Los desayunos en mi familia son lindos. Podría decirse, sí tenemos modales en la mesa y no decimos malas palabras podremos tener una agradable conversación con nuestros padres.
—¿Estudiaste para tu examen de química, Hunter? —Banana mira a Hunt con tranquilidad.
—Sí pero todos sabemos que no sirve de nada. La química me odia y yo la odio a ella, estoy bien así —se encoje en hombros y yo suelo una pequeña risa. La Dona me mira mal.
—No es gracioso —advierte.
—No, claro que no —ahogo mi risa y sigo comiendo mi desayuno con la cabeza baja.
—Cariño, podrás con eso, lo sabes —sonríe Papá tomándole la mano esperanzador.
—Por supuesto —él esboza una risa y al igual que yo trata de ocultarse tras su comida.
Papi rueda los ojos ante eso y el resto de la mañana pasa en silencio, luego nos llevan a la escuela antes de ir a su trabajo como es costumbre. Hay gente del instituto que sabe que nuestros padres son.. dos padres. Y hay quienes no, es un tema que vemos normal, no nos parece relevante mencionar que tenemos dos padres. Pero sabemos que hay a quienes eso les parece insano, inapropiado e inadecuado. Por ello no hablamos mucho de el tema para evitar problemas, por mas injusto que eso sea ya que estando en pleno siglo XXI la gente sigue teniendo prejuicios sobre la homosexualidad, es una idiotez pero forma parte de la realidad, no todos lo aceptan.
Sin importar eso, Hunter y yo somos un producto de su amor y un vientre alquilado. La gente tendrá que vivir con eso.
—¿En serio estudiaste para tu examen? —interrogo cuando estamos caminando en el pasillo. Estamos en el mismo año, penúltimo, pero no tenemos muchas clases juntos.
—Nop —voltea y me sonríe—. Me he rendido. La química es una bestia.. —suspira— indomable.
—Sí repruebas tendrás un pase gratis a la Villa Sermón —aseguro con un bufido. Nos detenemos frente a la puerta de su clase, está antes que la mía y hacemos parada aquí.
—Tengo listo mi pasaporte —mira hacia el aula con resignación y luego vuelve a mí—. Nos vemos al salir, niña rebelde. Procura no acercarte a los detecta metales .
Ruedo los ojos y sin responder me doy la vuelta para terminar mi recorrido hasta mí salón. Juego con mi piercing dentro de mi boca, no me acostumbro a él, se siente muy.. diferente en un buen sentido.
Tengo amigos contados aquí, no soy muy sociable y lo reconozco, mi personalidad se revoluciona cuando veo a alguien nuevo y me veo obligada a presentarme, detesto ese aspecto de mí pero no puedo ocultarlo. Soy muy tímida. En toda la clase de historia no emití una sola palabra, tomé apuntes como una buena chica y salí de ahí cuando el timbre sonó, repito el proceso en trigonometría aunque ahí presté una especial atención; esta chica es amante de los números en secreto. De niña no necesitaba usar los dedos para sumar, soy una genio y la profesora está de acuerdo conmigo porque le caigo muy bien, suelo acabar antes los exámenes y charlar con ella, es una señora agradable para ser maestra. Cuando salgo de dicha clase busco a mi limitado grupo de amigos que están en la mesa de siempre, son una de las pocas personas con las que me siento a gusto.
—Harriet —me sonríe con picardía Claire. Una chica rubia y bonita, es muy buena—. ¿Cómo estás, cuñada?
Y está enamorada de mi hermano.
—Estaré bien en cuanto dejes de decirme así —bromeo una vez que estoy sentada y mi bandeja está en la mesa. Saludo a Aaliyah, Cooper y Caleb, el resto de los chicos.
—Sí, eso es descarado —ríe Cooper. Es primo de Caleb, pelinegro, divertido y lo suficientemente bajo para ser blanco de muchas risas. No como Caleb, es varios centímetros más alto, su cabello es mas claro y parece más calmado que un buda las veinticuatro horas del día, lo único que comparten es su piel blanca y la regla que tiene su familia sobre los nombres que comiencen con C.
![](https://img.wattpad.com/cover/116842981-288-k473438.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El secreto de los Dallas.
Teen FictionCualquiera diría que ser hija de una pareja homosexual en medio de Minnesota es el sueño, pero no cuando son dos sobreprotectores que te tienen bajo su lupa las veinticuatro horas, al menos es lo que se repite Harriet a diario. Su vida está restrin...