Fire

capítulo 2

Ya casi llegábamos a la puerta de la escuela y yo estaba que me caía de sueño. Fred tenía unas grandes ojeras y se desperezaba mientras yo bostezaba. Esque, aunque no lo creáis,  pasarse toda la noche fregando platos despues de haber tenido pesadillas te daba bastante sueño.  Pero no podía faltar a la escuela. Mañana sería el último día de tortura (colegio) y mi tía me mataría si nos lo saltaramos.

En la puerta de la escuela nos esperaban Jake, Will y Matt. Jake y Will parecían enfrascados en una discusión por alguna de esas chorradas que siempre discutían. Hoy tocaba el tema de quien era la más guapa.

- Pero Katie está mucho más buena-decía Jake todo concentrado.

Will pareció tomarse bastante tiempo para responder, como si se lo estuviera pensando mucho.

- Tienes toda la ...- empezó a decir Will.

- Decías,  cariño? - le interrumpió Ashley que apareció detrás de él,  con una voz dulce extremadamente fingida.

- Que eres preciosa Ash- le dijo un poquito nervioso.

Matt , que se aguantaba la risa, canturreó:

- Controlado por la novia,  que bajo has caído amigo.

Yo estreché los ojos peligrosamente en su dirección y el se calló al instante.

- Mira quien fue a hablar -se rió Jake.

Ashley y yo nos giramos en su dirección,  las dos fulminandolo con la mirada.

Fred , que miraba la escena como alguien que ya está acostumbrado, puso un brazo alrededor  de los hombros de su mejor amigo,Jake. Y le musitó algo al oído que sonaba como : las mujeres son muy difíciles blablabla, peligrosas blablabla y unas cosas más que me hicieron pegarle una colleja. Por qué tenía que tener un primo tan bobo? , pensaba dramaticamente mientras entraba a clase y me sentaba al lado de Ashley.

Nos pusimos en una mesa del fondo, como estábamos acostumbradas a hacer. Unas mesas más alante estaban sentados Matt y Will. Últimamente tenía muchas pesadillas sobre la guerra en la que todo el mundo que había muerto se había salvado y Sombras había desaparecido de vuelta a su dimensión. Pero había algo raro: todo nos había salido bien. Y eso era muy raro. Mi primo y Jake siempre decían que yo era la chica con peor suerte que habían conocido. No os voy a poner ejemplos porque la lista sería demasiado larga. Pero yo tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar,  o ya había pasado.

Lo presentía porque:

a) La cosa importante que me tenía que decir mi madre que tan preocupada la tenía.

b) El hecho de que Matt y Will estuvieran más serios de lo normal y que cuando les preguntaba me decían que no pasaba nada.

c) Lo vais a escuchar a continuación.

- Has recibido un mensaje de la escuela?- le pregunté  sorprendida a Ashley que miraba la pantalla de su móvil con el ceño fruncido.

- De Paula, sí- me dijo asintiendo, pero un poco pálida.

- Ha pasado algo malo?- pregunté preocupada al mismo tiempo que sonaba el timbre que indicaba el final de la clase.

-Será mejor que vuelvas a tu casa, voy a alcanzar a esos dos pillos- intentó sonreir, pero le salió un poco tensa la sonrisa. Y así,  evitando mi pregunta, se fue a alcanzar a mi novio y al suyo que miraban también pálidos a la pantalla de su móvil.

Por qué les habían mandado un mensaje a ellos y a mi no me querían decir lo que pasaba?Estaba un poquito molesta de que a mí no me quisieran decir las cosas;ya sea por mi protección ,porque es demasiado importante o cualquier excusa que me quieran contar.

Caminé cabizbaja hasta la salida de la escuela en donde me topé con Elizabeth,  hermana pequeña de Jake.

- Hey, Alex!-me llamó sonriendo.  Yo le devolví la sonrisa. Era bastante parecida a Jake. El mismo pelo negro y los mismos ojos avellana, que brillaban siempre con la felicidad de una niña de doce años.- Qué bien que solo quede mañana de clases!

Yo le revolví el pelo con cariño.

-Sí,  solo queda mañana.

- Te quedarás el verano aquí? -me preguntó ilusionada. Sentí que se me revolvían las tripas. Me iba a ir todo el verano a Eldim a entrenar mis poderes y ver que es lo que iba mal.No iba a ver en todo el verano ni a mi primo Fred, ni a mi mejor amigo Jake, ni a la pequeña Elizabeth que ya no era tan pequeña.

- Estás bien?-me preguntó mirándome atentamente- Últimamente estás un poco rara. Ya sabes, desde que te fuiste a pasar las vacaciones a casa de Ashley.

- Solo estoy un poco cansada- le aseguré- me he pasado toda la noche fregando platos con Fred. Sin querer,  despertamos a la tia Rose.

- Ya- dijo, pero por su mirada suspicaz supe que no había colado del todo- Sé que nos estás guardando un secreto. Lo descubriré. Te veo mañana!

Y se alejó hacia donde estaban sus amigas como sino hubiera pasado nada.

Me giré y me encontré con los ojos verdes de Matt mirándome en la distancia. Le sonreí,  aunque seguía un poco molesta porque nadie me quería decir nada y era frustrante.

Ya casi estábamos terminando la cena. Fred ya se había ido a la cama.Tía Rose lavaba los platos de la cena y tío Bob leia el periódico.

- Esta noche te dejaste una mancha en un plato. Muy mal, Alexandra. - me comentó tío Bob, con su pelo grisáceo por las canas y sus ojos marrones verdoso mirandome divertidos .

- Muy gracioso, tío,  divertidísimo- dije con sarcasmo haciéndole una mueca.

- Vamos, vamos. Era una bromita! -me dijo riendose mientras la tía Rose suspiraba negando con la cabeza- Y ahora a la cama. -me dio un beso en la frente, me despeinó el pelo y se alejó por el pasillo.

- La próxima vez no me pongas a fregar platos, por favor-le rogué a mi tía. Ella se acercó y me abrazó.

-Duerme bien, cariño. -y se fue a su habitación.

Ya en la cama no podía dormir.Mejor no dormir que tener pesadillas, pensé. Me giré,  pero tampoco funcionaba. Estaba cansada, pero estaba demasiado agitada por lo que podía haber pasado en Eldim, que no podía dormir.

De repente, oí pasos en el pasillo hacia el salón y el sonido de la puerta abrirse. Rápidamente me puse las zapatillas y una sudadera y caminé sigilosamente por el pasillo.

- Hace mucho tiempo que no nos vemos, Rose! Espero que no te hayas olvidado de mí. -dijo una voz que me sonaba mucho. Tal vez demasiado.

Y no me pude creer lo que vi al asomarme al salón.Allí estaban mi sorprendida tía Rose enfrente de Luz, que iluminaba con su luz cegadora todo el salón.