33- Estamos a mano

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Para ustedes amores miooos.. MaDeJesusReyesVargas & MarioAlejandro494.... Espero que les guste..💜😊💚

Abro los ojos, mi cuerpo todavía esta temblando. Incluso cuando duermo, todavía tengo temblores. Él está aquí, sujetándome firmemente hacia él, no me deja ir. Parece que no ha dormido en días, sus ojos de sangre me miraban fijamente.

-"Está bien, Meela, te tengo."

Cierro los ojos, escucho su corazón dispararse, su respiración es uniforme y regular. El sudor cae por mi espalda, remojándome, empapándolo. Él está tan mojado como yo, pero él continúa sosteniéndome, sin prestar atención a su propia incomodidad, a sus músculos estrechos, a su brazo entumecido.

Estamos en el suelo del baño, con la espalda apoyada contra la pared, me acuné contra él.

Soy un desastre apestoso, llena de vómitos y meados. Me está sacudiendo como una madre a un niño enfermo, susurrando suavemente en mi oído.

Su mano está en mi frente y mi cabeza en el cayado de su brazo, mi mejilla esta presionada contra su pecho desnudo. Encontré consuelo en esto. Es algo que no he tenido en mucho tiempo y mi cuerpo lo anhela.

-"vas a estar bien."

Él cree sus propias palabras, aunque yo no. Pongo mi mano contra su corazón. Los latidos fuertes aumentan cuanto más tiempo descansa mi mano allí. Él es afectado por mí, ese pequeño toque envía tan dulce placer fluyendo a través de su cuerpo.

-"Estoy bien." Me alejo de él, creando espacio.

-"¿Ya te quieres duchar?"

-"Sí."

Se pone de pie y pone mi culo contra el borde de la bañera, así que estoy sentada. Él comienza a llenar la bañera del baño con agua y en lo que miro lo cristalina que es, vuelve rápidamente y trae consigo un cambio de ropa, poniéndolos en el mostrador.

Se pone de pie y pone mi culo contra el borde de la bañera, así que estoy sentada. Él comienza a llenar el agua del baño con las hojas mientras que apenas observo el agua cristalina que llena el tazón blanco. Vuelve rápidamente y trae consigo un cambio de ropa, poniéndolos en el mostrador.

Tocando el agua para asegurarse de que es la temperatura adecuada, él intenta quitarme mi suéter repugnante.

-"Prefiero que te vayas."

Parece herido, pero está de acuerdo. Una vez que la puerta está cerrada con seguridad, me quito las prendas ofensivas, pateándolas en una pila lejos de mí.

Hundiéndome en el agua tibia, me limpio. Después de enjuagarme el cabello con el acondicionador, salgo y envuelvo una toalla a mi alrededor.

Es en el espejo que me vuelvo a mirar a mí misma, pero nadie que me conoce me mira fijamente. Parezco enfermiza. Piel ceniza, mejillas hundidas. Mis ojos se ven atraídos por mis cicatrices. Siempre se me quita el aliento mirando esas marcas. Líneas blancas descoloridas, corriendo en patrones irregulares a lo largo de mis brazos, sobre mis hombros, ninguna piel lisa dejada en mi espalda. Miro hacia otro lado con disgusto y me seco, vistiendo rápidamente. Satisfecha de que estoy completamente cubierta, entro en el espacio abierto de la casa.

Él está allí, esperándome, con una taza en la mano. -"Ven y siéntate." Se tapa el cojín del sofá. "¿ Te Sientes mejor?"

-"Sí."

-"Aquí." Me da la taza.

Oliendo, me doy cuenta de que es sopa de pollo. Mis manos todavía tiemblan, haciendo difícil agarrar la copa.

El Norteño - POV MeelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora