L'instinct animal → Stucky / Evanstan

Capítulo 23: Como en un principio / 2 parte

Igual que aquella noche cuando Sebastian vio por primera vez a Christopher, al entrar y fijarlo como su nueva presa y sentir como una nueva fantasía erótica se recreaba en su mente, la misma sensación volvió a renacer al ver como todo la imagen de ese Adonis que cruzaba la entrada, se repetía otra vez como en un principio. El castaño siguió tomando y trataba de no perder de vista al rubio, aunque costaba un poco habían muchas personas en esa noche en el bar. Iban y venia pero la fugaz y astuta visión de Sebastian no separaba su mirada del rubio.

Mientras el castaño parecía un halcón sin moverse de su lugar observando fijamente los movimientos de Christopher, su hermana se encontraba muy feliz bailando y bebiendo entre los brazos de Jeremy, Elizabeth reía y saltaba, se sentía realmente alegre por volver a estar junto a ese rubio-castaño, quien le tenia unas inmensa ganas de hacerla gemir en su cama,bajo sus sabanas. La pareja disfrutaba su momento y la pelirroja aguardaba entre la multitud sin hacer mayor acción visible ya que no quería que la notaran mucho, pero igual se gano la invitada de varios sujetos para bailar, pero ella se excusaba diciendo que no sabia moverse para así hacer tiempo y esperar al esperado para desquitarse y sudar esa noche. 

Christopher ya la había cazado y le llego por detrás para tomarla de la cintura y pegarla a el, el rubio inhalaba el perfume de Scarlett, su olor era suficiente para que este deseara cosas poco respetuosas hacia ella, la pelirroja se sobresalto pero conocía esas manos y solo siguió la corriente, con el a su espalda ella levanto sus bazos y lo tomo del cuello para bailarse de forma lenta, se fue agachando lentamente hasta llegar al suelo dar media vuelta e ir subiendo y así llegar a sus labios y besarle.  

Anthony no se quedo atras, el moreno disfrutaba de la compañía de un par de chicas que sabían muy bien como moverse. Él si supo hacerse notar, se encontraba en el medio de la multitud de los que se divertían en el bar. Todos se encontraban tomando, fumando, bailando, besándose y diciendo lo que bien que se sentían, mediante tantos movientes el castaño seguía la huella del rubio, no tardo mucho hasta que cayo en cuenta como se movía con alguien estaba pero no podía persuadir quien era, su vista no era tan hábil. 

Se le era imposible no sentir celos por varios motivos, el hecho de que estuviera con una desconocida le quemaba por dentro, ademas de no ser el quien lo besara y tomara del torso le hacia hervir la sangre, aparte de que nadie tomaba en cuenta su existencia pero a la chica muchos le tenían el ojo encima por como se movía. Lo mas triste era que no se había percatada y ni tenia idea de que era Scarlett quien le estaba arrebatando el cuerpo del rubio.

La noche se sentía tan viva, pero en ella deambulaba el muerto animo del castaño, en una barra tomando hasta que alguien lo salvara así se encontraba Sebastian. Esa noche la balanza estaba a favor del equipo contra el diabólico e incompresible castaño, mientras este de caía en un largo trance sin alternativa que tendría como resultado una gran resaca para cuando el sol saliera de las sombras.

Todos en el bar reían y disfrutaban que no notaron cuando Sebastian se levanto de su asiento tambaleando pero sin perder la poca razón que aun le quedaba, tomo su chaqueta para salir a fuera. Era muy distinto el aire de adentro el de afuera, dentro del bar el aire que se siente es de sexo, alcohol, cosas que te excitan en cambio afuera todo se encontraba sereno y tranquilo aparte de ver el transito y las luces de los postes, eso se podía ignorar pero no el hecho de que el rubio podía pasar una rica noche en la cama de alguien mas y no en la de Sebastian, y eso le hacia arder la garganta al castaño.

Camino hasta el estacionamiento y se recostó sobre una de las puertas del auto, saco de su bolsillo un yesquero y la cajetilla de cigarrillos, ya con uno de ellos en sus labios el castaño cerro sus ojos y se dedico a deleitarse con la compañía de ese cigarrillo. Serenidad eso describía ese momento, pero no era mucho su conciencia lo traicionaba con regularidad desde cierto tiempo. A su mente venia la imagen de Christopher, era imposible que alguien borrara de sus recuerdos esa sonrisa, sus ojos, su musculoso cuerpo, simplemente era algo poco posible. Los besos del rubio, la suavidad de su piel era lo que cualquiera pide en una noche de pasion y lujuria.

Pero igual como en un noche una emoción nació, ella seria reencontrada otra vez.  El castaño sintió que ya el cigarrillo había llegado a su fin y al abrir sus ojos para buscar otro noto la sombra de alguien a su lado, se reflejaba la larga oscuridad en el suelo del estacionamiento, se quedo quieto y poco a poco en cámara lenta voltea hacia su izquierda para encontrarse con Christopher.