Capítulo #19 "Ojos Verdes"

3.2K 224 8
                                    

A la mañana del día siguiente.
Los chicos despertaron por Chimuelo, que jugueteaba por la cabaña con un ánimo muy recuperado. My miró fijamente los ojos de Hipo quién sonrió y besó su frente con cariño.
Ambos se levantaron, mientras el castaño se vestía con cuidado, comenzó a hablar sobre lo ocurrido ayer.
-My, sabes que si no te hubieras ido, yo no estaría así, ¿Verdad?
La chica agachó la cabeza con pena, acariciaba su brazo y su rostro reflejaba tristeza y un  arrepentimiento total.
Chimuelo la miraba con la cabeza inclinada, para él, el que todos estuvieran bien ya eran buenas noticias, así que no entendía porque tal reacción.
-Lo siento Hipo, estaba segura que si me iba los protegeria de la amenaza que Viggo era para ustedes... Ahora que ya sabe que Nubosa existe, no dejará de molestarnos para conseguirla...
-Supongo que no tenías en cuenta lo tramposo que puede llegar a ser Viggo...
-No, él logró capturarnos cuando estábamos alejándonos de la isla...
-De esa manera no las escuchariamos...
-Aunque jamás se me hubiera podido ocurrir eso de usarme para lastimarlos a ti y a Chimuelo...
Chimuelo se acercó a My y la acaricio con el hocico, a lo que la chica abrazo su cabeza con ternura, un acto de cariño puro.
Hipo sólo sonreía tierno a la misma vez que caminaba hacia la chica, una vez terminó de vestirse, la tomaba del brazo, una vez se separaro de su dragón, y tomaba su mentón con su mano, acercandola a él con delicadeza.
-Se que sólo piensas en lo mejor para nosotros, no importa como haya sido, me encanta el hecho de que volviste y estas conmigo otra vez...
-Grrr... -_-
-Con nosotros, claro...
Todos rieron y salieron de la cabaña los tres, uno detrás de otro, no había rastros de nadie, todo estaba sospechosamente tranquilo, aunque al final no importó y caminaron en busca de los otros.
-¿Donde estarán?
-Tal vez es muy temprano para levantarse todavía...
-No lo es, generalmente están dando rondas de vigilancia, o Astrid esta dirigiendo las actividades del día...
-Seguro no estarán tan lejos...
Chimuelo levantó las orejas captando algo, miró en la dirección de donde provenía el sonido y salió corriendo sin pensar dos veces. Al ver que My no había reaccionado de manera negativa cuando mencionó a Astrid, Hipo hizo una mueca y la siguió de cerca, ya que ella seguía el rastro que Chimuelo había dejado con las patas.
-¿Todo bien, My?
-Si, ¿Porque lo preguntas?
-Es que... Mencioné a Astrid y parece que no te molesto...
-¿Porque habría de molestarme que lo hicieras? Después de todo,  es ella la que tiene el problema, yo no...
-Bueno, si mencionaras a un chico... Supongo que me sentiría un poco celoso...
-Oh por favor Hipo...
My soltó una dulce sonrisa, tomó la mano de su chico, entrelazado los dedos para seguir caminando en busca del Furia Nocturna; Poco a poco, el sonido de risas y disparos de dragón se dejaban escuchar, a lo que ninguno podía creerlo cuando corrieron para averiguar porque sucedía tal cosa. Todos estaban jugando con Nubosa, era parecido a una guerra de bolas de nieve, pero en lugar de nieve, era el líquido del Cellisca contra todas las armas de los demás dragones.
-Mira nada más...
-¿En que sentido eso causa gracia?
-Posiblemente sea un nuevo juego inventado por los gemelos...
-Todos parecen niños pequeños, tal vez no les interese mi estado...
-No digas eso Hipo, sólo es un poco de diversión, nunca está de más tener tiempo libre...
Los dragones tenían endurecidas algunas partes de su cuerpo, pero eran más como manchas que ataque para inmovilizar; Hipo miraba a la cría con asombro.
-Es increíble lo rápida que es...
-Es el instinto con el que nacen, tienen que crecer lo antes posible para poderse defender y multiplicarse con prisa...
-Esta claro que no sabemos demasiado de ella todavía...
-Pero lo harán, ya lo verán...
En cuanto Nubosa vio a My, corrió rápidamente hacia ella, dando por terminado el juego; Todos comprendieron y detuvieron sus disparos, de igual manera, en cuanto vieron a Hipo, todos se acercaron a ellos seguidos por sus dragones.
-Tengan mucho cuidado con lo que juegan, pudieron lastimarse...
-Tranquila My, fue Nubosa quien inició todo, más a parte, los disparos de nuestros dragones eran inofensivos, exactamente para no lastimar a los demás...
Patapez acaricio la cabeza de la cría mientras sonreía; My miro a todos quienes tenían endurecidas algunas partes de su cuerpo pero que aún así se veían felices y muy divertidos. Astrid se marchó seguida por Tormenta, las marcas en sus cuerpos reflejaban que también se habían unido a la diversión, algo que le causó gracia a My y las miraba con una sonrisa. Chimuelo, que los había estado viendo, se acerco a su jinete buscando cariño que recibió inmediatamente.
-Me alegra que se hayan divertido mucho y eso, reúnanse en el comedor en treinta minutos... Existen cosas de las que tenemos que hablar seriamente...
Después de eso Hipo se fue, dejando a todos, incluyendo a My, con una duda marcada en el rostro, aunque al final hicieron un poco de limpieza, tanto de su cuerpo como de la zona donde jugaron, alguien tenía que avisarle a Astrid, por lo que My se ofreció sin problema, y sin decirle nada a nadie.
La chica se alejó poco a poco, seguida por su dragón, nadie logró verlas, pero eso no quiere decir que será fácil encontrar a la rubia y a su Dragón; Para su suerte, no tuvieron que buscar mucho, ya que estaban sentadas a la orilla de un risco, mirando el mar, completamente limpias y tranquilas. My sonrió al verlas, continuo acercándose lento y de una manera sospechosa, Nubosa se distrajo y corrió bajo un arbusto mientras jugueteaba con algo que vio moverse.
La castaña no logró llegar a Astrid puesto que un dragón color plata y de ojos verdes la atrapó entre sus patas a la misma vez que la miraba con molestia.
-Ggrr...
-¿Que? ¿Y tú de donde saliste?
Por alguna razón, y a pesar del temible dragón molesto frente a ella, My no se sintió en peligro, estaba más que tranquila aunque si quería quitarsela del encima.
-De acuerdo, de acuerdo, tranquila, tranquila, ¿Eres algo de Astrid? No iba a hacerle daño, sólo quería hablar con ella...
El dragón no le creía nada de lo que decía, al contrario, eso sólo la hacia molestarse mucho más, estaba por atacar cuando una chica, de cabellera negra larga y ojos verdes, salió corriendo hacia ellas con cara de preocupación.
-¡Cizalladura! ¡Detente!
Al escuchar a la chica, el dragón la miró y dejo libre a My quien no dudo en levantarse y limpiar su ropa de la tierra. La chica acarició  a su dragón que apesar de las palabras calmantes de su jinete, no dejaba de mirar mal a My.
-Lamento el comportamiento de Cizalladura, ella es así cuando algo no le da buena espina...
-Bueno, no hay problema, es el primer Látigo Afilado que veo en mucho tiempo...
-No pareces tan sorprendida...
-De donde vengo, siempre los acostumbraba a ver volar en las mañanas, me alegra que por este lado también existan...
-Eres tal como Patapez te describía en las cartas, My...
-Supongo que tu eres la famosa Heather...
-¿Famosa? ¿Porque?
-Ansiaba conocerte desde hace días atrás, es todo...
Ambas sonrieron, Heather le vio el visto bueno a My, en definitiva, Patapez no le había mentido en nada, aunque la extraña mirada de la castaña la trajo nuevamente a la realidad y dejo de pensar tanto.
-¿Estas bien, My?
-Si, si... Sólo me preguntaba porque tengo la suerte de que los dragones me detesten sin conocerme antes...
-Descuida, Patapez dijo que mejoraste mucho con Chimuelo y me imagino que Cizalladura también hará un esfuerzo, ¿Verdad nena?
Heather miró con una sonrisa a su Dragón quien rodo los ojos y soltó un suspiro de pereza, My no se desánimo, su parte favorita de todo era lograr hacer una amistad con los dragones, en serio le encantan esas fantasticas criaturas. De repente, de entre los arbustos salió volando Nubosa que no dudo un segundo en endurecer el hocico de Cizalladura, la Látigo Afilado movió la cabeza a los lados e intentaba liberarse rascando con sus patas delanteras.
-¡Cizalladura!
-¡Nubosa no! ¡Nubosa!
Antes de que Nubosa endureciera a Heather, My logró atraparla, la alejó de ellas e intento calmarla con caricias mientras le explicaba la situación con lujo de detalle.
Heather se sorprendió por el emplumado en el cuerpo de la cría, parecía una nube suavecita.
-Lo siento mucho Heather, ella es Nubosa, un Cellisca bebé, aún no entiende muchas cosas y es acelerada hasta más no poder, ataca sin saber que sucede...
-Descuida, aún es una cría, sólo dime si existe manera de liberar a Cizalladura...
-Claro, claro, nada más necesitamos agua... Nubosa, regresa a la base y prepara un balde con agua, usted causó esto y ahora lo va a resolver niña...
Nubosa agachó la mirada apenada y comenzó a volar hacia la base, My suspiro y miró a Heather con notable vergüenza.
-Las acompañare...
-Si sólo necesitamos agua, ¿No es  mejor sumergirnos en el mar?
-Yo diría que no, me gustaría enseñarle a Nubosa un poco de educación, espero que de esa forma sea más rapido que comience a acatar indicaciones...
-Ya veo, esta bien, vamos Cizalladura, estarás bien pero tiene razón...
Heather caminó hacia la misma dirección de Nubosa, seguida por su dragón que no dejaba de intentar quitarlo de su hocico. My también les seguía de cerca, caminando a un lado de Heather.
-Muchas gracias por comprender chicas...
-No hay problema, ¿Podrías contarme detalles sobre tu dragón? Es la primera vez que veo uno así y creo que sería buen tema de conversación en lo que llegamos al destino...
-Entiendo, veamos, pues Nubosa es un Cellisca, los Cellisca son...
En el camino, My contó lo mismo que ya saben todos los chicos, los detalles eran satisfactorios y demás, pero aún así, falta algo por aclarar:
-My, Patapez me dijo que escribió sobre la raza de tu dragón en el famoso libro de dragones...
-Si, lo hizo... ¿Porque?
-¿Eso quiere decir que te quedarás? Sería muy útil para seguir aprendiendo sobre ellos, ahora será una especie reconocida en todos lados...
-Ay Heather, el mundo está tan lleno de personas malvadas, lo último que quiero es lastimar a mis seres queridos...
-¿Quieres decir que no esperas que se reconozca su especie?
-La verdad, no del todo...
-¿Y porque no se lo dices a Patapez? Seguro que él entiende...
-No puedo decírselo después de ver la mirada y el entusiasmo que le pone a todo lo que hace por mi dragón...
-Bueno, eso si...
-Por cierto, ¿Porque Cizalladura no tiene montura?
-No es necesario, la conocí salvaje y me gustaría que siguiera así, después de todo, ya demostramos ser buen equipo...
-Vaya, eso es genial, algún día, Nubosa y yo también seremos un equipo genial...
-Muero por ver eso...
Cuando llegaron a la base, My buscó a Nubosa y al balde, pero no lograba ver ni a una ni al otro, en eso, el balde cayó sobre la cabeza de Cizalladura quien logró liberarse y miró muy mal al dragoncito. Su hocico ya estaba libre a lo que Heather se acerco para intentar calmarla y evitar más problemas entre ellas.
-Tranquila Cizalladura, lo hizo para ayudarte, recuerda que aún es pequeña...
Nubosa voló hacia su jinete que la recibió en sus brazos, y respondió a la mirada de Cizalladura con otra mirada al mismo nivel. My suspiro y la pasó hacia su espalda e inmediatamente la cría se sujetó, ocultandose un poco con ayuda de su camuflaje.
-Heather, ahora que lo recuerdo, Hipo nos citó en el comedor...
-¿Enserio? Vamos, la verdad es que no he visto a nadie debido a que Cizalladura corrió al verte...
-Pues vamos, así los saludas, tengo que hacer otras cosas y en si, no se muy bien de que quiere hablar Hipo...
-Entonces no perdamos más tiempo, vamos...
Ambas sonrieron y caminaron hacia la reunión, ya iban tarde pero fue por el contratiempo que causaron sus dragones; Al llegar, todos ya estaban ahí pero los únicos dragones que acompañaban a sus jinetes eran Albondiga, Chimuelo, y ahora Nubosa y Cizalladura. En cuanto Chimuelo vio al Látigo Afilado no dudo en acercarse para saludar, aunque no lo recibieron tan de buenas, Astrid se sorprendió bastante al verlas llegar juntas, no lo esperaba y en cierto punto le molestaba, Heather es su amiga y estaba segura que la apoyaría en cuanto le contará lo que My hizo con su relación, aunque Hipo ya lo hubiera explicado.
Patapez se acercó a Heather y la saludo, ambos se veían tan tiernos cuando se ponían nerviosos al hablar con el otro, Hipo carraspeo un poco llamando la atención de todos, aunque todos saludaron a Heather antes de seguir con lo que Hipo diría.
-Escuchen, estuve pensando y no tenemos otra opción...
-¿De que hablas, Hipo?
-Necesitamos ganar tiempo, con esta herida no puedo hacer mucho, así que, para liberarnos un tiempo de los ataques de Viggo...
-¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? Por favor ya dinos...
-Tranquilo hermano, no desesperes...
-¡Tengo cosas que hacer! No he visto a Gallina desde que llegamos a la Orilla... ¡Estoy muy... Aagh!
En ese momento, Gallina llegó cacareando y meneando su cuerpecito, Brutacio se emocionó, la abrazo y sonrió felizmente. Todos levantaron un ceja y suspiraron al mismo tiempo, Brutacio los miro e hizo un gesto con la mano:
-Continúen, continúen...
-My tendrá que vivir un tiempo en la isla de Los Defensores Del Ala, ya he hablado con Mala y estuvo de acuerdo en ayudarnos...
-¡¿Qué?!

Como Entrenar a tu Dragon: El Séptimo JineteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora