Capítulo #17 "Corazón Por Corazón"

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El sol volvió a salir al día siguiente, el despertar normal para los chicos de la Orilla del Dragón, por alguna razón todo estaba más tranquilo que dé costumbre pero Hipo no lo notaba a medida que pasaba el tiempo y eso podría ser muy hiriente.
En una cabaña, un castaño y un dragón negro preparaba todo para iniciar su día con el pie derecho, ambos salieron, sin siquiera notar la hoja que yacía a los pies de la puerta, y se dirigieron a buscar a la chica con la cría de dragón.
Pero no la encontraron, ignoraron la primera sorpresa y continuaron su búsqueda, la segunda, la tercera, la cuarta... Ahí comenzaron a entender que algo andaba bastante mal; La búsqueda se intensificó, aunque los resultados seguían siendo los mismos, My no estaba por ningún lado. Hipo se acerco a los gemelos que se preparaban para iniciar su rutina diaria.
-¡Yo me encargo de hacerlo!
-¡La otra vez lo hiciste tú, es mi turno!
-¡Claro que no, no puede ser tu turno porque ahora voy yo y no TÚ!
-¡¿Como sabes que vas tú?! ¡No piensas en mi turno, sólo en el tuyo, pero puede ser que tú quieras que yo crea que enserio es tu turno, porque si en realidad creo que vas tú, no voy a poder ir yo cuando en realidad voy yo!
-Oigan chicos, ¿Han visto a My?
-No, no en los últimos diez minutos que despertamos...
-¿Porque?
-No la encuentro por ningún lado, ¿Me ayudarían a buscarla?
-Claro...
-Pero tendrá que ser después de este debate sumamente importante...
-Si, primero necesitamos terminar para estar al cien porciento concentrados en el próximo objetivo...
-Esta bien, pero traten de no tardarse demasiado, ¿Ok?
Después de eso Hipo se marchó, encontrándose con Patapez que también se veía un tanto preocupado, después llegó Patán que se unió a ellos con la misma cara, tanto èl como su dragón.
-Hipo, ¿Has visto a My? Albondiga y yo no la encontramos por ningún lado...
-Cara de Pez tiene razón, también la he estado buscando y nada que aparece...
-¿Ustedes también la buscaban?
-Yo planeaba preguntarle si quería investigar más sobre su dragón...
-Yo quería que saliera conmigo, claro que sabía su respuesta así que prepare todo para...
Colmillo hizo un sonido molesto a lo que Patán prestó atención a las miradas de todos que eran un tanto de desprecio hacia su persona. Hipo suspiro.
-Tenemos que encontrarla, ¿Me ayudarían a buscarla?
-Si, Albondiga y yo buscaremos en el lado oeste...
-Nosotros buscaremos por esta zona...
Patapez y Patán se marcharon volando a gran velocidad; Hipo también salió volando directo a su cabaña, al llegar, entro rápidamente y busco mapas, Chimuelo lo miraba con curiosidad e hizo un sonido que llamo la atención de su jinete.
-En caso de que no este aquí, tendremos que buscarla en otras islas pero debe aparecer...
Chimuelo lo empujó un poco con su hocico y cuando el chico giro, su dragón tenía un sobre extraño en el mismo. Hipo lo tomo y lo abrió para comenzar a leer.
La carta decía lo siguiente:

No tienes idea de cuanto lamentó esto, pero existen cosas que no entenderias y cosas que no tengo porque contarte. Viví con dragones gran parte de mi vida que ahora no puedo hacerme a la idea de que otro ser humano me quiera, este sentimiento es extraño,
¿Quien puede enamorarse de mi? Nunca aceptaré ese sentimiento, me hace sentir insegura, me hace querer preguntar tantas cosas... ¡Hace que me sienta confusa!
No quiero enamorarme, no quiero amarte, no quiero acostumbrarme a ti, no quiero extrañar tu presencia cuando no estés conmigo, no quiero sentir que mi corazón se acelera cuando rozas mi piel con tus manos, no quiero que mi corazón duela mientras escribo esto... Pero duele...
Me duele.
Te amo pero no quiero que tú lo hagas, quiero sufrir pero también ser feliz y todo por tu culpa.
Deja en paz a mi corazón...
Atte: My.

-¿Donde lo encontraste, amigo?
Chimuelo señaló el lugar y cuando el chico terminó de leer la carta, llegaron los gemelos que se veían entre emocionados y preocupados. Hipo los vio sin ninguna expresión.
-Lo hemos descubierto Hipo...
-Ella no desapareció...
-Se fue, ya lo se...
-¿Como lo supiste?
-La pregunta es, ¿Cómo lo supieron ustedes?
-Tiempo atrás encontramos un pequeño barco escondido en una de las costas de esta isla...
-Creímos que era del enemigo pero no, era de ella...
-Lo sabíamos porque lo sabíamos, nosotros lo sabíamos desde antes que tú...
-Después de que te fuiste, decidimos posponer nuestra pelea para ir a ver si el barco se encontraba...
-Y sorpresa, no estaba, ella se fue...
-Esa es la conclusión...
-Claro, bien se dice que dos cerebros piensan mejor que uno...
-Y que cuatro ojos ven mejor que tres...
-Buen trabajo chicos, reúnanse cerca del Domo y avisen a los demás, iremos a buscarla...
Bruthilda salió rápidamente, pero Brutacio se quedó ahí, mirando a Hipo que preparaba un mapa con las islas más cercanas, al percatarse de la mirada del rubio, el castaño se detuvo.
-¿Algo más que tengas que decir, Brutacio?
-Hipo, sabemos porque quieres buscar a My, lo que no entendemos es porque no haces pública su relación...
Dicho eso, Brutacio salió corriendo a hacer lo mencionado anteriormente, sin percatarse de la sorpresa que había en el rostro de Hipo. Chimuelo lo hizo reaccionar con un pequeño grito a lo que el castaño sacudió su cabeza un poco y continuo.
Cuando terminaron, se marcharon al punto de partida en donde estaban todos, hasta Astrid.
-Hipo, ¿Crees que pudo haber ido lejos?
-Los gemelos ya nos dijeron que sucedió con My...
-Bien chicos, este será el plan, iremos a buscarla a las islas más cercanas alrededor de aquí...
Hipo extendió el mapa en el suelo y con ayuda de un lápiz trazó unas cuántas líneas que marcaban las posiciones.
-Hipo, ¿Estas seguro de que seguirá cerca?
-No lo se Astrid, pero no tenemos más tiempo que perder...
-Aunque logremos llegar a las islas, existen lugares donde se podría esconder de nosotros...
-No creo que ella...
-Fue ella quien se fue...
-¿Que dijiste?
Hipo la miro con sospecha y se puso de pie, Astrid le sostenía la mirada, aunque si le prestabas atención se podía notar lo nerviosa que estaba.
-¿Como sabes...?
-Hipo...
Todos vieron como un Terror Terrible llegaba con una carta, Patapez cargo al dragoncito mientras Hipo tomaba la carta y la leía, los demás se quedaban a la espera de que les dijeran de que trataba ese inesperado recado; Pero con el simple hecho de ver la cara del castaño, que empeoraba por cada párrafo, supieron que no eran buenas noticias.
-Hipo, ¿Que sucede?
-Tienen a My...
-¡¿Que?!
Hipo monto a Chimuelo sin esperar más tiempo y salió volando a gran velocidad, no esperó a nadie y tampoco dijo hacia donde se dirigía por lo que los demás simplemente tuvieron que seguirle el paso.
-¡Hipo, espera!
-¡Hipo!
Los llamados de los chicos no funcionaban, no lograban detenerlos ni mucho menos calmar la ira del chico.
Después de viajar una distancia considerable, llegaron a un extraño lugar, una isla llena de árboles bastante altos pero no parecía haber nadie. Todos aterrizaron, Hipo miraba a todos lados posibles, mientras los chicos lo miraban a èl y se le acercaban.
-¿Que fue todo eso, Hipo?
-¿Quien tiene a My?
-¿Que hacemos aquí?
-¿Comeremos jabalí está noche?
Todos miraron a Brutacio con una ceja arriba y después regresaron a Hipo que suspiro a la vez que crecía su desesperación.
-Es Viggo, èl envío la carta diciendo que anoche logró capturar una cría de dragón única en su especie...
-Claro, y la del Dragón es My...
-Lo peor de todo Patapez, es que dejo en claro que los humanos no entran en su mercado, por lo que la chica no le sirve...
-Bueno si no le sirve que la deje ir y ya, después sólo seria cosa de salvar a la cría...
-No es tan sencillo Patán, My jamás dejaría a su dragón...
Pasos mezclados con gritos de guerra se dejaron escuchar, pronto se vieron rodeados por cazadores que lanzaban flechas de raíz de dragón. Todos emprendieron vuelo, los atacaron con todo pero al no estar del todo preparados para los cazadores fue tan fácil dispararle a Chimuelo, de hecho, parecía que todos iban contra el Furia Nocturna. Lograron inyectar en Chimuelo la raíz de dragón y simplemente lo separaron de su jinete cuando iban cayendo, Hipo fue salvado gracias a Patán.
-¡Chimuelo! ¡Patán, acercame a èl!
-Pero Hipo, nos atraparan a todos, no hay que arriesgarnos...
Mientras esquivaban ataques, todos presenciaron como capturaban a Chimuelo, le ponían un bozal y lo encerraban en una jaula, el dragón estaba muy mareado que no podía defenderse de todos los enemigos, miro a Hipo y dio un último grito antes de perder el conocimiento.
Los jinetes se vieron en la horrible obligación de hacer una retirada forzosa, el castaño miro a Chimuelo con tristeza y a la misma vez que se alejaban grito:
-¡Volveré por ti amigo!
En una base oculta en la misma isla, un hombre de barba de candado, hablaba con una chica amordazada sobre lo que estaría sucediendo mientras ellos hablaban. En ese momento llegó Ryker que era seguido por varios cazadores que arrastraban una jaula con un Furia Nocturna en su interior, al verlo, My se sorprendió.
-¿Chimuelo?
-Viggo, aquí está lo pedido, no fue difícil atraparlo y no tardará en despertar...
-Excelente, que bien se siente contemplar la majestuosidad de un dragón único en su especie...
Chimuelo fue despertando poco a poco y al ver a Viggo frente a èl, no dudo en mirarlo mal y hacer sonidos de molestia. Viggo sonrió y camino, con Ryker a su espalda.
-Bien hecho, hora de la segunda fase de nuestro plan...
-¿Estas seguro de esto? Hipo puede actuar muy...
-Hipo no actúa sin antes tener un plan, no dejaré que lo haga y ya...
Hablaban los hermanos mientras salían de ese lugar. Al quedarse solos, Chimuelo logró relajarse un poco e intentaba liberarse, aunque vio a Nubosa inconsiente en una jaula y después a My, que en ese momento miraba al suelo con tristeza. Chimuelo hizo un sonido para llamar la atención de la chica que lo miro y sonrió aún muy triste, tanto que lágrimas comenzaban a salir.
-Lo lamentó tanto Chimuelo...
-¿Grr?
-Nunca creí que esto pasaría, no queria que los lastimaran, mucho menos a ti... Lo siento...
En ese momento las lágrimas de la chica eran lo único que se reflejaba en los ojos verdes del Dragón que se perdió un poco ante aquel acto que èl consideraba extraño.
Mientras tanto, en un lugar de la misma isla, pero a varios Kilómetros de la base, unos chicos estaban sumamente sorprendido y desesperados por el que hacer.
-Tenemos que volver, tienen a mi amigo...
-¡Ya nos pusiste una vez en riesgo Hipo! ¡Y acausa de eso ahora tienen a Chimuelo!
-Lo se, ahora simplemente tenemos que hacer una emboscada antes de que desaparezcan por siempre...
Astrid se acerco a èl y lo empujó tirandolo al suelo, ante la mirada de todos que no hacían más que mirar completamente sorprendidos y sin atreverse a decir nada.
-¡Por actuar sin pensar fue que todo esto pasó! ¡¿En verdad nunca se te ocurrió que esto era una trampa?! ¡Por favor, estamos hablando de Viggo!
-Astrid... No pienses que quería que esto pasará, simplemente quería recuperar a My...
-My, My, ¡¿Todo siempre tiene que girar entorno a ella?!
-¡Antes también giraban entorno a ti!
Hipo se puso de pie y ambos se miraban con el ceño fruncido, al ver que eso se estaba volviendo muy personal, Patapez decidió interrumpirlos, aunque le ganaron los Dragones que escucharon algo y se lanzaron al ataque, regresando con un cazador en el hocico de Colmillo. Al verlo, todos se acercaron a èl muy molestos y apuntó de matarlo.
-¡Esperen, Esperen! Tengo un mensaje de Viggo...
-Habla entonces...
-¿Como nos encontraron?
-Viggo tiene esta isla bien vigilada, nadie se puede esconder aquí... Èl quiere reunirse con Hipo para hacer negocios...
-¿Negocios? Pues también iremos...
-No, Viggo sólo quiere a Hipo, si ustedes van, se deshara de la chica...
-Para eso estamos nosotros...
-Nosotros la salvaremos, Colmillo, deshaste de èl...
-¡No! Iré...
Colmillo bajo al cazador que sonrió malicioso y comenzó a caminar aparentemente sin rumbo, los demás se acercaron a Hipo hablando sobre su inconformidad.
-¡Sigueme o pierdete!
-Chicos, ya se que no les parece pero es algo que tengo que hacer...
-Te seguiremos con los dragones...
-No, si es verdad que Viggo tiene bien vigilada la isla y los descubren, la matara antes de que llegue a ella... Esperen aquí...
Al ver que el cazador desaparecía de su vista, Hipo se despidió y salió corriendo tras el hombre.
Astrid se desespero y camino a Tormenta pero fue seguida por Patapez que la detuvo tomandola del brazo.
-¿A donde vas?
-Sueltame Patapez, iré a escoltar a Hipo...
-Astrid, ya lo escuchaste, será peligroso para todos si desperdiciamos esta oportunidad...
-Pero Patapez...
-Tampoco estoy de acuerdo con lo que hizo, pero por ahora es lo único que podemos hacer si queremos regresar TODOS a casa...
Astrid miro al suelo y soltó un suspiro mientras se liberaba del agarre del chico y se sentaba en el suelo. Los demás estaban igual de angustiados sobre el que pasará.
Hipo siguió al cazador ese hasta un punto en donde se encontraba Viggo, con sus dragones a un lado y la chica del otro.
-Bienvenido seas, Hipo...
-Sin rodeos Viggo, ¿Que es lo que quieres?
-Me gustan los enemigos que saben lo que quieren, verás, hoy tendrás que elegir entre estas dos opciones...
-¿Que?
-Si, descubrí que tú tienes todo lo que me interesa, la chica, que mis motivos no te incumben y tu dragón, que ese ya sabes de sobra porque lo quiero...
-¿Hablas de elegir a uno solamente?
-Exacto, y aquel que no sea elegido, no lo volverás a ver...
-Tengo un trato mejor, yo a cambio de ellos...
Al escuchar tal cosa, Viggo sonrió malicioso, pero era el único que se veía complacido por tal cosa ya que Chimuelo y My tenían una cara de sorpresa.
-No lo aceptaré...
-¿Porque no?
-¿Crees que lo que hago es por mi mercado? No, no es así... Lo hago porque se que te dolerá perder a uno o a otro... No es negociable así que elige de una vez... O... Yo lo haré por ti...
-Uno... De los dos...
-Si eliges a los dragones, podrás llevartelos a ambos, si es la chica, adiós a los dragones...
-¡Ya lo se!
-¿Entonces porque estas tardando?
Eso último lo dijo en tono de burla, Viggo estaba disfrutando el ver a su enemigo destruyendose por una simple decision.
-En este mundo no existen los amores entre seres, simplemente son seres útiles o NO...
-Hipo...
-My...

Como Entrenar a tu Dragon: El Séptimo JineteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora