Después de esa charla tan interesante, todos salimos de mi habitación y recorrimos un pasillo decorado en tonos rojos y blancos hasta las escaleras que bajaban al Salon Principal. En la parte de atrás en el centro, habían tres tronos. Los de los lados ( más pequeños que el del centro) eran uno amarillo y otro rojo oscuro. El del medio estaba encima de unos escaloncitos y era más grande que los otros dos. Era de color naranja brillante y tenía tonos dorados por los bordes. Los tres brillaban,igual que yo en la oscuridad, a pesar de ser casi mediodía. Siempre habían estado ahí, pero la primera vez que vine no me di cuenta por que solo pensaba en ver por primera vez a mi madre. Solo habían pasado unos cuantos días desde que sucedió aquello, pero parecían años.
Mi madre, Luz y Calor me esperaban en el salón. Luz y Calor me miraban con idénticas sonrisas radiantes y su mirada traviesa que siempre llevaban. Mi madre me miraba con preocupación mezclada con la felicidad de verme despierta otra vez. Pero había algo más. Orgullo?
Nada más bajar las escaleras me vi envuelta en un gran abrazo por parte de mi madre.
- Deberías haberte quedado donde te dije, podría haberte pasado algo- me regañó suavemente apretujandome más hacia ella- Eres igual de rebelde que tu padre. Él tampoco hacía lo que le decían que tenía que hacer. - añadió con una sonrisa melancólica.
Al menos, pensé, había heredado algo más de mi padre aparte de mis ojos.
Luz y Calor se habían acercado hacia donse estaban los chicos. Luz le daba palmaditas en la espalda a Will, que fingía emocionarse con la escena, mientras Calor le pasaba un pañuelo dramáticamente.
Al ver esto, Ashley rodó los ojos y Will le sonrió traviesamente. Él le cogió la mano a ella y se la apretó cariñosamente. Así que esto es lo que ha pasado mientras yo estaba inconsciente? , pensé. Levanté una ceja pero no dije nada porque mi madre empezó a regañar a su corte:
- Luz y Calor, dejad de hacer tonterías- les dijo. Ellas la miraron angelicalmente fingiendo estar sorprendidas.
Mi madre frunció el ceño en su dirección y ellas levantaron las manos a la altura de sus hombros en señal de rendición. Era increíble ver la sisincronización que llevaban; li hacían todo o casi todo a la vez.
Se acercaron hacia donde estaba yo y me dieron cada una un beso en la mejilla.
- Estamos orgullas de ti- me dijeron graciosamente. Luego Calor añadió:
- Que sepas, que eres más divertida que tu madre.
- Y menos gruñona- me dijo Luz. Calor asintió demostrando estar de acuerdo con eso.
Mi madre, que las había oido, les fulminó con la mirada con una mirada marca Collins. Creo que debería explicaros lo de mirada-marca-Collins, no?
Pues vereis, cuando tenía más o menos ocho años,mi primo me molestaba demasiado. Así que , cada vez que hacía algo que me molestaba, yo le miraba de esa manera. Y con esa mirada, mi primo se cagaba y paraba de molestar. Y Jake, que se partía de risa esas veces, aparte de llamar controlado a mi primo, bautizó la mirada. Y la llamó mirada- marca- Collins. Porque solo un Collins es capaz de hacer esa mirada. Mi tía Rose la hace , mi abuela cuando estaba viva, también. Se ve que a mi madre se le pegó la mirada de mi padre.
- Chicos, creo que deberíais volver ya a la escuela- dijo mi madre sonriendonos a todos- ahora tengo que buscar una cosa, si no os importa.
Y así mi madre subió las escaleras seguidas de Luz y Calor que se habían puesto un poco más serias.
Me giré hacia donde estaba Matt, que me miraba con una sonrisa. Me acerqué a él y le cogí la mano. Fuimos uniendo nuestras manos y desparecimos en otro de mis tornados de fuego.
En el jardín delantero nos esperaban Paula y Agnes.
Agnes fue directamente a abrazar a Ashley y a Will,mientras que Paula se dirigió hacia mí y me dio un abrazo. Otro más para la colección de abrazos que me habían dado hoy, pensé.
- Estás totalmente recuperada, verdad?- me preguntó con sus ojos canelas brillando al sol del mediodía.
-Solo estoy un poco cansada , Paula-le sonreí totalmente-solo eso.
-Me alegro de escucharlo- me dijo- porque después de comer os toca iros.
- Irnos?-pregunté confusa.
- Claro-respondió- en tres días empieza otra vez vuestro colegio en la Tierra.
Yo resoplé. Se me había olvidado completamente la escuela.
- Matt, Ashley , Will y tú os iréis después de comer en la furgo.Creo que deberías empezar a recoger tus cosas.-y dicho esto , se fue a saludar a Matt que estaba acariciando a Ty.
Me di la vuelta y me encontré con Agnes mirándome con esos ojitos azul pálido.
-Alex!-gritó y me abrazó.
Yo le devolví el abrazo. Estaba muy agradecida con ella. Si no me hubiera dado la Piedra de Hielo, ni Matt, ni Carol, ni todos los que murieron estarían aquí.
-Sabes lo que me han dicho?-me preguntó emocionada- Me han dicho que ahora eres la heroína de Eldim!
Yo le sonreí y le contesté:
- Para mí tu eres mi heroína.
A las cuatro de la tarde teníamos todo preparado en la furgoneta- avión-casa- lo que fuera que fuese esa cosa y tuvimos un viaje tranquilo. Se suponía que llegaríamos por la mañana, así que cuando se hizo de noche, nos quedamos hablando en los sillones hasta que , sin darme cuenta, me quedé dormida apoyada en el hombro de Matt.
Cuando me desperté, estaba recostada en el sillón donde escuché por primera ves sobre Eldim , con una manta por encima.
Will, Ashley y Matt ya habían desayunado; así que me tomé un zumo de naranja y nos dispusimos a salir de la furgoneta.
Andamos a través de los campos extensos de Browland,un pueblo situado cerca de Londres, formado por un montón de chalets moderno y casi todo praderas verdes.
Yo les indiqué el camino hacia mi casa y divisamos los muros de la casa de mi tía.
En él estaban apoyados mi primo y Jake, que se sorprendieron al vernos salir a nosotros del bosque de enfrente de mi casa.
Jake vio mi mano entrelazada con la de Matt y puso una mueca extraña. Yo la aparté rápidamente h me sonrojé. Le di un abrazo a Jake y mi primo Fred me revolvió el pelo.
- Que bien que ya estés aquí Alex-me dijo cariñosamente.
Yo les sonreí a ellos, pero Jake no me la devolvió.
- Voy a decirle a mis padres que ya has llegado- me dijo Fred-no te esperábamos hasta mañana.
Jake le dio una última mirada a Matt mientras mi primo le arrastraba hacia la casa para avisar a mis tíos.
Matt me abrazó una última vez y me susurró en mi oido:
-Ya estás en casa.
Yo apoyé mi cabeza en su pecho y suspiré. Estaba tranquila, y no pensé hasta cuando me duraría esa tranquilidad. Sin embargo, tenía una extraña sensación de que se me estaba olvidando algo.
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Fire
FantasyAlexandra Collins tenía una vida bastante normal despues de haber pasado casi 16 años desde la muerte de sus padres. Sin embargo, con la llegada de 3 misteriosas personas empezará una aventura que cambiara su vida. ¿Para bien o para mal? Descúbrelo...