Capítulo #25 "En la Posición de tu Dragón" x2

2.1K 173 27
                                    

Después de atender la herida de Chimuelo, My se acercó a Nubosa que estaba tirada tranquilamente bajo la sombra de un árbol.
-Nubosa...
La dragón la miró con desinterés para después volver a acostarse haciendo caso omiso a cualquier cosa que quiso decir. Hipo se acercó a ellas igualmente, tomó la mano de la chica y la jalo suavemente con él, ella lo siguió soltando un suspiro de tristeza.
-Descuida, la herida no es muy profunda, Chimuelo no quería herirla tampoco...
-Aún así Hipo, todo es mi culpa, si yo no la hubiera criado con mis locos sentimientos negativos, nada de esto estaría pasando...
Al ver la tristeza en el rostro de su amada, Hipo no lo soporto más. Se dirigió hacia su dragón, que descansaba pero que lucia igual de triste, y comenzó a limpiar su piel del color blanco disfraz, My también se acercó sin dudar en preguntar.
-¿Hipo? ¿Que haces?
-Deteniendo la tristeza de mis seres queridos...
-¿Que?
-¿Grrr?
Chimuelo y la chica se miraron, polvillo blanco volaba por todos lados, My lo dispersaba con las manos; Cuando estuvo listo, Chimuelo dio la sacudida final y el Furia Nocturna negro regreso como nuevo. Chimuelo miró a Hipo con la cabeza inclinada, el castaño lo acaricio.
-Creo que esto funcionará amigo, no esperabamos que nos reconociera contigo así, ¿Cierto?
-¿Crees que funcione?
-Si, Chimuelo formó parte de ella desde mucho antes de su nacimiento, lo tiene que reconocer si o si...
-Es una posibilidad...
-Claro, de hecho tendremos que esperar aquí hasta mañana, volar con dragones antisociales no es buena idea...
-Lo se...
-Bien amigo, descansa, esperemos que te vea antes del anochecer...
-Grrr...
Chimuelo sonrió y volvió a recostarse, Hipo y My caminaron hacia la cabaña, aún tenían que hablar de más cosas y terminar de reconciliarse.

Y así...
La noche llego, los dragones no terminaron de encontrarse, Nubosa estuvo evitando la cabaña todo el día. Chimuelo la vio pasar, caminaba tranquilamente perdiéndose entre el espeso bosque y no dudo en ir tras ella, lento y cojeando, pero iría tras ella cueste lo que cueste.

~  ☆ ~ ☆ ~ ☆ ~ ☆ ~

Mis patas avanzaban por si solas, el dolor parecía desaparecer, en la oscuridad del bosque tenía que confiar en mi agudo sentido del olfato, no estaba equivocado, es por aquí. La luz de luna iluminó un claro en donde había un lago, pues tenía una presa hecha de rocas que guardaba lava, muy extraño. Busqué a Nubosa, pero no la veía por ningún lado, me agazape un poco sintiendo que saltaria de algún lado, pero no, todo lo contrario; Ella salió del agua meneando su plumaje, estaba nadando y bebía agua a la vez, volvió a sumergirse, entonces aproveche para caminar hasta la orilla donde me senté a esperar.
-Mmmm...
Tardó un poco más, me estaba preocupando, no salía e incluso las burbujas dejaron de aparecer, lance un grito esperando que respondiera... Oh no.
El instinto me hizo reaccionar, salte al agua sin pensar, nade hasta el fondo y ahí estaba, inconsiente con una ala atascada en pilares submarinos de piedra. La libere para después nadar a la superficie y a la orilla, su cuerpo estaba inmóvil, ¿Que puedo hacer yo? Desesperado, lanzaba llamados de auxilio, intentaba reanimarla a mi manera pero nada parecía servir.
-¡Alguien por favor ayudeme!
Sentía ganas de llorar, como si perdiera a alguien importante, tal vez no me di cuenta porque desdé que estoy con Hipo, él es todo para mi, ¿Así se sentirá preocuparse por otros?
Finalmente dio señales de vida, escupió agua y respiró agitada, la ayude a incorporarse, sacudió su plumaje y me miró confundida.
-Me asustaste...
-¿Que? ¿Quien eres?
-Estas bromeando, ¿Cierto? Soy como tu padre...
-Mi padre vive en el volcán, ¡¿Acaso estás jugando conmigo?!
Abrió las alas molesta, en ellas tenía filosas garras unidas a huesos extraños que pertenecían a la misma forma del ala. Suspire, tiene el mismo carácter de su jinete, de tal jinete tal dragón; Ella  limpio su rostro con su pata y volvió a mirarme con sorpresa.
-Espera... No... No puedo creerlo...
-¿Que sucede? ¿Ya me recuerdas?
-¿Chimuelo? ¿Eres... Tú?
-Bingo...
-¿Eres Chimuelo? ¿Mi Chimuelo?
-¿Como que tu Chi...?
No pude terminar ya que ella frotó su cuerpo contra mi, estaba tan emocionada que volvió a ser una cría, y como si el tiempo no hubiera pasado para nosotros, jugamos igual que en aquellos días, mi herida ya no dolía. Brincoteamos por los alrededores del lago, nos ocultabamos entre la maleza, saltabamos encima del otro, lanzabamos mordiscos inocentes, abriamos nuestras alas y danzabamos a nuestro alrededor, no sabía que bailaba tan bien, pero... Sin darnos cuenta, nos estábamos cortejando. Ella pareció entender, me dio su aprobación lamiendo mi cabeza con cariño, se recosto y dio unas  vueltas sobre la tierra, yo la miraba, ¿Enserio esto está pasando? No recuerdo haber hecho esto antes, ¿Como puedo entender lo que pasa? ¿Acaso... Son mis instintos los que me guían? Ahora que soy macho Alfa, supongo que esto es necesario. Camine a ella, era más alta que yo y de complexión delgada, acerque mi cabeza a la suya y la acaricie, ella consentia todos mis movimientos, se podía decir que cooperaba conmigo. Sus dos colas se movía lentamente, se apartaron para no estorbar pero después regresaron, las colas iban y venían, pero ella aún no estaba posicionada, maldita sea, ¡¿Y yo como se que está pasando?!
Mi mente divago, llegando a ese día, el día que My explicó la naturaleza reproductiva de ella.

Como Entrenar a tu Dragon: El Séptimo JineteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora