capítulo 8

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P.O.V. Alex

Me quedé mirando sus caras emocionadas y sus sonrisas maliciosas mientras sus ojos negros brillaban. Creo que estaba en shock.Hacerme pasar por mi madre? Estas dos están locas de remate? Se les ha ido el sentido común por la ventana? No respondas a eso.Creo que todo el mundo sabe la repuesta.

- Estás de broma,  no? -le pregunté mientras se me escapaba una risita nerviosa.

Luz y Calor compartieron una mirada cómplice y dijeron simultaneamente:

- No.

- Enserio?

- Que no!

- Pero...

- Una promesa es una promesa!

Yo suspiré resignada y me senté en el borde de la cama deshecha.

- Vosotras también me habéis hecho una promesa. - les dije.

Calor se sentó a mi lado y me puso una mano en el hombro mientras que Luz se arrodilló enfrente mío para ponerse a mi altura.

- Sarah...

- No!- interrumpí a Luz con un deje de molestia- Estoy harta de que nadie me diga nada! Algo importante que debería saber, pero que nadie se atreve a decirme! Y cuando mi madre decide que me lo va a contar desaparece!

Cerré los ojos con fuerza intentando controlar mi genio. Luz y Calor no habían hecho nada.No era su culpa. No era culpa de nadie excepto mía.

- Cariño, sabes que las cosas están muy difíciles después de la desaparición de tu madre, verdad?- me dijo Luz dulcemente.

Yo abrí los ojos lentamente y asentí en su dirección. Calor me acarició la espalda.

- Sarah, te prometo, te prometo de verdad, que cuando acabe la reunión esta, te contaremos absolutamente todo. Y ahí decidiremos lo que hacer, o contárselo a los otros elementos o hacer algo nosotras. Vale?-me dijo Calor.

Yo quería saber la verdad, pero suponía que era la mejor oferta que me podían hacer, así que les dije que sí y nos fundimos en un abrazo.

Calor y Luz se separaron un poco de mí y dijeron:

- Manos a la obra!

Yo las miré con miedo y les dije:

- Qué me vais a hacer?

- Naaada. Te vamos a peinar, a vestir,  etc. hasta que parezcas una verdadera reina.

Yo gemí internamente mientras me sentaban en una silla cómoda enfrente de un tocador blanco. " Todo esto es por tu madre", me repetía en la cabeza.

- A ver, a ver...-murmuraba Luz mientras buscaba unas horquillas para el pelo. Yo recé para que no me los destrozaran.

Cerré los ojos y apreté los puños para no quejarme de los estirones que me hacían. Por favor, no saben peinar sin hacer daño a la gente?

Cuando terminaron suspiré de alivio y abrí los ojos despacio. Me quedé impresionada por lo que vi en el espejo. Me habían hecho un moño trenzado perfecto, como esos que solo salen en las películas o en los libros. Pero además,  quedaba super raro porque en el moño se mezclaban los tonos anaranjados y rojizos mientras que todo lo demás era rubio.Luz y Calor miraron con satisfacción su "obra maestra".

- Sarah, mira que bien te queda este peinado! - me dijo Luz mientras me retocaba una horquilla.

- Le queda genial, pero sabes lo que le falta?- le dijo Calor a Luz.

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