Capítulo #20 "Nuevo Hogar"

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-Estaremos en problemas si Viggo decide atacar más veces que antes, su objetivo todos deben de tenerlo claro, él quiere a Nubosa...
-Claro, Viggo, ¿Para que querría a una cría de dragón sin entrenar?
-No nos interesa para que la quiere Brutacio, lo único que debe importar es mantenerlas a salvo...
-¿Mantenerlas, Hipo?
-A ella y a su dragón Bruthilda, si ellas dos están lejos y ocultas de Viggo, estarán a salvo y a nosotros nos dejarían tranquilos por un tiempo, es lo que quiero...
-Hipo, por mucho que tengas razón, separarnos no creo que ayude mucho...
-Cara de pez tiene razón, Colmillo le tiene mucho cariño a My, no podrá estar tranquilo si la alejan de nosotros...
-Escuchen, ella no estará sola, Mala y Throk han dado su palabra de que las mantendrán ocultas y, conociendo a My y a Nubosa, ellas también ayudarán en la aldea como pago por la hospitalidad...
-Pero Hipo, no creo que...
-Es una decisión tomada Patán, quién quiera acompañarnos a la isla de Los Defensores Del Ala, que se aliste, partimos al anochecer...
Hipo miró a My, que reflejaba mucha tristeza, camino hacia su cabaña seguido por Chimuelo que también había mirado a My e hizo sonidos para intentar detener a su jinete pero él continuó caminando sin escuchar nada. My a su vez, los miraba irse, no comprendía el porque se comportaba de esa manera, la hacia sentir excluida o peor... La hacia sentir expulsada de su vida y ahora que lo pensaba, eso le daba terror.
Los chicos se acercaron a ella, todos con excepción de Astrid que buscaba la manera de separar a Heather de My, sin tener que parecer ella la enemiga en una situación tan delicada.
-Cuánto lo siento My...
-Descuida Patapez, Hipo tiene razón, debemos protegernos lo mejor posible...
-Quisiera que no te fueras...
-Tampoco quiero irme, créeme, los extrañaré mucho, a todos...
My clavo sus ojos en Astrid que al sentirse observada decidió marcharse como siempre, debido a la incomodidad que la hacia sentir. Brutacio y Bruthilda se despidieron y fueron a preparar sus cosas, ellos querían ir ya que Bruthilda quería ver a su amado Throk y pues, Brutacio siempre va a donde su hermana. Patán también se despidió y se marchó, iría a hablar con Hipo ya que consideraba que eso era innecesario y que Colmillo está preparado para dar su vida por ella si fuese necesario, obviamente usa el nombre de Colmillo para cubrir sus mismas emociones, aunque esta vez si creo que sea Colmillo pues Patán es muy cobarde como para siquiera intentar tal cosa.
Heather colocó una mano en el hombro de My a la misma vez que Patapez cargaba a Nubosa y la acariciaba.
-También lo siento My, acabo de conocerte y creo que esto sólo impedirá que te vuelva a ver...
-Heather, ustedes son tan increíbles que algún día me gustaría verlas luchar...
-Algún día será...
Ambas rieron un poco, My miró a Patapez y Albondiga se acercó a ella, a lo que la chica le hizo mimos sin esperar más tiempo.
-Si, yo también te extrañaré nena, no me vayas a olvidar tan rápido, por cierto Patapez...
-¿Eh? ¿Que sucede?
-Muchas gracias por cuidar de Nubosa anoche...
-No hay problema, sabes que Nubosa es para mi como un segundo dragón...
Heather estiró su cuerpo un poco y todos la miraron, absolutamente todos, hasta los dragones.
Patapez entregó a Nubosa a su jinete, Albondiga regreso con Patapez quien la acaricio.
-¿Estas cansada Heather?
-Sólo un poco, pero Cizalladura no ha comido nada, ¿Me acompañas a alimentarla? Sirve que hablamos de nuestras cosas...
-Claro, no te importa, ¿Verdad, My?
-No, para nada, adelante, yo iré a hacer mis cosas también...
My bajo a la cría al suelo y se despidió con la mano de ellos mientras caminaban hacia direcciones diferentes. Heather no pudo evitar notar el hecho de que Patapez le pidiera permiso a My, eso era extraño pero cuando preguntó, Patapez le dio a entender que el preguntar era por no ser descortes debido a la situación que acababa de ocurrir, igual y My quería compañía.
Caminando hacia la nada, My se encontró con Astrid que se recargaba en un árbol y afilaba su hacha con Tormenta a un lado.
-Parece que te gusta mucho eso de encontrarnos seguido, ¿Acaso me esperabas o qué?
-¿Yo esperarte a ti? Jaja que simpática, sólo quería saber porque llegaste tarde, y con Heather, a la reunión...
-A Heather la conocí como una hora antes de todo y es bastante agradable por cierto...
-¿Como escapaste de Cizalladura?
-No lo hice, Heather llegó antes de que me hiciera daño, aunque supongo que era lo que querías que pasará...
-No entiendo porque ella confia en ti como para caminar contigo sin conocerte de nada...
-Patapez le estuvo hablando de mi en sus cartas cuando se ponían de acuerdo para que viniera...
-Tsk...
-No puedes decir que es mi culpa ya que no tuve nada que ver en eso pero si lo agradezco, pues no todo salió tan mal...
My continuó su camino y se detuvo cuando ambas quedaron de espalda contra espalda, Tormenta las miraba mal pero Nubosa no se quedaba atrás a pesar de su diminuto tamaño.
-Y yo que quería hablar contigo sobre el juego de hace poco...
-Le preguntas a la persona equivocada...
-Claro, por eso tenías las mismas marcas en el cuerpo que los demás, no engañas a nadie Astrid, ni siquiera a ti...
-¿Eh?
-Nos vemos...
-¡Pues para que lo sepas! ¡Estoy muy feliz porque Hipo te va a abandonar en otra isla!
Astrid grito con el ceño fruncido, My ya iba a una distancia considerable pero aún así logró escuchar esas palabras a la perfección, eso dolió en su corazón, en su interior, pero por fuera fue capaz de girar la cabeza para poner la cara más fría y aterradora que tenía.
Astrid sostuvo la mirada hasta que ambas se perdieron en el horizonte, ella y la cría.
Al anochecer y después de no saber nada de ella, My llega a la cabaña de Hipo en donde recoge algunas de sus cosas, la espada que le regaló Patapez entre otras, todo eso sin dirigirle una mirada o palabra al castaño; Al ver la frialdad con la que era tratado, Hipo sintió un abismo en el corazón que le lastimaba.
-My...
Chimuelo salió de la cabaña jugando con Nubosa y corriendo a todos lados, pero la chica continuo sin decir nada y salió igualmente, antes de que se alejara lo suficiente, Hipo la toma de la mano y la detiene con delicadeza. My miraba hacía el suelo, sin moverse ni un poco.
-My...
-Tenemos que irnos...
-My, yo...
-Se nos hará tarde...
-No importa, escuchame...
-...
-Sabes que es lo mejor, para los dos... Para todos, te querías ir desde un principio pero la diferencia es que ahora estarán más a salvo, ¿Lo entiendes?
-S-si...
-Si fuera por mi, te quedarías aquí con nosotros, sabes que te quiero tanto y ahora que no estarás, me vas a hacer tanta falta... Nada será igual My, nada, ¿My?
Los hombros de la chica temblaban, cuando Hipo la jalo hacia él lentamente, ella se arrojó a sus brazos y lo abrazo fuertemente, ocultando su rostro en su pecho.
-¿Te vol-volveré a ver?
Al escuchar como se quebraba la voz de My, Hipo sintió remordimiento y la abrazo pegandola más a él, con el mismo miedo se atreve a contestar:
-Todo estará bien My, te lo prometo...
-Es que no quiero ir Hipo, quiero quedarme, tengo miedo, por favor no me alejes...
-My, así como tú eres capaz de sacrificar, también puedo hacerlo...
Los ojos dorados de My comenzaron a derramar lágrima tras lágrima y su rostro se distorciono en una tristeza profunda, Hipo toma su rostro con delicadeza y lo acerca al suyo.
-Escuchame, nada ni nadie podrá hacer que mis sentimientos por ti cambien...
-Hipo...
-Seguiré amandote sin importar la distancia...
Hipo unió sus frentes a lo que ambos cerraron los ojos y My colocó sus mano encima de las del castaño, sujetandolas firmemente. A la distancia Heather, que se había separado de Patapez por un momento, los ve en ese estado tan cariñoso y levanta una ceja preguntándose que sucede ahí.
-¿Astrid sabra de esto?
Sin saber más se marcha.
Pasando unos minutos, todos llegan a la zona de partida, en donde My sube a Chimuelo, abraza a Hipo y se recarga en su espalda; Los demás montaron a sus dragones y partieron en cuando Hipo despegó dirigiendo la cabeza del grupo.
La pelinegra aprovecho para acercarse a Astrid que volaba a una distancia considerable, suficiente como para no ser escuchadas en conversación.
-Astrid, hay algo que debo preguntarte...
-Hola Heather, también me alegra verte, no dormimos juntas, ¿Lo sabes, verdad?
-Astrid, lamentó que no pude saludarte con anterioridad, pero todo lo que ocurrió me dejó muy extrañada por la manera en la que se comportó Hipo...
-¿Quieres saber más sobre esos dos?
-¿Que? ¡Waa!
Heather se asustó al ver a Brutacio colgando de cabeza sobre ella, resulta que los gemelos volaban cerca de ellas y al escuchar un poco su conversación, Brutacio giró la cabeza de su dragón para poder acercarse un poco más a su objetivo. Astrid entre cerro los ojos y dio un suspiro de pereza para después adelantarse, perdiendo todo el interés.
-¡Astrid, espera!
La pelinegra intentó ir tras ella pero los gemelos, que está vez volaban correctamente y a su lado, la detuvieron con algo que salió de sus bocas.
-¿Que fue lo que dijiste, Brutacio?
-Nada, sólo dije que no deberías de molestar a la abandonada...
-¿Abandonada?
-Brutacio, creo que seria más como la rechazada...
-La cambiada...
-La odiada...
-La rechazada...
-Eso ya lo había dicho...
-Entonces se quedara así, ni yo lo hubiera podido decir mejor hermana...
-Jejeje...
Los gemelos chocaron las manos en un acto de celebración mientras Heather se dedicaba a pensar en la persona de la que hablaban, hasta que dio con ella después de un tiempo.
-¿Se refieren a Astrid?
-¿Que?
-¿De que habla ésta?
-Con todo lo que decían, hablaban de Astrid, ¿Cierto?
-No, para nada...
-Si, un poco...
-No deberían decirle de esa manera, estoy segura que lo que sea que haya pasado entre ella e Hipo, tiene solución...
-Claro, matar a la otra...
-Hipo cambio a Astrid por My, ¿Entiendes? Eso no tiene solución...
-Ellos ahora son felices pero la única que no lo acepta es Astrid...
-Tiene un odio inmenso hacia My...
-Aunque aún no es oficial entre nosotros, sólo algunos lo saben, como nosotros y Patapez...
-¿Patapez sabía de esto?
-Pff...
-Desde el principio...
-Es un gran aliado con esta clase de cosas jeje...
Sorprendida por todo lo que los gemelos le decían, Heather decidió separarse de ellos para volar sola un momento y pensar en todo, en especial en el porque Patapez no le mencionó nada.
Viajaron unas horas hasta que finalmente llegaron a la tan esperada isla, en donde Mala y Throk ya aguardaban por ellos; Los jinetes aterrizaron, bajaron de los dragones y se acercaron a la Reina de Los Defensores.
-Muchas gracias por ayudarnos Mala...
-Descuida Hipo Abadejo, siempre tenderemos la mano amiga cuando sea necesario, ¿Es ella la señorita que mencionaste?
-Mucho gusto, soy My y ella es Nubosa, mi dragón...
Al ver al Cellisca, los ojos de Mala brillaron con sorpresa al igual que los ojos e Throk que no podía creerlo. Nubosa estaba cansada, había volado la mayoría del camino junto a Chimuelo y no pudo evitar quedarse dormida en los brazos de su jinete.
-Ahora entiendo tu preocupación Hipo, esa pequeña criatura es una joya invaluable que merece ser protegida, nosotros no perdonaremos a quienes quieran lastimar a tan delicada criatura...
-Por aquí, por favor...
Bruthilda se sujetó al fuerte brazo de Throk mientras caminaban y eran seguidos por el resto, los guiaron por un camino tan largo y lleno de zig zags que sin duda se perderían por si solos.
-¿A donde vamos, Mala?
-Nos tomamos la libertad de construir una cabaña escondida, como medida de seguridad...
-Esta bien equipada, ahí podrá estar tranquila puesto que sólo nosotros sabemos llegar...
Una vez llegaron a una parte del bosque, ante sus ojos aparecieron una cabaña que se veía muy bien y un pequeño establo para algunos dragones, todos se sorprendieron y algunos se acercaron a investigar. Hipo agradecía a Mala y hablaba de otras cosas, Throk y Bruthilda también hablaban de ellos, Brutacio molestaba a Patán para evitar molestar a su hermana y al otro hombre, Patapez exploraba la cabaña por dentro junto con My mientras que Heather se acerco a Astrid para poder hablar.
-¿Ahora podemos hablar?
-¿Que sucede, Heather? Has estado muy extraña desdé que iniciamos el viaje...
-Es que vi a Hipo muy cerca con My, quería que me explicaras que sucede...
-Él y yo ya no somos nada, desdé que My llegó, Hipo la eligió y ahora sólo soy su amiga, al menos eso dice él...
-¿Fue culpa de My?
-Para que veas, no es tan santa como crees, por eso la odio...
-Me cuesta creer, ella no se ve mala persona en ningún sentido, de hecho me agradó...
-Heather, eres el único apoyo que me queda, mi única amiga, ¿Me ayudarias a que Hipo regrese conmigo?
-¿Que regrese? Astrid, no creo que sea tan sencillo...
-Quiero que rectifique, que se de cuenta de tantas cosas...
-Esta bien, deja ver que tanto puedo hacer por ti...
-Gracias...
Cuando se dieron cuenta, My estaba despidiéndose de todos nuevamente, aunque esta vez era más emotiva la situación. Cuando termino con todos y una vez se fueron a montar en sus dragones, Hipo decide acercarse a My.
-Te visitaré una vez a la semana, será en la noche para no levantar sospechas...
-Esta bien, Hipo...
Hipo besó su frente, agradeció a Mala una vez más y montó a Chimuelo, todos despegaron con rapidez y se alejaron lo más pronto posible de la isla. La castaña los perdió de vista y fue ahí cuando la introducción de bienvenida a la isla dio inicio.
En el camino, Heather aprovechó que Hipo volaba distraído para acercarse rápidamente.
-Hipo...
-¿Eh? ¿Que sucede, Heather?
-Más bien, ¿Que te sucede a ti?
-¿Disculpa?
-Quiero decir, no te he visto para nada cerca de Astrid desde que llegué...
-Es que ahora tengo otra pareja, es My para ser exacto...
-¿Como pudiste cambiarla tan rápido?
Hipo suspiro y comenzó a decirle lo mismo que le dijo a Astrid en su momento, esperaba que con eso entendiera y dejará se insistir, sin imaginar que eso no pasaría ya que las decisiones ya estaban hechas.

Como Entrenar a tu Dragon: El Séptimo JineteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora