Capítulo #13 "Destino a Flote"

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Faltaban unas horas antes de que el sol apareciera y en un establo, una chica ya no podía dormir a pesar de estar en el centro de dos Dragones que dormían pasiblemente. My suspiro y miro a su alrededor, deteniendose en la jaula de Tormenta que aún dormía como el resto.
-Mmm...
La chica se levantó y salió del círculo de Dragones, sin despertarlos, y camino hacia Tormenta, abrió la puerta y entro con cuidado, sentándose frente a ella hasta que la dragón captó su aroma, despertó, se puso de pie mirándola retadora y muy a la defensiva.
-De tal jinete tal dragón...
Al ver que por nada bajaba la guardia, la chica decidió intentar llevarse bien con ella, algo que lo vio difícil pero que aún así no se rendiria tan fácil.
-Por algo decidí entregarme a ellos... Aahh... Bien, aquí vamos...
My volvió a ponerse de pie lo que inmediatamente recibió una respuesta negativa por parte de Tormenta ya que se comenzó a mover como si la quisiera evitar y no paraba de hacer ruidos muy molestos. La chica levantó lentamente ambos brazos y mostró sus manos vacías.
-Tranquila, ¿Vez? No tengo nada y no pienso herirte...
Las alertas de Tormenta terminaron por despertar a Colmillo, Eructo y Guacara que no dudaron en respaldar a My, colocándose detrás de ella por si a la dragón se le ocurría algo peligroso, ellos entendían algo que My ignoraba y se veían dispuestos a proteger a la humana.
-Tormenta por favor escucha, se que me entiendes, los Nadders son lo suficientemente inteligentes y sabes que lo que quiero no es lastimarte...
My daba pasos pequeños, y muy lentos, hacia Tormenta que ya estaba quieta e inclinaba la cabeza ligeramente a los costados mientras escuchaba lo que la chica decía. Colmillo la miraba con los ojos entrecerrados y movía la cabeza hacia los lados lentamente como si esperase algo; Por otra parte, Eructo y Guacara hablaban con Tormenta, parecía que la intentaban convencer ya que sus sonidos eran muy sutiles.
-Otra razón a mi favor, ¿Crees que si en verdad fuera tan mala, ellos me querrían?
Tormenta prestó su atención en la defensa de Colmillo y lo que trataba de comunicar el Cremallerus, se desvió tanto que no se dio cuenta cuando My ya estaba frente a ella a la misma vez que extendía la mano para acariciar su nariz.
La dragón se molesto, empujó a la chica con el hocico y abrió las espinas de la cola, antes de que disparará My alcanzó a reaccionar.
-¡Tormenta detente! ¡Alto todos!
Ambos brazos apuntaban a las direcciones opuestas de Colmillo y Tormenta; My supo detener el ataque de la Nadder y a la vez controlar la furia de Colmillo que ya se había prendido fuego a si mismo. Al ver la manera en la que Colmillo reaccionó, Tormenta se relajó y camino a la puerta, empujando amigablemente a la chica con el hocico para después salir volando de los establos.
-Buen trabajo chicos...
My se acercó a ambos dragones y los acaricio con mucha ternura, fue un momento de emotivos abrazos y mimos, hasta que decidieron regresar a sus jaulas a dormir un poco más. My suspiro con una sonrisa, sintiéndose lo más de bien y camino hacia la salida en donde Tormenta había dejado las puertas abiertas.
-Que día me espera...
La chica salió, caminando entre lo oscuro pero sin ir a ningún lado en específico; Cuando se dio cuenta, logró llegar al risco en donde había hablado con Hipo varias veces, se sentó cerca de la orilla y miraba el mar esperando el amanecer.
-Veo que tampoco puedes dormir...
-¿Eh? No, no puedo...
-Ven, siéntate conmigo...
Un chico se acercó a ella, tomando asiento a su lado, se veía algo nervioso con una pizca de querer preguntar de todo pero parecía ceder y concentrarse en la vista.
My lo miró por el rabillo del ojo y notó lo que ocurría.
-¿Que te ocurre, Patapez?
-Yo... Esto... La verdad me siento terrible por lo que pasó...
-Te dije que estaba bi...
-¡No esta bien!
Patapez se había alterado un poco, sus manos ahora eran puños y temblaban casi inperceptiblemente mientras miraba al suelo con el ceño fruncido. Al ver su extraña reacción, My puso su mano sobre uno de los feroces puños del chico, sus miradas chocaron y la castaña le regaló una sonrisa.
-Patapez, entiendo tu mortificacion, también la sentí en ese momento... También sentí impotencia cuando creí que no sobreviviria...
-My...
-Estaba preocupada, tanto que hubiera dejado el mundo si Nubosa se atrevía a abandonarme también...
-¿Como puedes decir eso? Sabes que nos tienes a nosotros, a Albondiga, a mi y en especial a Hipo, nosotros también lo daríamos todo por ti...
-Patapez, no deberías decir eso de mi, aún no me conoces del todo...
-Tonterías, los dragones tienen un sentido especial, de modo que si a ellos no les agradas por algo será, pero nuestros dragones te quieren My y eso nos da la confianza suficiente de creer en ti...
My miro al frente y suspiro, las palabras de Patapez resonaban con fuerza en su cabeza, pero, por alguna razón, y sin poder evitarlo, sus ojos se pusieron llorosos, sorprendiendo al chico a su lado.
-¿Q-que? ¡¿Acaso dije algo malo?!
-N-no... Sólo lo necesario...
La chica limpio sus lágrimas y volvió a sonreír, su sonrisa era radiante y muy diferente a las anteriores; Patapez correspondió la sonrisa y tomó la mano de la chica colocandola en medio de las suyas y sujetandola con firmeza.
My se sorprendió, miraba sus manos y la cara de Patapez repetidas veces.
-Tienes que prometer que serás una de nosotros, que te volverás una protectora de dragones, que serás... El séptimo jinete...
-Yo, yo... Necesito pensarlo, no es algo que se tome a la ligera...
-¿Pero que dices? Creí que ya eras una protectora y una jinete...
-Y lo soy, siempre estuve sola con mis dragones, pero... Por alguna razón... Ahora no puedo imaginarme en un grupo, dime, ¿No deseas hacer más que esto?¿Tener familia no es uno de tus planes a futuro?
Patapez la soltó, se inclinó hacía atrás y recargo su cuerpo en ambos brazos que apoyo en el suelo, su mirada tenía un brillo especial y una sonrisa dulce.
-Si, deseo tener familia en un futuro, ser el próximo líder de mi clan, seguir ayudando con la academia de Jinetes y que mejor que conseguir una chica que, al igual que yo, sea una jinete...
-Je je je... Algo me dice que piensas en ella ahora mismo, ¿Como es ella?
-Bonita, inteligente, tenaz, increíble y la lista sigue y sigue...
-Vaya, si te ha de gustar mucho...
-Es la mejor Belserker que existe, sus ojos tan radiantes me llenan de energía y me atraen como una roca a un Gronckle...
-¿Belserker? ¿Acaso ese clan no fue destruido?
-Eso se creía pero los hijos del líder sobrevivieron y ahora están reconstruyendo su isla, después de hacer tantas cosas mal debo decir...
-Entiendo...
Ambos tomaron esa respuesta como el final de la conversación, al menos de ese tema, y miraron al frente, faltaba poco para que el sol apareciera, la brisa era fresca y My sentía una extraña pesadez en el pecho, tenía que liberarse de algo que le molestaba.
-Patapez, ¿Tienes idea de porque Astrid me odia?
-Tal vez debas hablarlo con ella primero, ¿No crees?
-No sirve de nada, sólo me relaciona con los cazadores y que soy una infiltrada...
-Entonces esa es la respuesta, no busques más...
-Mmm... No, estoy segura que me oculta algo, algo que es tan profundo como un abismo...
-Aahh... No, creó que es todo...
-Patapez...
-¡Esta bien! Pero después no me repliques nada, no quería que te enteraras por nadie que no fuese Hipo o la misma Astrid...
-¿De que hablas?
-Verás, antes de que llegarás Hipo tenía una estupenda relación con Astrid, tanto así que incluso se podrían considerar una pareja, la unica de nuestro equipo y querían dar el paso final pronto, pero fue el mismo día cuando apareciste que todo se volvió hacia ti...
-...
-My, no me hagas continuar, no quiero hacerte enojar o algo así...
-Continúa Patapez, no me dejes a medias y termina lo que empezaste...
-El punto es que desde que llegaste Hipo solamente piensa alrededor de ti, dejo de prestarle la misma atención a Astrid y eso la mantiene en una posición en contra tuya...
Al terminar, My se puso de pie y camino un poco más cerca de la orilla de aquel risco; Patapez se puso de pie igualmente y fue ahí cuando la chica lo miro con algo de seriedad.
-¿Porque no me lo dijiste?
-Es que eso no me correspondía a mi, era cosa de ustedes...
-¡¿Porque no me lo dijeron?! ¡No vine a separar a nadie, yo creí que Astrid sólo estaba molestando porque si, jamás pensé nada como eso... Y yo... Yo...
Sus hombros temblaban y la mirada apuntaba al suelo a la misma vez que sus manos eran un par de puños temblorosos; El sol apareció, haciendo brillar en su rostro lo que seria una lágrima a punto de caer al suelo. Patapez se sorprendió, dio un paso hacia ella pero My salió corriendo, el chico solamente la miro irse como si estuvieran en cámara lenta.
-My...¿Acaso tú... Te enamoraste de èl?

Como Entrenar a tu Dragon: El Séptimo JineteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora