Capítulo #10 "La Pequeña Bestia"

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Al día siguiente en la mañana:
-¡Hipo! ¡Hipo!
Patapez llego corriendo a la cabaña del castaño que se encontraba fuera revisando su prototipo de vuelo independiente y que al verlo venir tan agitado no dudo en acercarse.
-¿Que ocurre, Patapez?
-El pequeño... Desaparecido... No está...
-Calma, calma, respira profundo y repite todo una vez más...
-El bebé dragón desapareció...
Patapez le entregó una pequeña bolsa y al abrirla, contenía los restos del cascarón, fue ahí cuando Hipo se preocupó.
-Tenemos que encontrarlo, dile a Astrid que nos ayude y que por nada se enteren Patán y los gemelos... No sabemos que puedan hacerle esos tres...
Patapez monto a Albondiga y salió volando rumbo a hacer lo que Hipo dijo, por otro lado, el castaño arrojó la bolsa dentro de su cabaña y llamó a Chimuelo quien al olfatear un poco aquel bolso, entendió lo que sucedía.
-Vamos amigo, tenemos una pequeña emergencia libre...
Hipo reviso el equipo de su dragón para después montarlo y salir volando rápidamente, lo que no sabían era que el bebé dragón ya se encontraba en manos de otra persona. My llego a la cabaña de Hipo, había ido a lavar su herida justo como Gothi le recomendó y se encontró con la bolsa que había derramado un poco su contenido, mirando el contenido atentamente y reconociendo el cascarón.
-...
My salió con rapidez de ahí.
Mientras tanto, en el mismo agujero, los gemelos que dormían apasiblemente fueron despertados por una pequeña nevada que caía sobre ellos.
-¿Nieve?
-¿Ya es temporada?
-No digas tonterías Brutacio...
Eructo y Guacara sacaron a los gemelos del agujero quienes se vieron cara a cara con una pequeña bola de plumas totalmente blancas. Ambos se sorprenden y cuando intentan atraparlo, la bola de plumas hecho a correr velozmente.
-¡No escaparas!
-¡Eructo, Guacara, atrapenlo! 
Los Dragones lo comenzaron a perseguir con mala cara pero lo perdieron cuando entro al bosque, aunque los gemelos no dejarán de buscarlo hasta volver a verlo. Mientras tanto, Patán charlaba con Colmillo sobre lo mismo de siempre, que no se acerque demasiado a My.
-Así que ya sabes Colmillo, entre nosotros sólo existe un jinete y ese soy yo...
Algo desvío la atención de Colmillo y fue ver a una pequeña bola de plumas verdes que a su vez los miraba curiosa. Al notarla Patán comenzó a reír y se acerco al animalito.
-Parece que alguien se estrelló en una parvada de aves jajaja, déjame ayudarte a quitar estas estorbosas plumas...
Cuando el chico jalo las plumas de una de las alas del emplumado amigo, el pequeño no dudo en morder la mano de Patán quien a su vez lo soltó quejándose, mientras Colmillo se burlaba.
-¡Callate ya y tragate esa cosa Colmillo!
Colmillo se acerco a la bola de plumas y abrió el hocico sobre el animalito que lo veía y de la nada lanzó agua que sorpresivamente se endurecio al tocar la piel del Dragón al que se le hizo una especie de bozal.
-¡Colmillo! Ya verás como te va...
Patán intento atrapar al animalito que escapó trepando por una cabaña rápidamente y perdiéndose de la vista de ambos. En otro lado muy cerca de la base, Astrid volaba buscando al bebé dragón ya que Patapez le acababa de avisar recientemente.
-Bajemos aquí Tormenta...
Aterrizaron y no tardaron nada en encontrarse con una bola de plumas cafés. La chica la miro y se dio cuenta que era un poco más pequeño que un Terror Terrible y  con muchas plumas.
-Debes ser tú, ¿Porque no te acercas? Ven amiguito, no te haré daño...
Al ver como Astrid se acercaba, el pequeño dragón no dudo en lanzar agua que Tormenta recibió en un ala al proteger a su jinete; La rubia vio como el ala de su dragón caía al suelo debido al agua que se endurecio al tocar su piel y se acerco a ella.
-Tormenta, tranquila nena...
Astrid se acerco a ella acariciando su cabeza para después intentar romper lo que tenía en su ala, todo sin éxito.
-Esto es tan duro como lo que lanza el ataque del Canto Mortal...
El dragoncito se marchó rápidamente y mientras corría fue atrapado por una red que dejo caer la astuta de Albondiga que volaba sobre èl.
-Bien hecho nena, eres la mejor...
Ambos bajaron y en eso llegaron Hipo y Chimuelo. Mientras charlaban sobre el dragón bebé, a su vez esté intentaba escapar de la red pero no hacía lloriqueos ni mucho menos llamados de auxilio. Los chicos se acercaron pero fueron recibidos por ataques de agua que intentaban esquivar.
-¿Es agua?
-No sabemos que clase de agua es Patapez, evita que te golpee...
Albondiga volo y atrapó un disparo con el hocico a lo que el líquido se endurecio dentro de su  hocico y evitaba que cerrará la mandíbula. Chimuelo lanzó una pequeña cantidad de plasma hacia el bebé atrapado pero esté simplemente lo endurecio de igual manera y comenzó a gritar contra el Furia Nocturna.
-Chimuelo, tranquilo... Es sólo una cría asustada...
Al ver que el dragoncito seguía peleando y sin importarle mucho lo que le dijo Hipo, Chimuelo corrió hacia el bebé esquivando perfectamente sus ataques.
-¡Chimuelo espera!
Chimuelo comenzó a amenazar a la cría, gritándole justo encima y mostrando todos sus dientes, pero eso no funcionó debido a que el bebé todavía tenía valor y continuaba respondiendo. El Furia Nocturna levantó las orejas e inclino la cabeza mirandolo, acerco su hocico a la red y la retiro de encima provocando que el pequeño diera algunas vueltas.
-Chimuelo...
Hipo los miraba sorprendido al ver como se comunicaban como si tuvieran una charla de la cual no entendia nada; Al final, el dragoncito emplumado se acerco a Chimuelo y se pego a èl frotando su cabeza. Chimuelo miro a Hipo e hizo un sonido parecido a un ronroneo, a lo que el chico se acerco a ellos.
-Bien hecho amigo, lo hiciste bien...
El castaño acaricio la cabeza de su amigo y después se agachó a la altura del pequeño que intentaba ocultarse en las patas delanteras de Chimuelo.
-Tranquilo, todo estará bien...
Hipo extendió una mano hacia el lentamente pero el pequeño sólo lanzó una mordida siendo regañado por Chimuelo que gruño y lo miro mal.
-Ahora veo quien lo controla, vamos a casa Chimuelo...
-¿Y que hay de Albondiga? ¿Estará así por siempre?
-Lo dudo Patapez, ese ataque se parece mucho al de un Canto Mortal, vamos por mi espada de fuego...
Todos emprendieron marcha hacia la cabaña de Hipo, en donde los esperaban más miembros de su equipo junto con sus dragones.
Al llegar, todos se acercaron a Hipo queriendo una respuesta sobre que era ese dragón.
-Uno a la vez, no logró entenderlos a todos...
-Hipo, nos enfrentamos a una emplumada bolita adorable...
-No fue enfrentamiento porque salió huyendo...
-¡Cállate Bruthilda!
-¡Tú cállate, Tontacio!
-¡Su ataque endurecio el hocico de Colmillo y no se derrite con fuego! ¿Que haremos?
Mientras los gemelos peleaban por nada como siempre y Patán seguía alegando, Chimuelo se acercó un poco más apareciendo el dragoncito debajo de èl, sólo que ahora era una bolita de plumas negras. Astrid lo atrapó en una red y lo acercó a Hipo.
-Éste es el culpable de que a Tormenta se le endureciera un ala por su ataque...
El bebé comenzó a lloriquear a lo que Chimuelo se enfureció y fue detenido por el brazo de Hipo justo cuando iba a atacar a Astrid. Ahora todos prestaban atención a lo que sucedería.
-Astrid, coloca a la cría en el suelo con lentitud...
-¿Que? Hipo no...
-Escucha lo que estoy diciendo, es importante que lo hagas pronto...
Tras el tono tan calmado con el que hablaba Hipo, la rubia miro a Chimuelo quien se veía sumamente furioso detrás del brazo del castaño; Bajó a la cría lentamente ante la mirada del Furia Nocturna que acechaba cualquier movimiento.
-Bien, ahora quita la red y a partate con cuidado...
La chica hizo lo que le indicaron y a penas la cría fue liberada, corrió hacia Chimuelo pegándose a sus patas con ternura y siendo lamido por el mismo. Astrid cruzó los brazos y rodó los ojos.
-Ay por favor...
Ese comentario provocó que la molestia de Chimuelo regresará y amenazó con dispararle, todos corrieron a ocultarse pero antes de que una tragedia ocurriera, una voz llamó la atención.
-¿No pudiste esperarme?
Al escucharla, el dragoncito corrió hacia My y salto a sus brazos acurrucandose mientras lloriqueaba debilmente, por otro lado la chica lo abrazaba con mucho amor mientras todos los miraban sorprendidos.
-¿Ahora me crees, Hipo?
Chimuelo se había relajado volviendo a ser el mismo dragón tierno que conocen. Todos se acercaron a ellos con sus respectivas preguntas listas.
-¿Como hiciste eso?
-Ella logró que el Dragón reconociera su voz estando desde el huevo, de esa forma identificaria a su dueña a la hora de su nacimiento...
-Jajaja siempre terminas sorprendiendome Patapez...
-Oye, oye, si en verdad es un dragón... ¿Porque tiene plumas?
-De donde vengo es muy común verlos, allá casi no existen los Naidders, Pesadillas o Cremallerus...
-Si, si, que interesante, si en serio conoces tanto, ¿Como se liberan de su ataque?
-Sólo tienes que mojar con agua la zona afectada, de nada Astrid...
Dicho eso, My camino hacia una dirección desconocida no sin antes ser despreciada por la mirada asesina de Astrid quien después se marchó junto con Patapez y Patán a liberar a sus dragones.
-¡Tenemos que ver eso!
Los gemelos los siguieron emocionados, sin embargo, Hipo siguió a My para detenerla antes de que se marchará.
-¡My espera!
-Hipo...
El castaño se detuvo mirando a la chica que le daba la espalda y miraba al suelo, Chimuelo la miraba moviendo un poco la nariz como si fuese a llorar.
-Gracias por todo, pero...
-No, My no puedes irte...
-¿Eh?
-Se que ibas a decirlo porque no eres la primera en decirme tales palabras, antes de marcharse...
-En verdad lo siento, pero ahora tengo una prioridad más grande...
Hipo miro lo que se alcanzaba a ver del Dragoncito, camino hacia ella y la tomo del brazo para después girarla, mirándola con decisión en aquellos ojos verdes.
-Criemoslo juntos...
Ambos se sonrojaron, My por lo que escucho e Hipo por lo que dijo, ya que había sonado como una declaración de amor al estilo Jinetes de Dragones.
-Quiero decir... Nosotros podremos ayudarte a protegerlo, ya que... Me imagino que puede ser el único de su especie...
Chimuelo levantó las orejas al escuchar tal cosa y vio al dragoncito para después hacer un sonido leve de tristeza. My se separó del castaño, retrocediendo unos cuantos pasos a la vez que lo miraba seria.
-No, no es el único pero si mi única familia...
-Lo entiendo pero...
-No hagas eso, por favor no lo hagas, no tienes idea de como me siento, en cuanto los cazadores se enteren de que existe, no dudarán en venir a por èl... ¡Y no me arriesgare a que le hagan daño!
-My...
Hipo abrazo a My pegandola a èl sin lastimar a la cría que no se enteraba de nada debido a que se había dormido. My sollozo un poco y las lágrimas salían de su rostro lentamente.
-Vivimos protegiendo dragones de los cazadores todo el tiempo, y yo los protegere a ustedes también...
-Pero Hipo...
-Cuando sea adulto podrá defenderse sin problemas pero aún así estaremos con ustedes, ¿Cierto amigo?
Chimuelo se acercó a ellos y empujó emocionado un poco a la chica con su hocico quien lo acaricio por la cabeza y sonrió.
-Gracias, Chimuelo...
-No permitiré que te vayas My, aún tenga que amarrarte no me dejaras... Escuchalo bien, porque no podrás hacerlo, ¿Quedó claro?
-Si...
Ambos se separaron y caminaron hacia la cabaña de Hipo, seguido por el dragón que los perseguía muy animado y muy de cerca.
-Por cierto My...
-¿Mmm? ¿Que sucede?
-¿Cómo se llama está especie?
-Donde yo vengo se les llama "Scaleless" ser sin escamas...
-Scaleless... Aquí podría ser Ternura Mortal...
-¿Ternura? Jajaja cuando sea adulto te parecerá de todo menos tierno...
-Tenemos tiempo para pensar en uno más adecuado...
-En lo personal yo los bautice como "Cellisca" debido a su habilidad agua/hielo...
-No está mal...
Al llegar a la cabaña, no pasaron ni 5 min antes de que todos regresarán, hasta Astrid volvió.

Como Entrenar a tu Dragon: El Séptimo JineteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora