Capítulo #02 "La Cazadora Solitaria"

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Al día siguiente:
Hipo llegó corriendo a la cabaña de Patapez, se veía emocionado por alguna razón.
-¡Patapez! Buenas noticias...
-¿Qué sucede?
-Astrid y yo volvimos a la isla... El huevo ya no estaba en su sitio...
-¿Crees qué este bien?
-En absoluto ya que seguimos algo que te puedo asegurar, era la madre huyendo por su huevo...
-¿Huyendo? Claro, debe proteger mucho a sus crías y la mejor manera de hacerlo es escapando, ¿Al menos pudieron verla?
-No, pero se le cayó esto...
Hipo mostró los dedos de su mano en donde tenía un cristal del Ojo del Dragón. Patapez se sorprendió acercándose y tomando el cristal.
-Es increíble...
-Quería que fueras el primero en probarlo...
-Hipo...
-Digo, ya que si no hubiera sido por Albondiga, esto no hubiera pasado...
Albondiga se acercó a Hipo y él la acaricio mientras sonreía y le entregaba el Ojo del Dragón a Patapez, que aún no lo creía.
-Buen trabajo, nena...
-Esto es tan sorprendente, gracias Hipo... Albondiga, dame una carga...
La dragón escupió lava, Patapez colocó la nueva lente en el Ojo del Dragón y lo acercó un poco pero la luz de la llama de ese dragón no lograba mostrar nada.
-Que extraño...
-Bueno, ya tienes una nueva tarea Patapez, te deseo suerte y hazme saber si te puedo ayudar...
-Gracias otra vez, Hipo...
El castaño salió y Patapez miro a su dragón con decision.
-Muy bien nena, hora de saber que dragón necesitamos para hacer que esto funcione...

Patapez salió y fue a buscar a los demás dragones, pero ninguno le fue útil ya que no era la flama que buscaban.
-Vamos Albondiga, iremos a probar suerte a las islas cercanas...
El chico monto su dragón y ambos iniciaron su búsqueda en las islas más cercanas que había a la Orilla del Dragón.
...
...
...

Al caer la noche, Patapez regresaba con una Albondiga muy cansada que apenas tocó el suelo de la Orilla del Dragón, se quedó más que dormida.
-Bien hecho, nena...
Patapez, que se encontraba acostado a lado de ella, acaricio su hocico mientras descansaba de igual forma.
-¡Hey, Patapez! Hipo te está esperando en su cabaña...
-¿Hipo? ¿Qué pasó?
-Hahaha, no lo se, tú deberías saberlo...
-¿Podrías decírmelo, Brutacio?
-No, de hecho, me dijeron que te llevará a la cabaña en cuanto llegarás, así que camina o tendré que agarrarte como lo hacemos con los Yak cuando serán sacrificados...
-Está bien...
Patapez se puso de pie y camino siendo empujado por Brutacio que hacía el papel de vigilante.
-Oye, sin empujar...
-Calla esclavo, aquí yo soy la ley, no me obligues a repetirlo...
-Oh, por Thor...

