El Norteño - POV Meela

39- Me deleito en su sufrimiento

Cuando hago clic cerrando el cinturón de seguridad, la puerta se abre y los ojos de Fin se encuentran con los míos. Sus dedos pasan sobre mi cadera mientras deshace el cinturón de seguridad.

-"Grey, tengo que volver con ustedes." Él me da una media sonrisa. Sus labios estan asi casi todo el camino, pero se detienen. Al igual que el sabor de su deseo. Está tratando de reprimirlo ... peleándolo.

Muevo mi trasero hasta el asiento del medio en el camión, mientras que Fin se desliza a mi lado. Estoy entre los hermanos, sintiendo que un rubor fluye por mi cuello. Intento empujar todos los pensamientos impropios hacia el lugar más profundo y oscuro de mi mente.

Fin se inclina hacia atrás en el asiento, con las piernas extendidas por lo que su muslo está tocando el mío. Volví la cabeza hacia él, tratando de medir sus intenciones. Está mirando por la ventana hacia el oscuro paisaje.

Al igual que en el caso de su hermano, puedo ver su pulso en la pequeña vena de su cuello con su aumento de la frecuencia cardíaca. Se rasca la barbilla. Trato de alejarme de él sólo para apretar contra el muslo del norteño. Ese pequeño toque es todo lo que toma para que su corazón golpee más fuerte, más fuerte, y siento cada último latido a través del enlace.

La música llena la cabina del camión, así que no podemos oír la respiración de los demás. El viento fresco de la ventana abierta sopla mi pelo salvajemente. Tratando de domesticarlo, lo sostengo en una mano. Fin mete una pieza perdida alrededor de mi oreja, su dedo índice se extiende sobre la carne de mi cuello.

Es negro afuera, sin luna, sin estrellas, sólo faros que muestran el camino a casa. Puedo sentir el fuego que arde en las puntas de los dedos del norteño, las compulsiones de su vínculo le suplican que actúe. Cojo el movimiento con mis ojos mientras coloca su palma en mi muslo como si fuera lo más natural que pudiera hacer ... inocente. Simplemente descansando, no moviéndose, no frotando, sólo allí.

Es incomodo. El silencio entre todos nosotros está en su apogeo, gritando las palabras no dichas.

Fin es el primero en cortar el espesor del mismo.

-"¿Fue así con Victoria?" Sigue mirando por la ventana mientras hace la pregunta.

Veo que los nudillos del norteño se blanquean en el volante. -"Sí", responde con tristeza. "Hemos pasado por esto, Fin. Te dije que estaba atraído por ella, yo ... sentía ... Esto es difícil para mí, estaba atraído y no podía parar, no tenía ni idea, Fin. "

Fin parece torturado sentado allí mirando a la noche. Parece tan herido, tan ... roto.

-"Lo siento" -dice Fin mientras sigue mirando afuera. El paisaje es un desenfoque como las velocidades de camiones por el camino.

Siento como si estuviera metiéndome en algo tan fracturado, tan roto, que se desmoronará en cualquier momento. El dolor y la ira sólo se junta. Es solo cuestión de tiempo.

-"Puedo olerla, casi puedo saborearla, podría haber sido mía, si la hubiera encontrado primero, la habría reclamado". Las palabras se pronuncian en un tono muy suave. Si se decían de otra manera, habrían sido grandes palabras de pelea, pero Fin lo controlaba con una suavidad fácil.

-"No es tuya, Fin, ya lo sabes." Los ojos del norteño brillaban mientras miraba los de Fin ... dando una advertencia.

Miro a Fin, pero él sigue mirando por la ventana, pensando.

-"¿Estarías con ella si tomara su virtud?"

-"Sí", responde el norteño instantáneamente. -"La querría, pase lo que pase, la quiero a ella, pase lo que pase."