24- La reina

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Era tarde cuando desperté inquieta en medio de la noche, el caos revolviendo mi estómago haciéndo que dormir sea insoportable. Fue entonces cuando la encontré, sentada sola, con sólo una lámpara de lectura encendida. Las sombras apenas se mantienen a raya por la suave luz y hay una botella de vino medio vacía en la mesa a su lado. Ella gesticula para que me siente y lo cumplo. Quiero sentir odio hacia ella, pero no lo hago. Celos, sí, pero no odio.

-"Eres muy joven, no es tu culpa, solo tienes mucho que aprender", dice, evaluándome.

Miro mientras acaricia el vaso llevandose a la boca el néctar rojo. Ella me entrega el vaso y termino el resto, vertiendo más. Me molesto ligeramente de sus palabras, pero es cierto, soy mucho más joven que ella. Hay una madurez en ella y siento que es alguien de quien puedo aprender.

Ella me observa, evaluándome con una fuerza tranquila y sin pretensiones. Tengo de compañía una reina. Nunca he sentido tanta intensidad en una mujer antes. Ella ha crecido sobre si, mas allá de sí misma.

-"No pretendamos, Victoria."

Ella detiene mis siguientes palabras con el movimiento de su mano. Tomando el vaso de mi mano, ella saborea el sabor audaz del vino tinto mientras el líquido se desliza por su garganta.

-"¿Sabes lo que se siente al ser algo que la gente no está lista para ser 'una líder', una extraña en su propia manada?" Puedo probar la amargura que viene con la memoria. "Es difícil crecer con todos los susurros, el miedo, la soledad, mi propio padre me resiente cada vez más a medida que crezco."

Ella tiene mi atención.

-"Yo era débil, derrotada, no amada, hasta que Grey llegó a nuestra manada para los entrenamientos. Nosotros éramos jóvenes, jóvenes que salían de su primer turno". Ella sonríe a sí misma en el recuerdo.

-"Victoria, no creo que quiera ..."

Una vez más, ella me silencia con sólo una mirada. -"Me hizo creer en mí misma, en lo que podía llegar a ser, siempre estaba allí para mí y, después de conocerlo, nunca me sentí sola". Ella termina el vaso y vierte el último vino en la taza y luego me lo entrega.

-"Incluso en aquel entonces, él podía verme como una igual, como una compañera de armas, alguien que podría tener a su lado en la batalla. En algunos aspectos, es muy tradicional y en otras formas, está listo para el cambio".

Al levantarse de la silla, se dirige hacia el armario de vino y recoge cuidadosamente otra botella. -"Lo amé entonces con tal ferocidad, le di mi virtud, era suya, no me avergüenzo de ello, nunca lamenté esa decisión".

Mis entrañas se retuercen en sí mismas y me siento incómoda con el dolor agudo que siento.

-"Pero esos sentimientos han desaparecido hace mucho tiempo, se han reemplazado más allá de lo físico", continúa Victoria. "Lo amo como mi amigo, como mi igual, además, él te tiene ahora y ni siquiera me echaría una segunda mirada."

Descorchando el vino, ella trae otro vaso y vierte para cada una de nosotras uno lleno.

Sentándose nuevamente con gracia, se instala, tomando otra copa. -"Nunca fue ... lo mismo después de que mi padre, siempre con hambre de poder, exigió una compensación por mi inocencia perdida y culpó a Grey por todo". Ella se maldice a sí misma, la cólera esta rondando en ella.

-"El cambió, la culpa se lo comió, nunca se perdonó por perder lo que era tan valioso para la manada, nunca se perdonó por ser tan débil, nunca se perdonó por lo que su hermano tiene que soportar todos los días". Hay tanta tristeza en esos ojos azules cristalinos."

-"Él es un gran líder, Meela, pero es un aliado aún mejor, alguien que nunca te dará la espalda en un momento de necesidad, es un hombre digno."

El Norteño - POV MeelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora