XVI.Tensión sexual

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Sentí como la mirada de Félix me invadía, era una sensación extraña y única, se que ya lo había besado y que había esa atracción entre nosotros que no puedo describirla pero ahorita mientras estamos en el comedor, tomó asiento a la par de el, estoy tan nerviosa porque en todo el camino no dejo de verme como si tuviera hambre, me atrevo a verlo y lo primero que dice me deja impactada.

-Esmerald tengo  ganas de ti.

Esa frase me ha dejado rígida siento como todo mi cuerpo se pone alerta y empiezo a ponerme nerviosa.

Se dedica a observarme detenidamente, se levanta y se acerca a mí.

-Mataré  a Alex.

-¿Que?  Respondo confundida.

-Ese vestido es muy revelador, pienso en todas las formas de hacerte mía.

Siento mi cara arder, y se que me he puesto roja pero no puedo apartar mi mirada de esos hermosos ojos,
se acerca mucho, está tan cerca de mis labios, que no me permito ceder a ese capricho, pero deseo tanto que me bese.

Y sin que el se lo espere rompo con la poca distancia y empiezo a besarlo, sus besos son una droga para mi, son besos agresivos pero suaves  a la vez es como si Félix se estuviera controlando, lo traigo  más y el con su mano libre me levanta de la silla, y en un imperceptible movimiento, el está en la silla y yo estoy sentada en su regaso, sin dejar en ningún momento de besarnos,
me detengo porque siento que no tengo aire, el parece notarlo y me brinda espacio para recuperarme.

Mi respiración es muy agitada, pero el esta como si nada hubiera pasado, me arrecuesto a su pecho y el empieza a besar mi cuello bajando lentamente.

-Esmerald te necesito.

Sólo esa frase hace que me derrita en sus brazos, por primera vez en mi vida siento que le importó a alguien de verdad, y puedo permitirme sentir amor, sin sufrir

-Soy  tuya, y tu eres mío.

Esa frase sale de mi, y me sorprendo  porque nunca fui alguien sumisa, y menos tan impulsiva  pero se siente tan bien.

El se detiene y me permito voltearme y ver
su rostro que refleja un dilema, es como si era lo que deseaba escuchar pero no se los esperaba, cierra los ojos y niega con la cabeza, me permito besarlo, tratanto de expresar lo mucho que lo quiero, son  besos lentos y perezosos ahora, donde por primera vez desde que nos conocimos llevo el control, se detiene y sus ojos  empiezan a tener una tonalidad en rojo vino, no son como los que vi la primera vez estos  tienen un matiz oscuro y muy hermosos.

- Esmerald déjame morderte, tengo ganas de ti.

Sin que lo repita de nuevo, y ante su mirada atenta, bajo los tirantes  de mi vestido y enrollo mis piernas en su cintura una posición que me permite  verlo a los ojos y donde tendra mejor acceso a mi cuello, el está tan sorprendido pero no dice nada.

-Pequeña me matas.

El me toma de la  cintura y empieza a besarme, muy lento y rico, empieza a repartir besos por mis Mejías, mi labios, mi cuello donde se tiene por mas tiempo.

-Te dolera un poco.

No comprendo lo que dice, hasta que siento como muerde mi cuello y sus colmillos se adentran  en mi, en una sensación dolorosa, pero es algo único, siento placer y me permito relajarm, con mis manos empiezo a tocar el cabello de Félix, mientras bebe  de mi.

Siento  mucho sueño, y lo brazos me pesan, no se que sucede pero veo que Félix sigue bebiendo de mi, se ve tan adorable,  que no deseo interrumpirle pero siento mucho sueño y mis párpados pesan, intento hablar pero las palabras no salen de mi.

-Fe..liix

Pero el no me presta atención, está demasiado concentrado bebiendo, ya no tengo fuerzas, me está secando, a pesar de ser especial veo que igual puedo morir.

Intento concentrarme  en Dimitri, pero no se como llamarlo, el dijo que cuando lo necesitará sólo pensará en el, lo intento pero veo que es algo tonto, no creo que venga, intento alejar a Félix de mi pero no tengo fuerzas, derramó mis lágrimas, Por la impotencia que siento, se que moriré sin poder obtener las repuestas que necesito, y de no poder vengar a mis padres.

Escucho como derriban las puertas y mi cuerpo  es tomado muy agresivamente de los brazos de Félix, trato de ver y es Dimitri quien me sostiene ahora.

Félix tiene una mirada cruel, sus ojos son otra vez del color rojo sangre, eso significa que está muy molesto da tanto miedo.

-La estabas secando mi señor. Dice Dimitri.

Félix no responde.

Trato de ver a Félix pero el cuerpo de Dimitri me lo impide.

-Escucha  a Alex  mi señor y déjame a Esmerald yo cuidare de ella mientras  te recuperas.

-Dimitri gracias.

Veo como Félix sale y  logró ver sus ojos que están llenos de lágrimas y tiene mucha sangre derramada.

Dimitri  me carga y nos dirigimos a mi habitación supongo, estoy tan mareada que todo me da vueltas.

-Esmerald  yo te cuidate tranquila 
Pronto estaras como nueva.

-Di..mi

-shhh! No hables descansa yo cuidaré de  ti
Eres mi vida.

Debo haber  escuchado mal así que ignoró lo último.

Cierto los ojos pero  Dimitri hace que los abra y deposita su brazo con sangre en mis labios, intento rechazarla porque  Félix me dijo que sólo el podría alimentarme, pero el me lo impide.

-Bebe Esmerald  o ¿quieres morir?

Me niego pero al final sedo, y empiezo a beber de su sangre, y  es algo tan refrescante  y me llena, siento como recupero mis energías, y tomó su brazo sin ninguna delicadeza, el me lo permite mientras toca delicamente mi cabeza.

Dejo de beber, y lamo sus heridas para curarlo, mi ojos realmente pesan tengo mucho sueño  y empiezo a sumirme en los brazos de Morfeo, y lo ultimo que veo es  un Dimitri muy contento.

-Sabia que eras tu.





Secretos: La Dama del Rey Tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora