Parpadeé sorprendida sintiendo las lágrimas en los ojos. Estaba en mi habitación del palacio de mi madre, la había reconocido por las sábanas en las que estaba metida, con ropa. Pero no sabía como había llegado hasta allí. Lo último que recordaba era haber comprobado si tenía la Piedra de Hielo en el bolsillo. Luego todo se había vuelto borroso y me había despertado aquí. Cómo había podido perder la Piedra de Hielo? Pero lo que tenía delante no podía ser verdad. O sí podía? Matt estaba muerto, pero entonces por qué estaba delante mío mirandome con preocupación?
- Alex , estas bien ? Llevas tres días incons...- empezó a preguntarme con ansiedad , pero yo le corté.
- Quién eres? -le pregunté aguantando las lágrimas que amenazaban con salir.Había intentado decir que llevaba tres días inconsciente?
-No recuerdas quién soy, Alex?- me preguntó con dolor.- Soy Matt.
- Matt?- pregunté sin comprender.Matt estaba muerto. Yo misma lo había comprobado, había llorado por él. Esto era imposible. - Matt está muerto.- afirmé mientras una lágrima rebelde se escapaba de mi ojo derecho.
Él me miró con el dolor fijado en su mirada verde.
- Alexandra...- me empezó a decir con voz seria.
- Dame una razón para creer que en realidad, tu eres Matt.-le interrumpí.
- Tres días inconsciente, pero sigues igual de cabezota - sonrió de medio lado y rebuscó algo en su bolsillo del pantalón.
- Eh!- protesté cuando sacó el colgante que él me había regalado. El que tenía una manera de abrirse que solo sabíamos él y yo.
- Se te cayó mientras corrías y te lo recogí. -se encogió de hombros y lo puso donde yo pudiera verlo mejor.
El corazón me dio un vuelco cuando comenzó a pasar el dedo por el colgante recorriendo la "M" de punta a punta. El colgante brilló un momento y luego hizo un "clic" y se abrió, dejando ver una foto que nos habíamos hecho juntos con Ty.
Yo le miré, nuevamente con lágrimas en la mirada mientras el me sonreía.
- Ya te había dicho que era yo...-pero no pudo decir nada más porque me había tirado encima de él.
Y lo besé. Lo besé, cuando había pensado que nunca más iba a poder hacerlo. Y lo abracé cálidamente, cuando creí que nunca iba a ser posible. Pero ahí estaba él, riendo de felicidad.
Y luego le pegué una colleja en la nuca.
- Ay!- se quejó mirándome confuso-Y eso a qué viene?
- Por dejarme y morirte.
-Creo que deberías saber que no lo hice adrede -dijo mientras fruncía el ceño.
Y llegamos al punto que me estaba rondando la cabeza todo el rato. Si de verdad había estado muerto, cómo podía estar vivo ahora? Que yo sepa, resucitar era imposible.
- Pero, cómo has ...?
-...Vuelto a la vida? - terminó por mí.
Yo asentí y él se rascó la nuca inconscientemente.
- Esa es una larga y complicada historia - me dio una de esas sonrisas torcidas que me encantaban de él.
- Tengo tiempo-dije mientras me incorporaba.
Él abrió la boca para decir algo cuando un sonido en la puerta de mi habitación lo interrumpió. Alguien estaba llamando.
Y de repente , la puerta se abrió y entraron todos mis amigos en trompicones, a la vez. Estaban Ashley, Will, Amaia y Carol.
- Alex! - dijeron todos .
Pero yo solo miraba a Carol. Y al momento siguiente estaba de pie abrazandola .
- Ya estoy bien, Alex-me dijo cariñosamente- Gracias a ti.
- Gracias a mí ?- le pregunté mientras me volvía a sentar en mi cama.
Todos también se acercaron a la cama y se sentaron en el borde de ella junto a Matt.
Les di a todos un abrazo, incluido al pulpito (Will).
-A ver por donde empezamos- suspiró Matt.
- Qué tal por el principio? - les alenté.
- Bien, pues justo después de que te desmayaras...-comenzó a explicar Ash.
- Me desmayé?-le interrumpí.
- Sii!-me contestaron todos a la vez. Que malas pulgas, pensé.
- Bueno - siguió Ashley - justo después de que te desmayaras, todos los que habían muerto, comenzaron a brillar con una luz muy extraña y resplandeciente.
Iba a preguntar algo, cuando Amaia y Carol dijeron a la vez:
- Deja que termine de contarte y luego preguntas.- yo asentí confundida.
- Y cuando dejaron de brillar, todos, absolutamente todos, abrieron los ojos y despertaron. Sin recordar nada de nada.
Les di una mirada rápida a Matt y a Carol.
-Y eso qué tiene que ver conmigo?-pregunté.
- A eso voy. -me contestó mi mejor amiga- A parte de la emoción de que los muertos habían vuelto a la vida,era extraño que tu fueras la única que se había desmayado. Así que cuando volvimos a la escuela y se lo contamos todo a Agnes, ella nos dijo que te había regalado su Piedra del Hielo. Y ahí fue cuando encajó todo.
- Pero yo perdí la Piedra antes de poder formular mi deseo - le recordé tristemente.
- Alex, tú no perdiste la Piedra, ella sola desapareció. Nadie te ha contado cómo funciona la Piedra?-me preguntó Matt con una sonrisa.
- Tu pides un deseo y la Piedra lo concede...- dije más bien en forma de pregunta.
- No es necesario pedir el deseo, ella sola lo detecta-intervino Ashley. Al ver mi cara de " no-entiendo-ni-papa" añadió- Con eso me refiero a que no es necesario pedir el deseo porque la Piedra sabe cuando es el deseo más puro y limpio, y lo concede aunque tu no lo hayas pedido.
- Ahora que lo dices- les dije al recordar- hubo un momento en que deseé con todas mis fuerzas que nadie hubiera muerto.
Todos me sonrieron.
- Y ahí fue donde la Piedra detectó el deseo y lo concedió. Por eso, cuando recordaste que tenías la Piedra, no la encontraste porque ya te había concedido el deseo.-me dijo Amaia.
- Tú salvaste a todos-me sonrió Carol.
Yo me sonrojé.
- Y sabes lo que eso significa? -me preguntó Will con una sonrisa traviesa.
Yo negué con la cabeza. Todos se miraron y entre ellos y se dieron sonrisitas cómplices.
- Significa que te has convertido en la heroína de Eldim- dijeron todos a la vez.
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Fire
FantasyAlexandra Collins tenía una vida bastante normal despues de haber pasado casi 16 años desde la muerte de sus padres. Sin embargo, con la llegada de 3 misteriosas personas empezará una aventura que cambiara su vida. ¿Para bien o para mal? Descúbrelo...