la herida en el pecho que poco a poco se esta cerrando, sin dejar ninguna marca  en mi piel.

Cuando ya ha cerrado totalmente, empiezo a sentir como mi piel donde antes estuvo la herida empieza arder, intento apartar los brazos de Roth de nuevo pero me lo impide y solo intenta calmarme pero no puedo concentrarme el dolor me sobrepasa.

Secretos: La Dama del Rey Tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora