Me llevé tal impresión que se me olvidó respirar por unos instantes.
Debía de ser una broma. Pero yo sabía que no lo era. La primera razón era que Matt se creía que me llamaba Alexandra , que es mi segundo nombre, y la segunda es que el tema era demasiado delicado como para que me gastaran una broma.
Él me miraba con impaciencia, aún esperando mi respuesta. Pero sus ojos se llenaron de preocupación a medida que iba palideciendo. Empecé a jadear y se me empezó a oscurecer la vista y cuando ya pensaba que me iba a desmayar, el agua fría en mi cara me hizo abrir los ojos como platos. Matt había cogido agua con las manos y me la había lanzado a la cara. Esto no se iba a quedar así. Metí mi pie más profundo en el agua y lo levanté en dirección a su cara , dando una patada al agua. Quedó empapado por la parte de arriba. Ups.
Se miró estupefacto y exclamó:
-¡Alexandra!
- ¡Matthew! - respondí en el mismo tono que él.
- Pero ¿qué haces?- me reprochó con la mirada.
Yo me encogí de hombros y le contesté:
- Devolvértela.
- Parecía que te ibas a desmayar, tenía que hacer algo- me miró con impaciencia- entonces, debo suponer que sabes quién es Sarah y que tiene que ver contigo.
Me senté otra vez y volví a meter los pies en el agua, me ayudaba a aclararme las ideas. Estuve pensando en una forma no muy impactante para confesar que yo era la hija de la Dama de Fuego, pero no se me ocurrió ninguna.
-¿Y...? - continuó insistiendo. Vaya, si que era impaciente el tío.
Sin embargo, cuando miré a sus ojos verdes, se me escapó.
- Yo soy Sarah.
Silencio era lo único que se escuchaba después de esa declaración. Él seguía mirandome expectante, como si estuviera reflenxionando sobre si era una broma o no. A mi lado , Ty se removió. Parecía que se había quedado dormido. Acaricié su lomo y él ronroneó en sueños.
- No es una broma, ¿verdad?- me preguntó Matt. Yo negué con la cabeza. No creía que pudiera hablar en este momento.- ¿Y por qué nunca nos dijiste que te llamabas Sarah?
Era una buena pregunta. Y yo le di una buena respuesta.
- Porque también me llamo Alexandra.
En realidad, Alexandra me lo había puesto mi padre, y Sarah mi madre. El nombre de Sarah también me encantaba, pero yo decía que me llamaran Alex por la simple razón de que mi padre había muerto en el accidente y yo no. Pero tampoco me había olvidado de mi otro nombre.
Cuando tía Rose se enfadaba conmigo, tendía a llamarme Sarah. Y el día de mi cumpleaños , en casa siempre me llamaban Sarah , con el fin de recordar que mi madre también se sacrificó por mí. Ahora había descubierto que esa madre seguía viva y que gobernaba una dimensión entera. Vaya.
- Pero cuando te contamos toda la historia de Eldim, ¿no pensaste que tu nombre , Sarah, signigica princesa? - ahora que lo decía era bastante obvio. Pero en ese momento no me había parado a pensar en mi nombre.
Se me estaban empezando a llenar los ojos de lágrimas, era demasiada información en dos días. En dos días había cambiado mu vida para siempre. Su mirada cambió a una de ternura cuando me miró. El sol ya casi había empezado a salir.
- Vamos a tener que despertar a Paula- dijo con un toque de malicia. Yo sonreí y me restregué las manos por los ojos eliminando las lágrimas que se habían acumulado y que no habían tenido oportunidad de caer.
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Fire
FantasyAlexandra Collins tenía una vida bastante normal despues de haber pasado casi 16 años desde la muerte de sus padres. Sin embargo, con la llegada de 3 misteriosas personas empezará una aventura que cambiara su vida. ¿Para bien o para mal? Descúbrelo...