El Norteño - POV Meela

6- Derrota

Miro los rosados, púrpuras y amarillos que a la salida del sol pinta contra el cielo de la mañana. El sueño no era mi amigo anoche. El collar del cuello era demasiado incomodo. La piel alrededor de mi cuello ya está enmarañada. Pronto, se habrá ido, no dejando nada más que piel roja, cruda. Sé exactamente lo que va a pasar, lo he visto innumerables veces.

Mis padres, y ahora mi hermano, lo hicieron innumerables veces con lobos agresivos para romper su espíritu, romper su lucha. Nunca tuve que ponerme el collar. Mis padres siempre me daban un trato especial, por encima de todo el mundo. Ahora, este norteño me trata como a cualquier otra loba. No soy como ellos. Nací de mejor rango.

Estirando mis extremidades, le doy a mi cuello un buen rasguño con mi pierna trasera. Comienzo a medir la longitud de la cadena. En poco tiempo, usaré un camino en la hierba. Me está tratando como a un niño travieso que necesita un tiempo libre. Desafortunadamente para él, no soy un niño.

Puedo decir que el norteño me está viendo, veo su silueta en la ventana superior derecha. Desnudo mis dientes hacia él.

Es tranquilo en las primeras horas del día, los pájaros cantando su canción de la mañana. La frescura del aire se siente bien en mis pulmones. No se podía oír no un coche en el fondo. Mi loba no puede esperar para ser soltada, para correr estos bosques, cazar, para el juego.

La puerta trasera se abre. Dejo caer mi cabeza baja, retiro mis orejas y me agacho, mis ojos estan siguiendo al norteño llevando dos cuencos.

-Creo que dormiste bien anoche. Sus ojos chasquean mi cuello, sabiendo demasiado bien que no lo hice.

Golpeo mi cola en respuesta ... agitada.

-Tengo agua y comida para ti. Se arrodilla al colocar los platos en el suelo.

Aprovechando el momento, me lanzo hacia él y casi lo pellizco en la nariz. Me saca los platos.

-"Parece que no comes hoy, este comportamiento no será tolerado, ya entendido, cachorrita."

Le ladro mi rabia, deseando poder maldecirlo adecuadamente. ¿Pequeña perrita? ¡Le mostraré el pequeño perrito! Tirando de mi cadena y tratando de romperla sólo hace que el collar se clave en mi piel. Una quemadura caliente me envuelve el cuello, deteniéndome en mis pasos. Gimoteo con el dolor. Sus ojos de un gris aburrido me observan. Esa es la tristeza que se filtra. El gris mate es igual a la tristeza. Otra cosa que aprendo sobre el.

-Se trata de opciones, te comportas mal, no comes, te comportas bien, comes."

Tomando mi comida y agua, él la arroja y se aleja de mí. Mi estómago gruñó en protesta cuando me acosté con la cabeza en las patas delanteras, mirando la parte trasera de la casa.

A media mañana se acerca con varios miembros de la manada que van a la casa de la manada, todos vestidos de negro, con rostros solemnes puestos. Pasando por mí, la mayoría parece confundido, otros curiosos. Las hembras no casadas caminan y rien murmurando bajo para que yo no oiga. Ya los odio. Una pasa con una mirada de odio tan profunda en su rostro, inclino mi cabeza tratando de olerla. Es un olor floral suave y sutil, que he olido antes. Trato de colocarlo.

Ella se detiene delante de mí. Podría haber sido una hermosa chica con su largo cabello besado por el sol, ojos azules cristalinos y cuerpo curvilíneo. Lo que la arruinó fue la nariz ligeramente ancha. Su apodo sera cerdito. Le di un gruñido bajo. No aprecio la mirada que me está dando. Me ocuparé de ella cuando esté libre de este collar. De mujer a mujer ... violencde
Mi loba está totalmente de acuerdo con el daño que quiero infligirle.

Dándome una sonrisa astuta como si supiera un secreto que no, ella se ríe a sí misma en la diversión.

- "Eres su compañera ... no eres lo que esperaba."