Ambos siguieron caminando hasta llegar a la cabaña de Hipo en donde se encontraban todos reunidos; Patapez ya sabía a donde iría todo eso.
-Hola chicos, ¿Qué sucede?
-Patapez, sabes bien lo que sucede...
Decía Hipo mirandolo serio y con su dragón a un lado. Patapez tragó saliva y se hizo el desentendido.
-Hipo, enserio no se lo que sucede...
-¿A no? ¿Esto te parece familiar? Chimuelo...
El dragón utilizó la cola para descubrir un objeto que se encontraba arriba de la mesa, siendo el huevo del dragón misterioso.
-¿Qué hace aquí? ¿Quién fue el responsable de esto?
-Deja de fingir, Patapez, sabemos que fuiste tú quien que lo trajo...
-Hipo, yo...
-Creí haberte dicho que lo dejaras en su sitio, ¿O no? Ahora entiendo todo, el huevo desaparecido y la madre que corría, no lo hacía porque tuviera a su huevo, lo hacía porque estaba desesperada por encontrarlo...
-¿Patapez, cómo pudiste? El huevo estuvo a punto de ser destrozado en manos de los gemelos si Tormenta y yo no llegábamos a tiempo...
-Oigan, no nos echen la culpa de esto, sólo queríamos cuidarlo de la misma manera que Patapez...
-Mi hermano tiene razón, que manera tan injusta de juzgarnos...
-Claro, eso explica las armas que llevaban y que lo tenían en una red...
-¡Oye! Es un huevo de dragón desconocido, todos sabemos que puede ser peligroso...
-Si, hasta que nazca...
Dijo Hipo y los miró con el ceño fruncido, cansado un poco de sus tonterías. Astrid suspiro y también los miro mal mientras Patapez sólo miraba al suelo.
-Chicos, será mejor que se retiren, nos veremos mañana para sus tareas extra...
-Hey, no puedes echarnos así como así, tenemos derecho a ver en que termina esto...
-Chimuelo...
El dragón les arrojo una pequeña cantidad de plasma que impactó en sus pies y los hizo retroceder.
-Oye, tu dragón nos disparó...
-Ya se, yo se lo dije y lo seguira haciendo cada vez más cerca...
Los gemelos fruncieron el ceño mirando al furia nocturna y se marcharon de ahí. Hipo acaricio a Chimuelo en señal de un buen trabajo y Astrid hablo llamando la atención de todos.
-Patapez, ¿Porqué no dijiste que te habías traído el huevo?
-No me lo hubieran permitido...
-Eso es cierto, y sabes bien porque no...
-Hipo, tú no entiendes, hubiera muerto si lo dejábamos sólo...
-¿Estás conciente que ya es tarde para devolverlo a su sitio?
-Astrid tiene razón, Patapez, la Orilla del Dragón puede estar en peligro constante...
-Lo se, Hipo, lo se, lo siento...
El silencio apareció repentinamente, nadie dijo nada en absoluto, Patapez miraba el huevo y se acercó para acariciarlo. Hipo miraba a la nada, pensando en cómo defender la isla, Astrid miraba a Hipo.
-No te estreses tanto, Hipo, Tormenta y yo tomaremos el turno de vigilancia nocturno...
-No Astrid, pideselo a los gemelos, que sirvan de algo ahora...
-Está bien...
Astrid sonrió y salió de ahí. Chimuelo acercó su rostro al huevo y lo acaricio con el hocico suavemente. Hipo lo miro sorprendido al igual que Patapez.
-Está bien, nos quedaremos con el huevo, pero lo entregaremos a su madre en cuando venga...
-Gracias, Hipo...
Patapez se acercó a tomar el huevo pero retrocedió al ver como Chimuelo se molestaba e impedía que lo tocará ubicandolo entre sus patas.
-El huevo se queda aquí está noche, ¿Cierto, Chimuelo?
Chimuelo dio un último gruñido hacia Patapez hasta que se alejó lo suficiente como para que el dragón ronroneara mirando a su jinete; Patapez lo miro.
-Cuidalo mucho, no olvides darle calor suficiente en la noche...
-Nos encargaremos de eso y que mejor que el calor de un dragón para calentar a otro...
-Pero eso es cosa de hembras...
-Chimuelo lo hará bien...
Patapez se fue un poco confiado. Hipo subió a su dormitorio acostandose en la cama y mirando a Chimuelo.
-Hora de dormir, amigo...
El dragón tomo el huevo con el hocico y subió a su cama de roca, dejo el huevo por un lado y lanzó plasma para calentar la roca, se recosto, ubicando al huevo a un lado de su cabeza y cerrando los ojos. Sonidos extraños de Dragones comenzaron a escucharse, Chimuelo se despertó utilizando sus orejas e inclinando su cabeza ligeramente hacia el sonido; Se levantó y movió a Hipo con el hocico.
-¿Eh? ¿Que pasa amigo?
Al escuchar los sonidos, Hipo se levantó y corrió a la puerta.
-¡Vamos Chimuelo!
Chimuelo colocó el huevo en la cama de Hipo y salió volando hacia la salida en donde el castaño lo montó y avanzaron hacia el sonido. Al llegar eran Brutacio y Bruthilda que estaban amarrados junto a su Dragón.
-¿Que pasó? ¡¿Cazadores?!
-No lo sabemos, era muy rápida...
-Era inteligente...
-Era audaz...
-Era rápida...
-Eso ya lo dije cabeza de carnero...
-¡¿A quien llamas cabeza de carnero?! Me molestaría menos que me llamarás cerebro de jabalí ellos son increíbles...
-¡Chicos! ¡Chicos! No hay tiempo para esto...
Hipo aterrizó y los desató miro a un lado y vio a la Gallina que también estaba atada de las patas, la abrazo y la desató.
-¿También ató a mi Gallina? Uuyy juro por Thor que no se la va a acabar ese cazador... Vikingo... Lo que sea...
Hipo le entregó la Gallina a Brutacio y camino a Chimuelo montandolo de nuevo.
-Desaten a su Dragón y alerten a los demás sobre esta amenaza, Chimuelo y yo iremos a asegurar el perímetro, ¿Entendido?
-Yo tengo una duda Hipo...
-Brutacio no tenemos tiempo...
-No, no, prometo que será rápida...
-Está bien, ¿Que pasa?
-¿Le avisamos a todos? ¿También a Astrid?
-¿Como porque no le avisarian a Astrid?
-Lo que mi hermano quiere decir es que escuchamos a Tormenta quejarse después de que nos atraparan...
-¡¿Que?! ¿Por donde?
-Cerca del mar...
Hipo salió volando rápidamente buscando a Astrid, encontrandola en la orilla de la misma manera que a los gemelos.
-¡Astrid!
Se acercó a desatarla, y ella corrió a Tormenta quien yacia inmovil en el suelo y con una de sus espinas enterrada en una de sus alas. Hipo se acercó y le sacó la espina examinandola.
-Tormenta, ¿Estas bien nena?
-Esta bien, es sólo que la espina de tormenta tiene raíz de Dragón...
-¿Raíz de Dragón? Pero eso es imposible a no ser...
-Que sea un cazador, lo se, ¿Pero como pasó esto?
-Tormenta y yo estábamos vigilando que no hubiera nada sospechoso, de pronto esa chica saltó sobre mi y me golpeó el rostro, perdí un momento la orientación y me ato...
-Me imagino que Tormenta la enfrento y al lanzar espinas fue ahí donde infecto una y la inmovilizo...
-Si, mi pobre Tormenta...
Astrid acariciaba la cabeza de su Dragón quien al sentir el tacto hacia sonidos de cansancio.
Chimuelo se acercó a Tormenta y la olfateo con una cara de gatito curioso que sólo el tiene.
-¿A donde fue Astrid?
-A las cabañas, ve Hipo, Tormenta y yo te alcanzamos cuando podamos...
-Bien, no subestimen a ese cazador y no ataques sola, ¿Entendido?
Chimuelo salió volando en dirección a las cabañas, una vez Hipo lo montó, y mantuvo su mirada en el suelo buscando algo que le ayudará a saber donde se había metido aquel cazador.
-Es extraño que se hayan referido al cazador como a una chica, ¿No lo crees amigo?
Chimuelo agitó un poco la cabeza sin dejar de buscar, hasta que vieron el establo de Dragones ardiendo en llamas. Volaron rápidamente y al llegar vieron a Colmillo envuelto en llamas y algo molesto mientras Patán intentaba tranquilizarlo.
-Vamos Colmillo, calmate ya...
-¡Patán! ¡¿Que ocurre?!
-Algo debió molestarlo y ahora no se como apagar a esta lagartija...
-Pues tendrás que intentarlo, hay un cazador por aquí y necesitamos de todos...
-Está bien sólo deja encargarme de esto...
Chimuelo se fue repentinamente, dejando a su jinete, a su cabaña a revisar como estaba el huevo, su curiosidad pudo más que èl mismo. Hipo no se lo creía.
-¡Chimuelo!
Hipo fue tras èl tan rápido como podía, se sorprendió un poco al ver a donde se dirigía. Al entrar a su cabaña, Patapez estaba ahí con Albondiga protegiendo al huevo.
-Patapez, ¿Que haces aqui?
-Hipo, hay alguien en la orilla del Dragón y me temo que es un cazador...
-Lo se, atacó a los gemelos y a Astrid, sin mencionar que molesto a Colmillo para volverlo insoportable...
-A nosotros también nos atacó en la cabaña, primero intento inmovilizarnos con raíz de Dragón pero en cuanto vio a Albondiga cambio drásticamente su estrategia y casi nos encierra...
Mientras hablaban, Chimuelo se acercó al huevo haciendo lindos sonidos y Albondiga comenzó a imitarlo alegremente, hasta que el furia nocturna escuchó algo por fuera y su mirada se transformó a una agresiva. Salió por la ventana y de pronto se escuchó un grito de humano junto con uno de Dragón.
-¡Chimuelo! Patapez quédate y protege el huevo...
Hipo salió corriendo, encontrándose con Chimuelo en el suelo y una chica inconsiente bajo de èl.

Como Entrenar a tu Dragon: El Séptimo JineteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora