Hunter.
Los preparativos ya están hechos, mis padres están mas emocionados que nunca y Harriet luce preciosa en el vestido que le obsequiaron.
También luzco ardiente en el traje.
La boda será en cuestión de horas, la idea de hacerla en una iglesia sólo nos causó gracia, así que estamos el día de hoy en un club que tiene un jardín gigantesco de película, doy vueltas por todas partes buscando ser útil en algo pero al parecer todo está cubierto por los decoradores, servicios y claro, Harriet. He de admitir que me siento inservible ahora, es la boda de mis padres, al menos podría hacer algo, ¿no?
Hoy el frío es tolerable, lo que es una suerte para las chicas con vestidos. Aunque no estemos en temporada esto es Minnesota y puede nevar en cualquier día del año.
Luego de darle tres vueltas al lugar en busca de algo que hacer, me doy por vencido y tomo asiento en las sillas cerca del arco de flores blancas en donde mis padres van a desposarse.
Ahí me quedo un rato mirando cada detalle del arreglo como si fuese lo más interesante del mundo, y comienzo a pensar. Mis padres van a casarse. Hoy será uno de los días mas memorables de sus vidas, todo debe salir bien, y yo como hijo debería asegurarme de eso. En su lugar, me beso a escondidas con mi hermana y no soy de utilidad para la ceremonia más que para aplaudir y contar chistes. Me siento tan extraño ahora.
Es mi ultimo año, el de ella igual. Nos graduaremos pronto e iremos a la universidad, quizá estudiemos juntos o... en distintos estados del país, muy lejos.
Así como podríamos ir y estudiar algo en la misma universidad y... ¿y qué?
¿Tener algo? ¿Hacer cosas de parejas?
Es tan tonto pensar así. Podríamos estudiar juntos, ¿y luego? Nuestros padres nos visitarían cada semana, lo más probable es que sea junto a Matt, y yo... ¡Ni siquiera se que estoy pensando! Pienso en planes a futuro que sé perfectamente que no ocurrirán, mi lado realista me lo hace saber. Y es... tan frustrante.
—¿Qué tanto piensas? —me salta el corazón con oírla tan repentinamente.
Harriet se sienta junto a mi y me mira tranquila, le echo un vistazo completo y retengo un jadeo, está hermosa, vivo con ella y el verla todos los días hizo que no me diera cuenta del cambio que hay en ella. Quisiera negarlo pero no puedo, ella me calienta.
—En que estoy sentado aquí siendo parte de la decoración mientras todos tienen algo que hacer —no es totalmente mentira. Eso me pone realmente incómodo
—Tonto —me sonríe—. Habrá mucho más que hacer, ¿sí? Solo espera —yo le sonrío sin ganas. Porque sé que lo que dices no es del todo cierto, además de que tenerla cerca luciendo así de ardiente me está poniendo los pelos de punta.
—Claro —asiento—. Harriet...
—¿Sí?
—Estás hermosa.
Decirlo se sintió como exhalar. Estaba conteniendo eso y ahora estoy satisfecho, o bueno... al menos en una parte.
Sus mejillas se tornan rojas haciéndome reír, resisto el impulso de acercarme a ella y besarla porque hay como cinco decoradores alrededor, así que... es impensable.
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El secreto de los Dallas.
Teen FictionCualquiera diría que ser hija de una pareja homosexual en medio de Minnesota es el sueño, pero no cuando son dos sobreprotectores que te tienen bajo su lupa las veinticuatro horas, al menos es lo que se repite Harriet a diario. Su vida está restrin...