IV.¿Quién soy?

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Estoy tan impactada que no siento que mi madre me está abrazando,
no puede ser verdad lo que están diciendo mis padres, no puedo ser yo esa bebé de la historia, diablos esa es una historia muy vieja como para ser yo definitivamente si antes no me dio un ataque al corazón esto podría dármelo.

-Mi niña se que tienes muchas preguntas pero debes saber que ante todo te amamos.

En eso observo que alguien está en la puerta, y veo que le entrega una caja muy parecida a la que el rey me mando en la mañana, porque ahora que me doy cuenta ha oscurecido, rayos sí que me he lastimado muy duro la cabeza para haber dormido tanto.

-¿Esmerald dime algo?

Fijo mi mirada en la de mi madre pero no me salen las palabras, estoy tan confundida y cansada que lo único que deseo es dormir y no despertar, y si lo hago descubrir que esto ha sido un mal sueño, pero sé que eso es una locura.

-Esmerald, Deivid ha mandado esto para que te cambies.

Asiento, y agarro la caja de las manos de mi padre, sin mirarlo a los ojos, la verdad es que se que es un comportamiento infantil pero me siento herida porque me han ocultado algo que me afecta demasiado.

-Les pido que salgan y me permitan cambiarme.

Mi padre sale dejándome con mi madre, al parecer no entendió que necesito estar un momento sola para pensar antes de salir.

-Madre tu también, por favor necesitó un momento.

-Pero Esmerald, necesitaras ayuda con el vestido.

No había pensando en eso, sólo asiento y le permito que me ayude, me arregle.

Ella realmente es muy rápida y la mejor en esto, es algo que siempre he admirado de ella, me ha dejado muy hermosa, a pesar de que por dentro me siento destruida.

-Listo pequeña estas muy bella.

No respondo, no sé qué decir por primera vez en mi vida, solo asiento sin dejar de verme en el espejo.

Recojo mis pocas pertenencias y las meto en la caja donde venia el vestido, me dispongo a salir con ella, cuando inmediatamente el hombre que había visto anteriormente con la caja hace una reverencia y me la quita.

-Gracias, ¿Puedo saber quién eres?

-Por supuesto su alteza, mi nombre es Marcos y soy el guardaespaldas del rey.

-Por favor llámame Esmerald y es un gusto conocerte.

-El placer es todo mío mi señora, digo Esmerald.

Le sonrió me ha caído muy bien y veo que mis padres están entretenido con una conversación así que le pido a Marcos que me guíe al carruaje.

Mis padres se percatan y nos siguen, están muy callados.

En el camino me fijo detenidamente en Marcos tiene una belleza inigualable, es alto debe medir 1.90 metros, un cuerpo fornido, cabello castaño, unos ojos color miel que te atrapan con su mirada, es un hombre muy apuesto no puedo negarlo.

Marcos me estaba explicando que después de mis padres esta él en la cadena de mando y que si deseo algo se lo haga saber, es muy amable y me agrada

-Hemos llegado señorita.

-Esmerald, por favor Marcos.

-Si discúlpeme.

Le dedicó una sonrisa mientras asiento en su dirección.

Me ayuda a subir al carruaje, y observo que el rey está perdido en el paisaje, sin decir algo me coloco a la par de él, mi madre es la siguiente en montarse con ayuda de mi padre y por último mi padre y toman asiento enfrente de nosotros.

-Esmerald te ves preciosa dice Deivid.

Le sonrió al rey y antes de que pierda el valor le digo.

-Quiero agradecerte por los vestidos, es una pena que el anterior se haya dañado, pero también debo decirte que a pesar de que me has perdonado la vida y me hayas rescatado de la muerte en varias ocasiones, no puedo casarme contigo, y por favor no culpes a mis padres por esto, ha sido toda idea mía.

Levantó la vista que sin querer la había bajado a mi regazo, y observo a mis padres que su cara es un dilema, volteo a ver al rey y el esta tan calmado que me sorprende.

-No es el momento de hablar de eso Esmerald, pero te diré una cosa no te he preguntado si deseas casarte conmigo, tu eres mi prometida desde tu nacimiento espero que te quede claro.

Me siento insultada, e impotente el no puede decidirlo, sé que es el rey pero no le da el derecho a nada.

Mis padres esta vez no dicen nada es como si estuvieran de acuerdo con él.

-No entiendo, porque deseas casarte conmigo cuando estoy maldita y cuando un rey loco del tiempo desea lo mismo que tu.

El rey empieza a reír con fuerzas, y me siento una tonta por permitir que se burlé de mi, cuando estoy a punto de decirle lo que pienso de él, el carruaje se detiene de manera abrupta y hace que pierda el equilibrio y caiga en las piernas del rey,
rápidamente y con la cara roja me recompongo, y escucho que alguien gritar mi nombre.

Esmerald! ¡Esmerald¡
Sabemos que estas ahí sal del carruaje o mataremos a los que amas uno por uno.

-El rey se tensa a mí alrededor pero no dice nada, y mis padres lucen nerviosos, pero tampoco dicen nada solo ven a Deivid.

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En ocasiones no se puede engañar al destino
Si es tuyo  siempre será tuyo pase lo que pase
Bueno chic@s espero la estén pasando bien
Voten y comente que les está pareciendo 😉

Secretos: La Dama del Rey Tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora